El embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Juan Ramón de la Fuente, dio un mensaje ante la asamblea de dicha organización. Este mensaje es en relación con el reciente veto de Rusia al proyecto de resolución del 30 de septiembre y el posicionamiento del país frente al conflicto armado en Ucrania.
Uno de los posicionamientos más fuerte que hizo saber en la asamblea fue:
“México no puede en ninguna circunstancia, aceptar que otro país sea también víctima de este tipo de actos de agresión”
Recordó que México voto a favor de este proyecto de resolución con especial énfasis en el rechazo a la expansión territorial mediante el uso de la fuerza, medios coercitivos y de otros medios que contravenga a la carta de las Naciones Unidas.
Agregó:
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“México como país independiente, ha sido víctima de cuatro intervenciones militares y, como consecuencia de una de ellas, perdió cerca de la mitad de su territorio nacional”
De igual manera recordó que en la carta de las Naciones Unidas, refrendada en múltiples ocasiones por el Consejo de Seguridad como por la Asamblea General, haga que los referendos celebrados en los territorios ocupados en Ucrania, es decir, Donetsk y Lugansk así como Jerson y Zaporiyia, carezcan de validez jurídica internacional.
Agregó que aún tienen menos validez estos referendos en territorios que tienen una intervención militar sin voluntad popular alguna; es por ello que México defiende la soberanía, la unidad nacional, la independencia y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas.
En sus palabras hizo mención sobre un posible enfrentamiento nuclear:
“Cualquier intento de anexión territorial representa una escalada del conflicto armado, incluida una amenaza o un accidente nucleares, en tanto no se delimite un perímetro seguro en torno a la planta nuclear de Zaporiyia o se garantice la seguridad de cualquier otra”
Rechazó los ataques a estructuras civiles pues están en contra del derecho humanitario internacional, así como agravar las crisis por el conflicto y los altos costos de esta guerra sobre la sociedad ucraniana y, por supuesto, a la sociedad rusa.
Llamó con urgencia a esfuerzos conjuntos de actores internacionales con capacidad de convocatoria a una tregua que fomente el diálogo y la diplomacia, para encontrar las vías políticas que pongan fin a la guerra.