México rechazó la construcción del muro que Estados Unidos planea construir en su frontera, este lunes en la 48 Asamblea General de la OEA, e hizo un llamado a que la negociación debe ser un mecanismo para resolver diferencias.
México es un país que no cree en los muros; Mexico cree en los puentes que se construyen en los pilares del respeto mutuo y el respeto al derecho internacional, enfatizó el canciller mexicano Luis Videgaray durante su intervención en la segunda sesión plenaria del foro hemisférico.
Leer también en La Silla Rota: México llevará a la OMC guerra comercial con EU
El canciller mencionó que dichos puentes deben construirse a través del diálogo sincero, la negociación y la búsqueda de coincidencias.
Dijo que México cree en los mecanismos para fortalecer la amistad, la cercanía y “el cariño entrañable” entre América y el Caribe.
Hizo un llamado a otros países del continente para unirse por la defensa de los derechos humanos de los migrantes, sin poner atención a las aportaciones que estos hacen a las economías de los países a los que migran.
“Creemos que la organización y la región deben alzar la voz para defender la dignidad y los derechos humanos de los migrantes, sin importar cuál sea su situación jurídica”, dijo.
Consideró que esta defensa debe darse a la par de un reconocimiento del valor que el trabajo de los migrantes tiene para la economía, para la sociedad y cultura de los países que los reciben.
“Reconocemos plenamente la soberanía de todos los Estados americanos. Reconocemos el pleno derecho que tiene cada país a determinar su política migratoria, pero esa soberanía no puede estar por encima de la dignidad de la persona y el respeto a los derechos humanos”, mencionó.
También se refirió a la fortaleza de la defensa de la democracia en la región, sin referirse a ningún país, indicando que esta “es una obligación jurídica, ante el continente, ante el mundo”.
Expuso que su país asume plenamente esta responsabilidad, respetando los principios de autodeterminación y soberanía nacional.
“Invocar estos principios para proponer la indiferencia no es otro cosa que convocar a una complicidad tácita, a no atrevernos a señalar lo que ocurre de mal en un país para que no nos señalen a otros, o simplemente a mirar al techo cuando la democracia se colapsa, en beneficio de unos cuantos y en perjuicio de todos los demás”, dijo.
(Con información de Notimex)
CMO