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México en problemas

AMLO ya está en el ojo del huracán a nivel mundial pues sin ser presidente en funciones ya se tomó atribuciones que aún no le competen. | José Luis Castillejos

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Escrito en OPINIÓN el

Aún no inicia su gobierno y Andrés Manuel López Obrador ya tiene una serie de problemas por sortear: un futuro desabasto de combustible si anula la compra de 1.4 millones de barriles de petróleo a Estados Unidos, la cancelación de la construcción del aeropuerto en Texcoco, el tren Maya, tema de los migrantes, la inseguridad, el desempleo y la pobreza, entre otros.

Recientemente AMLO envió dos emisarios ante el director general de PEMEX, Carlos Treviño para decirle que cancelara la compra de hidrocarburos. Este ni tardo ni perezoso respondió: después del 1 de diciembre cuando asuma (López Obrador) la presidencia de México podrá cancelarlo con las graves implicaciones que ello represente para el país.

Y en medio de la pataleta de Rocío Nahle, próxima secretaria de Energía y de Octavio Romero, futuro reemplazo de Treviño en la paraestatal, el todavía director de Pemex anunció la compra que desencadenó la furia de AMLO y tachó de corruptos e ineficientes a quienes tomaron la decisión.

Otro problema que se le avecina y que podría generar la corrida de capitales es la cancelación de la obra del aeropuerto de Texcoco. El Consejo Mexicano de la Industria advirtió que hay inquietud internacional por el próximo gobierno en México e impactaría en las futuras inversiones.

López Obrador sin quererlo, o a propósito, ya está en el ojo del huracán a nivel mundial pues sin ser presidente en funciones ya se tomó atribuciones que aún no le competen y convocó a consulta para que los mexicanos decidiéramos si aceptábamos o no sus reglas de juego. Esa consulta resultó una gran farsa porque nadie la fiscalizó y se hizo al trancazo.

Airways Magazine –la revista más especializada a nivel mundial en aviación y aeropuertos– consideró que hay “poca visión” de parte de López Obrador para entender los nuevos tiempos en todo el planeta.

“El megaproyecto que aún sigue en marcha, le costará a México más de 10 mil millones de dólares, en caso de que López Obrador continúe con la decisión de suspenderlo”, indicó.

“Además, López Obrador propuso mejorar el Aeropuerto de Toluca –ubicado a unos 64 kilómetros de la Ciudad de México–, y señaló que al ir en esta dirección, se ahorrarían miles de millones de dólares al preservar la inversión en las instalaciones actuales del aeropuerto”, según la publicación.

Más y más consultas

Pareciera que AMLO está haciendo las cosas al “ahí se va” pues tras las decisiones tomadas, sin ser aún gobierno, se retracta. Sin medir el impacto ambiental ya lanzó la idea de construir el Tren Maya y nadie cuestiona esta idea por temor a enfrentarse a quien gobernará a México en los próximos seis años.

El 24 y 25 de noviembre se realizará una nueva consulta sobre el Tren Maya, el proyecto del Istmo de Tehuantepec, la construcción de la refinería en Tabasco y diez proyectos sociales.

Amplios sectores de la población que tiene acceso a las redes sociales ya se han manifestado. Unos a favor de AMLO y otros en contra de lo que consideran un autoritarismo. La consulta –se transpira– huele a fraude. ¿Para qué realizar una consulta sobre una decisión unipersonal del presidente electo?

Frente a los cuestionamientos que se les hace desde las redes sociales, López Obrador ha salido con el pie por delante descalificando a sus detractores. Él asegura que en democracia es necesaria la consulta ciudadana. Si va a gobernar así consultando todo, México se le va a escapar de las manos al tabasqueño.

En su cuenta oficial de Twitter, Fernando Belaunzarán, un político de profesión, de izquierda por convicción, que se define como irreverente de tradición y hereje por vocación, aclara que “en ninguna ley se faculta al presidente (electo) para suspender o cancelar obras de un aeropuerto que, por cierto, no requería de recursos públicos. @lopezobrador_ lo hizo antes de tomar posesión, escudándose en consulta fraudulenta”.

Define la postura de AMLO como un “autoritarismo propio del viejo régimen. Al tiempo que acuerda con contratistas que sin licitación tendrán la misma obra que en Texcoco y se compromete con la banca a que en tres años no se regularán sus comisiones leoninas, AMLO y sus achichincles descalifican a la oposición como ‘fifí’”.

Lo del Tren Maya también traerá cola, pues hoy muchos ecologistas se oponen a su construcción dado el grave daño que ocasionará por la zona donde tendrá su recorrido. Vastas zonas ganaderas y madereras morderán el polvo si se concreta, como parece, el sueño de López Obrador de interconectar la ruta Maya.

En ese escenario, AMLO ya tuvo su primera marcha en contra y aún no es gobierno. La protesta en su contra realizada en la capital mexicana es un campanazo de alerta y un severo llamado de atención al dirigente de MORENA. Pero ¿le interesa a López Obrador la opinión de la ciudadanía cuando él siente que tiene el respaldo de más de 30 millones de votantes pese a que tenga a 60 millones en contra?

López Obrador tendrá que resolver, entrando, entrando, a su gobierno otros problemas como el tema de los migrantes a los que prometió trabajo y seguridad en México cuando millones de compatriotas no tienen ni para comer.

Es obvio que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump no dejará ingresar a los centroamericanos a su territorio y militarizará su frontera, y como México no puso un alto al éxodo de ciudadanos desde su frontera en el río Suchiate pues ahora que ya están en suelo mexicano los “visitantes” se acantonarán en ciudades del norte de México con todos los problemas que ello representa.

El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que su Administración “dará visas de trabajo” porque en México habrá una “tasa cero de desempleo”

Aún no se sabe cómo hará López Obrador para atenuar el impacto que sobre México tiene el problema de la inseguridad y el desempleo. Pocos, sin embargo, lo cuestionan pues temen represalias o que desde las redes sociales haya una especie de linchamiento contra quienes opinan en contra de lo que será la administración del presidente electo.

Al parecer este será un sexenio interesante donde la prensa tendrá mucho qué escribir a menos que se alinee con el gobernante de turno para hacerse de contratos millonarios de publicidad.

Veremos.

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