NEZAHUALCÓYOTL.- Entre nervios, esperanza y uniformes azules y cafés, quienes habitan en los centros penitenciarios del Estado de México fueron vacunados. Pese a que viven privados de la libertad, el virus traspasó las rejas y los filtros.
Las personas privadas de la libertad que se encuentran dentro del Centro de Reinserción Social Neza Bordo en el municipio de Nezahualcóyotl y del penal de Santiaguito, ubicado en Almoloya de Juárez recibieron la primera dosis de la vacuna AstraZeneca.
"POR EL TIPO DE ENFERMEDAD QUE TENGO CORRO MÁS RIESGO DE CONTAGIARME"
Justo hace tres meses Daniel, nombre que prefiere para ocultar su verdadera identidad, perdió su pierna derecha por una complicación derivada de la diabetes que parece.
Todo se originó por una infección que adquirió en uno de sus dedos, que no pudo ser controlada por el personal médico, y que finalmente los obligó a amputarle su extremidad.
#Metrópoli | Ya inició la vacunación para personas privadas de la libertad en un penal de Nezahualcóyotl; Daniel padece diabetes y dice que ya se siente más seguro. #ep https://t.co/LJMJkfqHqr pic.twitter.com/nK0pBDsQyN
— La Silla Rota (@lasillarota) September 27, 2021
"Tuve una infección en un dedo y me lo tuvieron que amputar, creció en un pie y ya no se pudo controlar, entonces lo que pasó es que me tuvieron que amputar y hoy justo cumplo tres meses de eso", explicó.
Daniel vive con diabetes, condición de riesgo ante la covid-19 (Fotografía: Manuel López)
Sentado en una silla de ruedas y vestido con ropa de color café, desde hace ocho años se encuentra recluido entre las cuatro paredes del Centro de Reinserción Social Neza-Bordo, localizado en Nezahualcóyotl.
A sus 46 años, Daniel tiene una condena en su contra por el delito de homicidio y por el cual deberá de cumplir 66 años y tres meses en prisión.
"Por el tipo de enfermedad que tengo corro más riesgo de adquirir un contagio", dice.
Y es que enfrentar las altas y bajas de azúcar y la incertidumbre de contagiarse de covid-19 alejado de su familia lo ha mantenido con cierto temor dentro del penal.
Sin embargo, esta mañana junto a cientos de sus compañeros privados de su libertad acudieron al área de enfermería para recibir su primera dosis anticovid de la farmacéutica AstraZeneca.
Los detenidos del penal de Nezahualcóyotl fueron inmunizados con AstraZeneca (Fotografía: Manuel López)
Ahí, dice estar consciente que se encuentra dentro de la población vulnerable al virus en una condición diferente al resto de la población, pero confía en que el biólogo lo ayude a tener mejores defensas.
"Ya estoy más tranquilo porque es una defensa contra el virus".
Previo a su inoculación, Daniel pudo platicar con sus familiares a quienes les adelantó que recibiría la vacuna para protegerse de la covid-19.
"Ya les había comentado y les dio mucho gusto que ya nos tomaron en cuenta más que nada. Ahorita que recibimos esto ya me siento un poquito más seguro", agregó.
En menos de 15 minutos el personal médico lo inyectó, cumplió el periodo obligatorio para descartar alguna reacción adversa y volvió a su celda para continuar con su vida habitual dentro del reclusorio.
VACUNARÁN A MÁS DE 4 MIL RECLUSOS
A partir de hoy, personal de la Secretaría de Salud inició con la vacunación anticovid-19 para las personas privadas de la libertad que se encuentran dentro del Centro de Reinserción Social Neza Bordo en el municipio de Nezahualcóyotl.
Prevén que más de 4 mil presos serán inmunizados durante esta jornada (Fotografía: Manuel López)
De acuerdo con las autoridades estatales, a lo largo de la jornada se prevé inmunizar a más de cuatro mil personas, quienes se encuentran en este centro penitenciario bajo proceso judicial y una sentencia condenatoria.
En este centro se estima que hay cerca de 500 personas en situación vulnerable, quienes previamente ya recibieron la vacuna de Cansino para protección del nuevo coronavirus.
VACUNACIÓN ANTICOVID EN EL PENAL DE SANTIAGUITO
Entre la fila para recibir la vacuna anticovid destaca Martha, ella lleva 12 años en el penal de Santiaguito, ubicado en Almoloya de Juárez, no sólo enfrenta un proceso en su contra, es sobreviviente de la covid-19.
Con los ojos fijos en la aguja, mientras el biológico de AstraZeneca entra a su organismo, suspira. Un poco más segura, piensa para sus adentros. Cuando comenzó la pandemia, se infectó, pensó que iba a morir.
“Ha sido duro porque también la economía baja pero gracias a Dios he cubierto mis gastos por la mera misericordia de Dios, la verdad. Es difícil estar aquí porque tengo tres hijos allá afuera. Yo tuve covid cuando empezó la pandemia, me sentí bastante mal, pensé que me iba a morir porque en las noches, el cuerpo como se jalaba, no podía respirar, no podía ni hablar, nada más me puse a hablar con Dios y le dije que me diera otra oportunidad de estar otra vez con mis hijos y con mi familia”.
Martha tiene 42 años y es originaria del estado de Morelos, está acusada de privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro y delincuencia organizada. Desde hace 12 años y medio trata de demostrar su libertad. No ha sido condenada, así que viste de azul, el proceso en su contra sigue abierto.
“Me siento bien, ligera molestia en el brazo pero no es gran cosa, me siento más tranquila porque ya estamos protegidos. Hace más de tres años no veo a mi familia porque es de Morelos, la economía no da para que vengan, ellos tienen sus gastos, cuando puedo compro tarjetas para llamarles”.
En otra área del penal está Miguel, quien ingresó al penal de Santiaguito hace 2 años y ocho meses, acusado de delitos contra la salud. Él también esperaba su dosis de la vacuna anticovid, pues ha visto a sus compañeros enfermar y sabe lo que la pandemia ha generado en el mundo que no pisa desde hace 30 meses.
“Desde que comenzó la pandemia nos habían dicho que iba a llegar la vacuna y fue hasta hace unos días atrás que nos confirmaron que ya nos iban a vacunar. Hubo muchas restricciones en el penal, se implementó el uso de del cubrebocas, todas las medidas pro lo más difícil fue la falta de visita que se suspendieron unos meses y paulatinamente se fueron dando pero ya no como antes. Varios compañeros del penal tuvieron síntomas y los aislaron”.
Vacunación anticovid en el penal de Santiaguito, Almoloya de Juárez
“Me siento bien y pues, ya más tranquilo, más seguro de que no me voy a enfermar de covid. Nos dieron indicaciones de que si nos sentíamos mal nos iban a mandar a la clínica o dar algo para el dolor y si eran más intensos pues nos pidieron que avisáramos.
LA VACUNACIÓN EN PENALES
Este lunes se destinaron 31 mil 161 vacunas AstraZeneca de origen estadounidense, al interior de los 21 Centros Penitenciarios y de Reinserción Social mexiquenses.
Acorde al protocolo sanitario, las personas privadas de la libertad (PPLs) acudieron de forma ordenada a la primera dosis de esta vacuna administrada vía intramuscular, y cuya segunda aplicación debe estar separada por un intervalo de entre 8 y 12 semanas; enseguida esperaron el tiempo referido por las autoridades para constatar que no existiera algún síntoma inusual.
La jornada de vacunación estuvo a cargo de enfermeras y enfermeros del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), a la vez, elementos de la Guardia Nacional, custodios y personal administrativo de los penales vigilaron el proceso.
En junio se aplicaron tres mil 328 vacunas CanSino de una sola aplicación, las cuales fueron aplicadas a igual número de PPLs vulnerables, de la tercera edad y con algún tipo de enfermedad crónico degenerativa.
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