A cinco meses del sismo del 19 de septiembre en la comunidad de Cuauchichinola, Morelos cuatro manantiales y dos balnearios se secaron.
De los manantiales fluían 2 mil 500 litros cúbicos de agua por segundo, suficiente para abastecer un río de la zona, mismo donde operaban restaurantes y pescadores en temporadas vacacionales.
De acuerdo con Eduardo Vergara Villalobos, representante de los comuneros informó que desde el sismo de septiembre empezó a disminuir el caudal del agua hasta secarse. Tienen 20 días que el agua definitivamente no fluye, sólo queda un espejo de agua, pero no sale ya.
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Vergara Villalobos pidió al gobierno del estado apoyarlos con algunos estudios para ver qué se puede hacer o ver si el agua esta cerca y saber si se puede reactivar jalándola de alguna forma.
Ante estos fenómenos, la comunidad ha pedido apoyo de recursos del Fondo de Desastres Naturales pues se han visto afectadas a la par la actividad turística local y sus bolsillos; sin embargo las autoridades les han negado la ayuda argumentando que el Fonden ya está cerrado.
"Pues nos dicen que el Fonden ya está cerrado, que únicamente fue para el sismo, pero esto ya se vino muy después, pero pensamos que el agua iba a desaparecer, pues no se iba a ir toda se fue poco a poco hasta que se terminó, y ya que se terminó le estamos diciendo que a ver si nos podían meter en el Fonden y nos dijeron que ya no hay", declaró el representante.
Tras el sismo en Morelos se secaron dos balnearios: El San Ramón y Apotla; mientras que dos más, Agua hedionda y Palo Bolero, se recuperaron con apoyo de las autoridades.
Con información de Radio Fórmula
kach