CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- El crimen de Selene, la mujer asesinada por su ex pareja este lunes en el centro comercial Reforma 222, reitera la necesidad de que la Ciudad de México sea declarada con alerta de violencia género, la cual fue solicitada el pasado 7 de septiembre por las asociaciones civiles Justicia Pro Persona A.C., y el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria A.C.
Lee también en La Silla Rota: Caso de niño que abusó, mató y enterró a su prima cimbra Querétaro
La Secretaría de Gobernación (Segob) tenía que resolver la solicitud antes de que finalizara el 2017, pero debido a la renuncia de Miguel Ángel Osorio Chong el trámite se retrasó.
El asesinato de la mujer de 28 años por el padre de su hijo será investigado como “feminicidio pasional”, informó el procurador capitalino Edmundo Garrido. En un primer momento, la dependencia lo catalogó como homicidio doloso por considerarlo un crimen pasional.
Dicha decisión causó molestia de usuarios de redes sociales y el reclamo de organizaciones civiles. Sin embargo, para Ana Yeli Pérez, coordinadora de incidencia en Pro Persona A.C y asesora jurídica del Observatorio Nacional Ciudadano del Feminicidio (ONCF) es preocupante que la Procuraduría local minimizara el caso al quererlo pasar por homicidio doloso.
“Jurídicamente ‘crimen pasional’ no existe. No está en el Código Penal. Es un término que se basa en estereotipos que han sido propiciados por las propias autoridades y retomados por los medios de comunicación, para darle otra connotación inadecuada. En la práctica sí utilizan este término”, indicó.
Ana Yeli Pérez explicó que por casos como el de Selene -que desde el principio se tenía que catalogar como feminicidio-, es que el año pasado solicitaron la alerta de violencia de género en la CDMX y, con este crimen en Reforma 222, las organizaciones civiles urgieron de nuevo a la autoridad a determinar la declaratoria antes de que se realicen las elecciones.
“Justo por esta falta de reconocimiento y que estamos documentando con casos que cuando no investigan como tal, los crímenes se quedan en la impunidad”, denunció.
Dijo que este tipo de casos al ser catalogados como homicidios, es muy probable que queden impunes y no se visibilice la magnitud del fenómeno en la Ciudad de México. Selene tenía una relación con el agresor y antecedentes de violencia, así que con “esas características es suficiente para investigar feminicidio”.
Ana Yeli Pérez agregó que lo preocupante es que las autoridades de justicia se apropien del término y lo cataloguen como “pasional”.
En la actualidad, la Ciudad de México cuenta con un marco jurídico muy claro, y desde 2011 tiene una pena específica para investigar y sancionar este tipo de crímenes.
“Preocupa también, independientemente de la catalogación que se le está dando al crimen, que salgan las autoridades primero a decir que fue un homicidio calificado cuando desde un inicio había elementos para investigarlo como un feminicidio, además de los estándares que obligan a ello”.
En el gobierno de la CDMX se ha demostrado que hay una resistencia, porque esta capital cuenta con un tipo penal con características específicas para investigar el feminicidio, que son circunstancias objetivas para tratar el delito y que al determinar que esos casos son homicidios, no se quiera aplicar la ley.
“En la ciudad hay una clara resistencia por parte de las autoridades de no investigar con perspectiva de género o como feminicidio. También hay un incumplimiento en las obligaciones internacionales y nacionales que se tiene en materia feminicida, donde les establece a las autoridades la obligación de investigar con perspectiva de género.
La especialista comentó que el problema de que en un inicio la Procuraduría catalogue un crimen como homicidio y no feminicidio -como es el caso de Selene-, ocasiona que el hecho no se contabilice como tal y en las estadísticas oficiales se pierda el caso y, con ello, se reducen los asesinatos de mujeres a “crímenes pasionales” o “suicidios”.
“El homicidio es un delito que también garantiza el derecho a la vida, pero que invisibiliza todas las violencias hacia las mujeres previo al asesinato, y que para investigar un homicidio es irrelevante los antecedentes violentos. La tipificación del feminicidio es para decir a la autoridad que hay otras formas que debe de considerar para la sanción y llegar a los responsables”.
En la Ciudad de México, de 2012 a 2017 la autoridad ha catalogado 421 homicidios dolosos de mujeres y ha reconocido 292 casos de feminicidios.
Del 1 de enero al 19 de marzo de 2018, la Procuraduría capitalina esclareció 104 homicidios dolosos y cinco feminicidios, informó la propia dependencia.
El procurador señaló que Selene estaba en la tienda donde laboraba, ubicada en la plaza Reforma 222, cuando su agresor de manera directa le disparó en tres ocasiones. La joven fue trasladada al hospital, donde falleció.
La Procuraduría catalogó el delito como feminicidio y está en la fase de investigación. Una testigo dijo que el homicida de Selene llegó de manera directa, a quien al revisarlo le encontraron una nota donde hacía referencia de anteriores agresiones a ella.
“Se trata de un feminicidio tipo pasional. El móvil está claro, es de carácter pasional. Es una agresión directa en contra de la víctima”, refirieron.
Las autoridades informaron que el agresor tiene antecedentes penales por robo en 2002 en el Reclusorio Sur, y en el Oriente también por el mismo delito en 2012.
lrc