Main logo

Vehículos no son todo el problema: especialistas

La Ciudad de México tiene unos 5,6 millones de automotores en circulación, de los cuales 1,5 millones paran durante la fase uno de contingencia ambiental

Escrito en METRÓPOLI el

Medidas como la prohibición de circulación de vehículos o el fomento del uso del transporte público, no solucionarán totalmente el problema de fondo de contaminación en el Valle de México, coincidieron especialistas. Controlar el ambulantaje y desorden vial son otros de los factores a tomar en cuenta como las soluciones ante la mala calidad del aire. 

“En la Ciudad de México, los verificentros están mejor controlados, pero en el Estado de México, los verificentros son fuente inagotable de corrupción.  Evidentemente empeora la calidad del aire, no es posible saber a ciencia cierta cuantos de los vehículos verificados cumplan realmente con la norma. Pasa lo mismo con los inspectores, que vigilan las industrias que disminuyan su operación; de igual manera los mismos propietarios reanudan las actividades en la noche, para que no se vea la chimenea con contaminantes”, afirmó Leonardo Martínez Flores, académico de la Universidad Iberoamericana.

Para la doctora Margarita Castillejos, del departamento de Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la contaminación se relaciona con la onda de calor, el número de automóviles que circulan en la Ciudad de México y también con el cambio climático.

"Son niveles muy altos de ozono, pero se entiende porque casi se ha duplicado la planta de vehículos. Cada vez hay más autos; en el 2000 había casi tres millones y ahora el doble", dijo la experta en los efectos de la contaminación en la salud.

La Ciudad de México tiene unos 5,6 millones de automotores en circulación, de los cuales 1,5 millones paran durante la fase uno de contingencia ambiental.

El crecimiento del parque vehicular "no se ha cuidado, aunque se ha actualizado, son más nuevos, pero todavía existen muchos (autos) que no tienen las condiciones para circular", indicó Castillejos.

Otras causas apuntan a la onda de calor y al cambio climático, que hace que la tierra esté más caliente, lo que hace que la contaminación sea un problema multifactorial, apuntó. Además de los vehículos y la industria, dijo, en la capital mexicana existen otras fuentes de contaminación como los puestos de comida en la calle, que en apariencia son pequeñas, pero que en conjunto "producen ozono y partículas suspendidas".

Todo esto hace de la contaminación y sus efectos un problema "muy complejo" que involucra aspectos que, en opinión de Castillejos, no han sido observados por las autoridades encargadas de combatirla."No están viendo el problema: que dejen de circular autos puede ayudar, pero la verdad no es todo lo que debería hacerse", manifestó al demandar otras medidas como el mejoramiento del transporte público en la capital.

El tema del transporte público "se viene diciendo desde el año 2000 porque se deben cumplir normas mínimas para que la población esté dispuesta a dejar el auto", agregó.

La Zona Metropolitana del Valle de México, formada por la Ciudad de México y municipios de los Estados de México e Hidalgo, vivió entre el 15 y el 21 de mayo su contingencia ambiental más larga al aplicarse la primera fase de la misma por seis días consecutivos.

Antes de esta emergencia ambiental, el antecedente inmediato se remonta a la declarada del 3 al 5 de mayo de 2016, según el historial del programa de emergencias de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México.

Creación de zonas de trabajo en lugares específicos 

En entrevista con La Silla Rota, Leonardo Martínez, también director del Centro de estudios sobre equidad y desarrollo urbano, señaló que una de las acciones que se deben emprender es la creación de fuentes de empleo en ciertos lugares de la megalópolis, con el fin de evitar largos traslados de las personas.

 “Es una ilusión, un espejismo el fomentar el uso del transporte público en lugar del automóvil, no es una solución de fondo. Los especialistas y organizaciones promueven esta medida como una panacea, pero no entienden el problema de fondo, que tiene que ver con los orígenes y destinos de los viajes de las personas”, manifestó.

El especialista en desarrollo urbano y estudios ambientales detalló que el programa como el Hoy no Circula y las medidas que se toman en las diferentes fases de la contingencia ambiental, tienen defectos que provocan que la contaminación continúa.

Martínez Flores explicó que, en ocasiones, la prohibición del uso de automóviles con ciertos engomados, solamente contribuye a que incremente el kilometraje recorrido de los coches que sí circulan.

Dijo que no se tiene el control de cuántos kilómetros recorre cada auto, por lo que pueden llegar hasta superar las trayectorias que cuando sí circulan todos los vehículos; por lo que los contaminantes emitidos serán mayores.

“La gente que tiene automóvil, busca la manera de realizar sus actividades cotidianas, los vehículos que sí puedan circular, suelen recorrer más kilómetros al día, que un día normal. Los kilómetros que dejan de recorrer los vehículos que no pueden circular, son rebasados a veces por los vehículos que sí pueden, ya sea porque dejan a todos los miembros de la familia, o vecinos se ponen de acuerdo para trasladarse en un mismo vehículo; y, por lo tanto, aumentan los contaminantes que se emiten a la atmosfera”, expuso.

Respecto a la iniciativa de promover más el uso del transporte público, Leonardo Martínez sentenció que no traerá solución al problema de contaminación en la ciudad, sino que se debe trabajar en los traslados que deben hacer las personas diariamente para ir al trabajo, la escuela o de compras.

Detalló que hay quienes recorren largas distancias de un punto a otro, como de los municipios del Estado de México, hasta el centro histórico de la Ciudad de México; o de una punta de la ciudad a otra para llegar sus centros de empleo o estudios.

Esto, señaló que se trata de un mal diseño urbano de la metrópoli, así como económico; por lo que instó a crear fuentes de trabajo, escuelas y lugares de esparcimiento para disminuir las trayectorias que tienen que hacer las personas diariamente.

“El problema de fondo es en donde estudia y trabaja la gente. En el fondo es un problema de no haber sabido planear adecuadamente y de manera conjunta el desarrollo urbano y el desarrollo económico. Entonces nunca va a alcanzar a satisfacer la demanda de transporte, siempre va a estar rebasada, el transporte público o el prohibir vehículos no es la solución, sino crear fuentes de trabajo, escuelas, lugares para comprar lo que necesitan, en diferentes puntos, hacer una megalópolis policéntrica”, subrayó.

De igual manera, Leonardo Martínez, académico de la IBERO, lamentó que actos de corrupción dentro de los centros de verificación vehicular o de inspectores de las industrias provoque la situación de contaminación ambiental no mejore. 

Detalló que en el Estado de México es frecuente que los encargados de la revisión de los automóviles para permitir su circulación de acuerdo al número de contaminantes que expide, sean sobornados para aprobar la calidad de los coches.

Asimismo, los inspectores que deberían revisar en cierta etapa de la contingencia ambiental que las industrias dejen de trabajar para disminuir la expedición de contaminación, pueden cooptados para no hacer lo que les corresponde.