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Unión, FuerzaAntiUnión y 'El Duke' disputan Reclusorio Oriente

“El Tortas” dejó instrucciones para apoyar la guerra que se avecinaba contra la Unión, luego de que “El Betito” fuera arrestado en agosto de 2018

Escrito en METRÓPOLI el

Los recientes asesinatos y amenazas contra custodios del Reclusorio Oriente tienen su origen en 2015, cuando Jorge Flores Conchas “El Tortas”, líder de Fuerza AntiUnión, y el ex policía preventivo Luis Eusebio Duque Reyes “El Duke” se enfrascaron en una guerra por el control del penal que se trasladó a las calles de Ciudad de México.

El saldo fue de una decena de asesinatos, tanto de trabajadores carcelarios como de civiles, cuyo ejemplo más abominable fue el del hombre  envuelto en vendas, a manera de momia y que fue colgado del puente de la Concordia, en octubre de ese año.

Cuatro años más tarde las alianzas y rivalidades aparentemente cambiaron: hoy, “El Tortas” parece aliado de “El Duke” en contra de la Unión de José Alberto Maldonado López “El Betito”, preso en este penal junto con su mano derecha, David García Ramírez “El Pistache”.

Algunas de las quejas y amagos dejados últimamente en mantas apunta a que varios reos relacionados con “El Tortas” y “El Duke” han sido reubicados en otros penales, no así los de la Unión, que podrían estar aumentando en número.

Así, mientras “El Tortas” está en un penal federal, “El Duke” está libre y según “El Giovanni”, uno de sus pistoleros detenido y vinculado al homicidio de dos mujeres custodio en febrero del año pasado, se le ha visto en Altamirano, Guerrero, donde estableció un sistema de reclutamiento a través de un ex militar apodado “El Chito”.

Sin embargo, “El Tortas”, cuando fue detenido en mayo pasado quedó preso en el penal de Neza Bordo, controlado por Ricardo Andueza Velázquez “El Miraviones” uno de sus más cercanos colaboradores, acorde con el informe “Custodios”, elaborado por la Policía capitalina y al que La Silla Rota tuvo acceso.

Allí, “El Tortas” dejó instrucciones para apoyar la guerra que se avecinaba contra la Unión, luego de que “El Betito” fuera arrestado en agosto de 2018 y maquinara de a poco un plan para sembrar su poder en el Reclusorio Oriente.

Ya meses antes ambos habían desatado una guerra por la zona centro de Ciudad de México, cuyo momento más álgido llegó dos meses antes de la captura de “El Betito”, con dos cómplices de “El Tortas” asesinados, desmembrados y tendidos junto con una manta en Insurgentes Norte.

Al tiempo que “El Tortas” presumía una supuesta alianza con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) para acabar con la Unión de la B, “El Betito” aseguraba a sus colaboradores que eso era mentira, pero ahora se cree firmemente que la alianza era en realidad con “El Duke”, su antiguo enemigo, quien el informe “Custodios” liga directamente con el Cártel de Juárez.

De hecho, el mismo “Duke” se hacía llamar “El Duke de Juárez”, amén de su cercanía con Juan José Quintero Payán, uno de los fundadores de dicho cártel, además de haber estado recluido justamente en Ciudad Juárez, luego de haber sido trasladado para frenar su sangrienta lucha contra “El Tortas” en 2015.

En libertad, acorde con los informes de la Policía y la procuraduría local, “El Duke” ejecuta sus planes a través de otro ex policía preventivo: Jesús Adrián Giles, sentenciado por asesinar a un adolescente de 14 años de edad y a uno de 17 en 2008.

Otros de sus operadores, Carlos C., preso desde 2015, “El Esaú” -cuyo nombre ha aparecido en las cartulinas- y “El Telúrico” ya fueron cambiados a otras cárceles, tras un motín y la aparición de mantas donde fueron escritos mensajes amenazantes de un grupo a otro.

El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta, confirmó que existe una batalla por el control de as actividades ilícitas dentro del penal, donde están involucrados las dos organizaciones criminales más violentas de los últimos años en Ciudad de México: la Unión de la B y Fuerza AntiUnión, creada poco después de la liberación de “El Tortas”.

 “La hipótesis es que (la pelea) es entre la Unión y la AntiUnión, básicamente y que no estaría vinculado el Cártel de Jalisco Nueva Generación, son pugnas al interior del Reclusorio Oriente; con el traslado de 30 a 40 prisioneros se despresuriza definitivamente la pugna, pues ya había crecido la tensión”, explicó.

La misteriosa detención de ‘La Pepa’

La noche del sábado, agentes de Inteligencia de la Policía capitalina arrestaron a dos individuos relacionados con el descuartizamiento de un supuesto integrante de la Unión, Javier Hernández “El Javi”, cuyos restos aparecieron el jueves pasado en la colonia Jacarandas, Iztapalapa.

El par aseguró llamarse Jorge Omar Ramírez Barrera, de 34 años de edad y Andrés García Vélez, de 27, respectivamente, pero el primero era en realidad Enrique Labastida Cortés O Heriberto Murrieta Jasso “La Pepa”, jefe de pistoleros de Luis Eusebio Duque Reyes “El Duke”.

Aunque la Procuraduría está en espera de confirmar científicamente su identidad, todo apunta a que se trata de “La Pepa” liberado del Reclusorio Oriente el 23 de agosto de 2018.

Acorde con su ficha, “La Pepa” fue policía preventivo, justo como “El Duke” y su principal operador en el reclusorio, Jesús Adrián Giles, además de tener un sobrino, Jorge Iván “El Vampirín” o “El Chicuelo”, preso en esta misma cárcel desde 2015, consta en la ficha CEVASEP-1/070/2015.

A él y su acompañante detenido se les incautaron dos armas de fuego, así como un Stratus verde y 95 envoltorio de mariguana, pero “La Pepa” afirmó llamarse Jorge Omar Ramírez Barrera, con domicilio en la colonia Guerrero.

Inclusive, los oficiales de Inteligencia lograron saber que tenía un ingreso a prisión en 2004 por robo a transeúnte, es decir, dos años después de que fue dado de baja de la Policía, donde estuvo adscrito al sector Teotongo, también en Iztapalapa.

Por un lado, los agentes de Inteligencia sospechaban que arrestaron a uno de los hombres más cercanos a “El Duke”, pero por otro estaban intrigados por un detalle: el descuartizado relacionado con los detenidos tenía un mensaje de amenazas contra el propio “Duke”.

Jesús Orta, secretario de Seguridad Ciudadana, consideró al ser cuestionado por reporteros, que la atribución del grupo criminal con respecto a los mensajes dejados junto a cuerpos o en mantas fueron cambiados por los perpetradores con el propósito de confundir a los investigadores.

“Las firmas de estos mensajes no han sido hechas por quienes llevan a cabo (los homicidios), por lo cual buscan desorientar o desestabilizar, pero tenemos información que se ha venido recabando”, adelantó.

Mientras tanto, quien se cree es “La Pepa” y su presunto cómplice permanecen en la Fiscalía Antinarcomenudeo, pero se espera sean relacionados formalmente con el desmembrado de la colonia Jacarandas y posteriormente vinculados a proceso.

Otros homicidios de custodios y civiles podrían ser también ligados a “La Pepa” y su grupo de sicarios, el cual fue revelado por La Silla Rota en septiembre del año pasado.