REINA ISABEL

Reina Isabel: Su verdadero amor que no pudo ser

Según relató su amiga Alathea Fitzalan, la Reina Isabel II estuvo enamorada de otro hombre además del príncipe Felipe de Edimburgo

La Reina Isabel II el día de su boda, el 20 de noviembre de 1947.
La Reina Isabel II el día de su boda, el 20 de noviembre de 1947. Créditos: Tomada de Instagram royal_family-history
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La monarquía inglesa guarda muchos secretos y en realidad es más el misterio que existe alrededor de los miembros de la realeza que lo que en realidad sabemos de ellos. La Reina Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo compartieron toda una vida juntos y tuvieron una gran relación; sin embargo, la reina tuvo otro gran amor que no pudo ser. 

La Reina Isabel II y el principe Felipe se conocieron en 1939, cuando ella tenía 13 años y él 18, cuando el Rey Jorge VI realizó un recorrido por las instalaciones militares donde el duque se encontraba. 

Desde entonces hubo un flechazo entre ellos y en el verano de 1946 el el príncipe Felipe le propuso matrimonio a la Reina Isabel, por lo que el 20 de noviembre de 1947 se realizó la boda. 

(Foto: tomada de Instagram royal_family-history)

La foto de ella, con su vestido de novia corte princesa, con mangas largas y velo bordado, junto a él vistiendo su traje especial de la marina quedaron como un recuerdo de ese importante momento para la corona inglesa. 

Así comenzó la historia de amor de la monarca inglesa, que duró casi 74 años, hasta la muerte del príncipe Felipe, el 9 de abril de 2021. Juntos procrearon cuatro hijos: Carlos, Ana, Andrés y Eduardo. 

El secreto de amor de la Reina Isabel

Aunque el duque de Edimburgo fue el más largo amor de las Reina Isabel II, no fue el único, pues en algunos libros se ha señalado que la monarca tuvo otro amor: el conde de Euston. 

Así se relató en el libro The Windsor Diaries: A Childhood with the Princesses (Los Diarios de Windsor: una infancia con las princesas), que es el diario de Alathea Fitzalan Howard, bisnieta del duque de Norfolk. quien de niña y adolescente convivió con las entonces princesas Isabel y Margarita. 

En esos diarios, publicados en 2020 tras la muerte de Alathea, se cuenta que tanto ella como la Reina Isabel estaban enamoradas del conde de Euston,  llamado Hugh FitzRoy. El 23 de octubre de 1941, se explica en el libro que ambas lamentaron que él tuviera que partir al extranjero, dejando entrever los sentimientos que tenían. 

Cuatro meses después, él le envió una carta a la Reina Isabel en la que le agradecía su felicitación de Navidad. En abril de 1942, cuando la reina tenía 16 años, el conde Euston fue invitado a tomar el té en el castillo de Windsor y Alathea señaló en sus escritos que la familia real fue extremadamente amable con él, lo que daba a pensar que lo veían como un prospecto para Isabel, quien a decir de su amiga, lo adoraba. 

(Foto: tomada de Instagram royal_family-history)

El 6 de junio de 1942, la Reina Isabel y su amiga Alethea platicaron sobre sus amores, tal como se muestra en un fragmento del libro publicado por El País: "Hablamos sobre Hugh y otros hombres, y en la privacidad de su habitación conversamos con más libertad que nunca, porque ella es naturalmente reservada". 

Alethea cuenta que Isabel incluso le dijo que para poder casarse con el hombre de sus sueños tendría que escaparse, aunque en realidad no tuvo que hacerlo, pues finalmente se casó con el duque de Edimburgo.

En otros libros sobre la realeza inglesa, el conde Euston señaló que nunca tuvo otras intenciones con la reina y que no pensó en casarse con ella, de hecho, él se casó con Anne Fortune FitzRoy en 1946. 

(Foto: tomada de Instagram royal_family-history)

De manera paralela, la Reina Isabel II conoció y se enamoró del duque de Edimburgo, tal como se lo contó a Alethea: "¡Me dijo que Felipe, su amante, iba ahí este fin de semana y que debería ir a verlo si regresaba". 

En su diario, la amiga de la Reina Isabel relató que la monarca, quien entonces era una adolescente, le dijo que el príncipe Felipe era muy divertido, una de las cualidades que seguramente terminó por conquistarla por el resto de su vida. 

MRV