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Migrantes encuentran en el comercio una opción

Hondureños buscan la manera de distraerse y de paso, ganar dinero, en lo que definen tiempo y ruta para seguir su caravana rumbo a EU

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“El hambre es canija, como dicen los Tigres del Norte. Es mejor vender que andar pidiendo y Dios bendice al que lucha para sobrevivir, porque hacer fila aquí (en el albergue) para comer es difícil. No nos gusta eso, por eso preferimos trabajar y cuando nos pega el hambre vamos a comer sin hacer cola”, indica Isaías López, de Honduras.

Isaías vende memorias flash para el celular dentro del albergue. Relata que al tercer día de estar en la CDMX preguntó a unos policías capitalinos donde podría ir a comprar cosas para vender. Le dijeron que el Centro Histórico, atrás de la Catedral Metropolitana.

“Llegué a una tienda en donde se compra cómodo para vender cómodo. Como somos hondureños nos tenemos que ayudar unos a otros”.

Isaías comenta que los vendedores ambulantes mexicanos que ofrecen sus productos dentro del albergue los dan más caros. “Ambos nos ayudamos, me ayudan a mi, y yo a los que me compran”.

Señala que ya está aburrido de estar en la Ciudad de México sin hacer nada, por eso decidió vender y distraerse en algo.

“Hemos venido vendiendo algo. Hay que buscar qué hacer, porque habemos personas que lo que queremos es trabajar y venimos con buenas intenciones”.

Alexandra Rodríguez, de El Salvador, fue la primera mujer migrante en entrar al albergue en la Ciudad Deportiva. Ya tiene cinco días de estar en la CDMX y vender cigarros es una forma de distraerse y ganar dinero.

“La verdad ya me quiero ir. Lo que queremos es avanzar ahorita que estamos estancados, no estamos beneficiándonos en nada. Lo único es que sí nos han atendido muy bien en la Ciudad de México. La idea era descansar uno o dos días aquí y ya vamos para seis. Nosotros que andamos solos preferimos caminar porque la misión es llegar a Estados Unidos y no quedarnos en México”.

AJ