Rodrigo Neri Luna estudia ingeniería química industrial. De 20 años, vive en el barrio de San Miguel, en Iztapalapa. Este año será el encargado de representar el papel de Jesús en la Pasión de Iztapalapa, que por segunda vez se escenificará en el Santuario del Señor de la Cuevita, debido a la pandemia de la covid-19.
Se trata del mismo lugar donde hace 178 años nació la representación que es famosa a nivel mundial. Fue luego de que los habitantes le pidieran al Señor de la Cuevita detener la epidemia de colera morbus que asoló a México a inicios del siglo 19. A cambio, ofrecieron hacer la Pasión si el brote cesaba, cosa que ocurrió, dicen las crónicas de Iztapalapa.
“Yo le digo que era como si fuera la covid-19 de esa época, pero a nivel local”, comparó Rodolfo.
“Se cumplió el milagro y año con año y con esta representación se refrenda ese ‘gracias’ y ahora en tiempos de la pandemia pedimos para que ésta cese”.
TEATRO DE MASAS
Después, con el paso de los años la Pasión se convirtió en un teatro de masas que logró convocar hasta dos millones de personas, que veían el juicio de Jesús en la explanada del Jardín Cuitláhuac, a unos metros de la sede de la alcaldía, y luego su viacrucis rumbo al Cerro de la Estrella, donde era crucificado.
Pero la pandemia de covid-19 vino a interrumpir eso y este año no habrá público ni recorrido por las calles, ni la participación de alrededor de 2 mil actores ni un despliegue policíaco para preservar la seguridad de los asistentes. Ahora será a puerta cerrada, aunque transmitido por las redes sociales y por televisión.
“Es volver a nuestros orígenes y lo que esta representación en sus inicios fue, exactamente en el mismo lugar donde ahora la haremos”.
Toda la Semana Santa los nazarenos, judíos y romanos, y el cuadro principal, apóstoles, sirvientes, María y las demás vírgenes y él mismo, en su papel de Jesús, con su representación darán gracias al Señor de la Cuevita.
Dijo que incluso a él le parece más bonito, regresar a sus orígenes.
“Yo lo considero más bonito porque es regresar a nuestro origen, es donde nació y surgió nuestra primera representación”, remarcó.
SU PREPARACIÓN
Sobre su preparación para realizar el papel del fundador del catolicismo, explicó que es en dos sentidos: física y espiritual. Sobre la primera tiene equipo en casa y además el Comité Organizador de la Semana Santa Asociación Civil (Cossiac) le propuso una rutina que incluye, entre otros ejercicios, lagartijas, barras y estar colgado. Rodolfo estará sometido los próximos días a un esfuerzo corporal enorme, pues deberá cargar una cruz que pesa aproximadamente 95 kilógramos y hacer un recorrido en un calor sofocante, además de que estará crucificado, y aunque es una representación, se trata de un despliegue de fuerza mayúsculo.
Respecto a la espiritual se ha reunido, mediante videollamadas, con personas cercanas a la Iglesia y del Comité. Recibe pláticas sobre la importancia del papel que encarna y su significado para la gente que verá el evento, que se transmitirá en redes sociales y canales de televisión pública, como son el 11 y el 14.
EL AÑO PASADO FUE EL APOSTOL JUAN
El año pasado participó por primera vez en la Pasión de Cristo en Iztapalapa y encarnó el papel del apóstol Juan. Para la representación de este año, de parte del Comité les avisaron que debido a la pandemia, no se iba a hacer selección de los actores, y que quienes participaron en 2020, podían volver a interpretar los mismos papeles.
“Se nos comentó que podíamos repetir el personaje siempre y cuando aceptáramos y también cumpliéramos las restricciones sanitarias. Las cumplimos y ahora estamos aquí”.
En su caso, él buscaba repetir en el papel de Juan, ya que hace dos años hizo una manda donde se propuso hacerlo. Sin embargo, quien hizo el papel de Jesús el año pasado, declinó repetir, lo mismo que María y el Ángel, por lo que se lo ofrecieron y él aceptó.
Recordó que cuando le avisaron, de parte del Cossiac, a fines de enero, recibió una videollamada y le preguntaron si estaba con sus papás y le consultaron a su mamá si lo autorizaba a hacer el papel. Ella respondió que sí. En Iztapalapa es un honor participar en la Pasión.
Sin embargo, hasta que lo vieron ya en el papel, en la celebración del Domingo de Ramos, sus papas ya se la creyeron, compartió Rodolfo.
-¿Cómo se sintió el domingo, en su primera aparición ya con su papel ?
-Al inicio me sentí nervioso. Pero después agarré confianza y todo fluyó como el agua. Ahora ya estoy más consciente del peso que tengo sobre mi espalda, en los 178 años de la representación.
PIDE ORAR EL PADRENUESTRO POR VÍCTIMAS DE COVID
Pidió a las personas recuperar la fe y para ello les sugirió a quienes vean la transmisión de su detención, la noche del Jueves Santo, que recen con él el Padrenuestro.
También anunció que dedicará la oración a quienes haya perdido familiares por la covid-19 y a aquellas personas que tienen la enfermedad, para que sanen, así como al personal médico y para los que también están sanos y salvos.
“También va a ser la forma de dar gracias al personal médico y que están adelante en la batalla contra la covid 19, para que cese”.
Su familia también ha participado en las actividades de Semana Santa en Iztapalapa. Tanto su padre como su tío han sido nazarenos y sabe que lo que ellos hacen -cargar una cruz por los 8 barrios, a veces descalzos- es para agradecer a Dios por alguna manda.
Pero este año, para evitar la posibilidad de contagio, les pidió que no salgan y que ellos orarán en su lugar.
“Cuídense, no salgan de casa, nosotros en la representación rezamos por ustedes y la ofrenda que ofrezco del Padrenuestro, con eso y con que sigan la transmisión será como dar gracias; es por las medidas que debemos tomar para evitar aglomeraciones y respetar las normas. Les pido que se queden en casa y refrenden el acto de fe; no solo como nazareno podemos pagar, se puede hacer de diferentes formas, una es quedarse en casa, ver la representación y orar en todo momento”.
(Sharira Abundez)