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“Nosotros nacemos y ya sabemos hacer mezcal”

Reclaman mezcaleros de Oaxaca que se amplíe la denominación de origen de la bebida a otros estados

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Gregorio Martínez García del pueblo de San Baltazar Guelavila, Oaxaca, abrió su fábrica de mezcal en 1997 y desde entonces su bebida ha llegado a Europa y Asia, además del interior de la República. Su único hijo también se dedica al negocio familiar. 

La tradición de cosechar el agave y producir el mezcal lo aprendió de su padre, quien era jornalero. De joven, Gregorio decidió fundar su propio palenque y entrarle de lleno a la comercialización. Al principio sufrió para venderlo, ahora se acaba como si fuera agua. 


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Actualmente su producto está en riesgo con el boom que ha tenido esta bebida a nivel nacional y mundial. El Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) determinó otorgar la denominación de origen del mezcal a Morelos, Estado de México y Aguascalientes. Con esa resolución se amplía el rango de nueve a 12 estados.

Los productores artesanales de mezcal de Oaxaca están en contra que se le otorgue la denominación de origen a otros estados, ya que, argumentan, ellos nunca han producido esta bebida y ni siquiera cuentan con las condiciones ambientales que se requieren para que crezca el agave. Lo único que fomentaría es que baje la calidad y haya más competencia. 

Ellos no saben como es la preparación artesanal del mezcal y al otorgarles la denominación de origen se abre la puerta para que produzca de otra manera y se pierda la tradición o se manche, además de que nos quiten compradores”

Su palenque “Tres mezquites” produce 700 litros de mezcal al mes. Antes casi no se vendía. En los últimos años incrementó el consumo y también su venta. “Ahora tenemos clientes de Nueva York, Australia, Canadá y San Francisco”. 

También otro problema al que se enfrentan los pequeños productores es que se ha encarecido el maguey, por lo que han tenido que incrementar el precio de esta bebida. 

Rubén Martínez Hernández es productor de maguey y mezcal de Santiago Matatlán. También está en contra de la ampliación de la denominación de origen. Comenta que esta bebida nació en Oaxaca y ahí es donde mejor se prepara. 

Desde niño, el señor Rubén está familiarizado con el proceso artesanal. Él veía como su padre y abuelo lo destilaban, así aprendió. Su palenque tiene más de 30 años y hace mezcal para el consumo local. 

A pesar de la fama del mezcal, las ventas se han detenido porque ahora cualquiera hace mezcal, aunque el reto es producirlo de mayor calidad para que la gente siga comprando. 

“El único trabajo que tiene nuestro pueblo es el mezcal, por eso lo defendemos. Desde que nacemos aprendemos a hacer mezcal. Los abuelos nos los heredaron, ahora somos nosotros y nuestros hijos”, comenta Martínez Hernández.  

"El mezcal es cultura"

Félix Arellanes Ángeles pertenece a Santa Catarina Minas, el único pueblo de Oaxaca que aún mantiene la tradición de hacer el mezcal en ollas de barro. Es a leña y su proceso es totalmente orgánico. Su producción es de aproximadamente un mes desde que cortan el maguey, lo cocen, lo fermentan y ya después se destila. 

“Estamos defendiendo nuestro patrimonio porque para nosotros el mezcal es vida y es una forma de sustento”, dice el también presidente municipal. 

Santa Catarina Minas es un poblado ubicado a 40 minutos de la capital oaxaqueña, asentado en una zona mezcalera con más de 200 años de tradición. Tiene mil 980 habitantes y la mitad se dedica a la siembra, cosecha y producción del mezcal. 

“Se necesita mucha gente, porque hay que sembrar el maguey, limpiarlo, cortarlo, hay ir a traer la leña para cocerlo. Hay magueyes que duran de 7 a 20 años. El mezcal no es algo tan fácil. Es una bebida que es principal en nuestra forma de vida y es algo con lo que no se debe de jugar”, señala Arellanes Ángeles. 

Hipócrates Nolasco Cansino, presidente nacional del Consejo Regulador del Mezcal, explicó que en 25 años son nueve los estados que han logrado la denominación de origen. Sin embargo, desde hace seis años esta bebida ha demostrado un crecimiento de grandes resultados. 

“Está devolviendo migrantes, está creciendo en valor, ya no es más una bebida alcohólica como tal. Hoy es la cultura líquida de México. Que representa la forma de vida de más de 90 mil campesinos. Es por eso que se atenta contra la forma de vida de todas estas familias a nivel nacional”. 

Agrega que al otorgar una denominación de origen a lugares donde no hay condiciones, se demerita el trabajo que por cientos de años la tradición de la producción mezcalera ha mantenido.

“Nos ha costado mucho trabajo elevar el valor del mezcal. Hace siete años, era un producto de muy poco valor que distinguía el estrato de quien lo bebía. Hoy está dando los mejores resultados de desarrollo económico, por lo que también hay estados e intereses que se les antoja desarrollar a sus pueblos con ello, y no es una cosa de solo plantar, sino que la denominación de origen debe merecerse”.  

Debido a la inconformidad, cientos de productores del mezcal, representantes de los nueve estados con la actual denominación, integrantes del Consejo Regulador y el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, realizaron una marcha este martes que llegó a las instalaciones del IMPI para exigir que se reponga el proceso y no se amplíe más esta categoría. 

Los estados con la actual denominación de origen son Puebla, Oaxaca, Michoacán, Durango, Guerrero, San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas y Zacatecas. La ampliación, por resolución del IMPI, se ampliaría al Estado de México, Aguascalientes y Morelos. 


JGM