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Transporte, agua y seguridad, las otras crisis en Iztapalapa y Tláhuac

Comerciantes de la zona creen que esta suspensión de la Línea 12 será más dura que cuando 11 estaciones fueron cerradas en 2014 para su reparación

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Escrito en METRÓPOLI el

Personas que viven cerca de la Línea 12 del Metro y que la usaban cotidianamente, además de la falta de movilidad que actualmente sufren, debido a la escasez de rutas alternas para salir de la zona, tienen un suministro deficiente del agua y lidian cotidianamente con la inseguridad.

Uno de quienes ya padecen eso es Ignacio González, vendedor de donas frente a la estación Tláhuac de la Línea 12. A partir del cierre de la llamada Línea Dorada, sus ventas se desplomaron en un 80 por ciento debido a que ya no pasa tanta gente por ahí, ya que las personas no se detienen por las prisas o porque no se iluminan las instalaciones del STC y la inseguridad que ya había, ha arreciado.

“Me ha afectado demasiado. Era una fuente de empleo redituable y con la falla del Metro esto se murió, dejó de funcionar y ya no pasan por aquí. Mucho es por la deficiencia de los camiones que están apoyando, aunado a la inseguridad. Se quedó sin luz el Metro y la zona se ha vuelto un foco rojo de los rateros”, dijo el dueño de la donería Confeti, cuyo local está en la avenida San Rafael Atlixco, en la colonia El Triángulo.

Al habitante de la colonia aledaña Ampliación Selene, se le cuestiona sobre el suministro de agua, luego de ver que un negocio vecino usa cubetas para llevar el líquido. Ignacio González contestó que el problema del agua es “fatal” en la zona, y sólo se mitiga cuando hay elecciones, que coincide con el envío más frecuente de pipas.

“No tiene nada que ver con el Metro. Es estar pidiendo pipas. Se ha vuelto hasta un tema político ahora con las próximas elecciones, te ayudan, pero para hacer campaña”.

LÍNEA PARALIZADA

En Iztapalapa y Tláhuac se encuentran 13 de las 20 estaciones de la Línea 12 del Metro, la cual está paralizada desde el 3 de mayo, cuando la caída de una trabe causó el desplome de dos vagones y la muerte de 26 personas.

Tláhuac tiene acceso a la red de movilidad de la ciudad a través de la Línea 7 y de la 12 del Metro, desde la estación Tláhuac hasta Atlalilco, donde los pasajeros pueden transbordar a la Línea 8 que cruza las alcaldías Iztapalapa, Iztacalco, Venustiano Carranza y Cuauhtémoc.

El Sistema de Transporte Colectivo (STC) informó que durante el primer trimestre de 2021 en la Línea Dorada viajaron 15 millones 940 mil 452 personas.

En el caso de la Línea 8 que va de La Lagunilla a la estación Constitución de 1917, dio servicio a 16 millones 31 mil 44 de personas en el mismo periodo.

Tláhuac e Iztapalapa son parte de las nueve alcaldías donde los bicitaxis y mototaxis son utilizados como medio de transporte alternativo, ahí el 60 por ciento de las personas que los usan son mujeres. Se trata de transportes que por 5 o 10 pesos llevan a las personas a unas cuadras, donde no llegan los peseros. El problema es que no están regulados y en algunos de los sitios donde se estacionan, los operadores consumen alcohol o hasta mariguana, se han quejado algunos vecinos. También ha habido información de que venden droga o son halcones de los grupos delincuenciales.

EL VIAJE A TULYEHUALCO ES MÁS TARDADO

Judith es una de las miles de personas que usaban la Línea 12. Al dedicarse a la venta de productos de amaranto, debe ir a surtirse a Tulyehualco, en los límites con Xochimilco. Cuando funcionaba la Línea Dorada, caminaba desde su casa y la abordaba en Atlalilco, descendía en la terminal Tláhuac y de ahí tomaba un pesero al pueblo originario.

Después del 3 de mayo, al siguiente día viajó para surtirse y además de que gastó 5 pesos más de ida y 5 más de vuelta, por caminar el corredor cerrado entre Tezonco y Olivos, se tardó en llegar a Tulyehualco hora y media, cuando antes en 40 minutos llegaba. Cuando reabrieron la avenida Tláhuac en el tramo donde ocurrió el incidente y ya no fue necesario bajarse del transporte, ya no gastó los 5 pesos de ida y 5 de regreso. Aunque el viaje duró menos, no bajó de una hora, afirmó a La Silla Rota.

ES MUCHO RETRASO

Luis Fernando Robles Castro es otro de esos miles de pasajeros que viajaban en la Línea 12. Trabaja como guardia cerca de la estación Calle 11. Vive en el municipio de Los Reyes, La Paz, en el Estado de México. Desde que la Línea 12 suspendió su servicio, dedica más tiempo a llegar a su trabajo. Con un horario de entrada a las 8am, debe salir a las 5:30am de su casa, afirmó.

“Es mucho retraso estar caminando”, se refirió a la salida de Atlalilco, donde sale de la línea 8, pero el transbordo que de por sí era largo, por lo menos se mitigaba con las bandas transportadoras y las escaleras eléctricas. Ahora no, entonces se convierte en una larga caminata de alrededor de media hora para esperar un RTP o tomar un pesero para que lo lleven a avenida Tláhuac y ahí tomar la unidad que lo lleve a Calle 11. Antes se hacía hora y media, ahora ha llegado a hacer hasta 4.

Sus gastos han aumentado, y si antes gastaba 35 pesos al día, ahora gasta 70 en puro transporte, afirmó.

Aunque no le da miedo la inseguridad, reconoció que el viajar más apretado en los camiones si puede ser fuente de contagio del coronavirus y eso le preocupa.

“No hay inseguridad, pero hay gente que se sube y no se quiere poner el cubrebocas y hay varios testimonios que además hay quienes quieren ir tocando a las mujeres y eso no va en el transporte”, condenó.

IZTAPALAPA, MÁS INSEGURA

La movilidad que ha sido trastornada por la suspensión del servicio de la Línea Dorada no es el único problema que enfrentan las personas que viven cerca de ahí.

El 83 y 78 por ciento de los habitantes en Iztapalapa y Tláhuac, respectivamente, se sienten inseguros. Y durante marzo de este año, Iztapalapa fue la alcaldía con más denuncias de delitos de alto impacto, en contraste con Tláhuac, que se ubicó en el doceavo lugar.

En ambas alcaldías, de acuerdo con las autoridades, operan diversos grupos criminales, entre ellos La Unión Tepito en Iztapalapa y Los Rodolfos y el Cartel de Tláhuac, precisamente en Tláhuac. Se trata de la misma demarcación donde en julio de 2017 cayó Felipe de Jesús Pérez ‘El Ojos’, entonces líder de la última organización delictiva mencionada.

El 4 de mayo pasado, un día después de la tragedia, mientras Avenida Tláhuac estaba cerrada entre las estaciones Tezonco y Olivos y las personas debían caminar por las calles de atrás, algunas mujeres aprovecharon para expresar su temor de que meterse por ahí fuera un peligro para sus hijas, ya que sabían que en colonias como La Turba se han registrado secuestros a adolescentes.

‘EL METRO ERA MÁS SEGURO’

Antonio González es otro usuario del transporte público en la avenida Tláhuac. Entrevistado por La Silla Rota afirmó que él se sentía más seguro cuando viajaba en el Metro que ahora en las unidades de RTP. Recordó que había vigilancia en los vagones y ahora sólo la hay en las paradas de cada estación, pero arriba de las unidades no. Además, los traslados son más tardados.

Daniel Díaz, de Lomas Estrella, dijo por su parte que él no gasta más dinero y con 5 pesos llega en una unidad de RTP hasta Mixcoac. El problema que lamentó es que se tarda el doble de tiempo y además en la noche pueden subirse ladrones al camión.

“El Metro era más seguro, en los camiones se suben a asaltar, igual en los micros”.  

Juan Carlos Quintero es vecino de Olivos. Sin el Metro gasta 14 pesos diarios más, ya que va a Villa de Cortés, entonces toma el camión en Olivos, se baja en Ermita, camina a Tlalpan y espera al camión que va a Pino Suárez que cobra 7 pesos. Es para llegar más rápido, porque si no tendría que entrar al Metro, esperar y luego salir de nuevo, mientras que los camiones pasan seguidos y de todos modos el transbordo no se puede usar. De regreso hace lo mismo y aborda los camiones que van a Hospitales o Xochimilco y se baja en Ermita para tomar el RTP de regreso a Olivos.

Aparte de que tarda más tiempo, pues mientras antes hacía 40 minutos por traslado, ahora hace hora y media. Esos 14 pesos son 84 pesos a la semana porque trabaja seis días.

“Si llego tarde no solo repercute en tu horario sino en tu economía”.

CONTAGIOS COVID

En materia de contagios covid las dos alcaldías muestran contrastes marcados, pues mientras Tláhuac reporta menos de mil defunciones y tiene menos de 40 mil contagios acumulados, Iztapalapa en el mes de abril superó los 100 mil contagios y es la que más fallecimientos ha registrado en la capital, con más 6 mil.

Ese es otro de los temores de quienes usaban el Metro y ahora en su lugar deben usar las unidades de RTP, trolebuses e incluso camiones del estado de México, para transportarse de Tláhuac a Mixcoac y viceversa. Ni qué decir de los viejos y destartalados peseros cuyos choferes no siempre usan cubrebocas, o sus unidades no tienen ventanas que se abran para permitir la entrada de aire. Menos vigilan que los usuarios lleven tapabocas.

Mayra vive en la colonia Miguel Hidalgo. La seguridad en los camiones no le preocupa tanto, pues hay dos policías en cada estación, ahora convertidas en paradas de camiones. El detalle es viajar apretujados en unidades con menos espacio y más posibilidades de contagiarse.

Comparó el cierre de ahora con el de 2017, cuando debido al sismo del 19 de septiembre una trabe debió ser reparada entre Nopalera y Zapotitlán, por lo que hubo un cierre de Nopalera a Tláhuac. Entonces no era tan complicado, afirma.

“Era rápido y como eran pocas estaciones los camiones no se saturaban tanto. Además, no había la preocupación del contagio por la covid-19, que es lo que en realidad más me alarma”, reconoció.  

FALTA DE AGUA

Este fin de semana y debido a la megafuga de agua causada por la construcción del puente de Cuemanco, el sábado 15 de mayo 16 colonias de Tláhuac e Iztapalapa se quedaron sin agua, algunas de las cuales están cerca de la Línea 12.

De acuerdo con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, en Tláhuac las colonias afectadas fueron: Los Olivos, Nopalera, Miguel Hidalgo, Estación, Arboledas, Santa Ana Poniente y Granjas Cabrera. En Iztapalapa fueron Buenavista, Desarrollo Urbano Quetzalcóatl, La Planta, El Molino, Lomas de San Lorenzo, Valle de San Lorenzo, El Rosario, Jardines de San Lorenzo y el pueblo de San Lorenzo y sus Barrios. Debido a este incidente, el Sacmex abrió un servicio de pipas para dichas colonias.

Históricamente estas alcaldías han sufrido por falta de agua y por su mala calidad, a esto se suma la sequía por falta de lluvias que vive la capital.

Debido a los bajos niveles de agua que reportan las presas que surten al sistema Cutzamala el suministro de agua en la capital se reducirá a partir del 16 de mayo. Por ello, serán afectadas 13 alcaldías que dependen del Cutzamala, entre ellas Iztapalapa.

En una entrevista realizada por La Silla Rota en marzo de 2021, el director del organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, Víctor Bourgett aseguró que en nuestro país el promedio de consumo de agua al día por habitante va de los 250 a 270 litros, sin embargo, en algunos lugares se llegan a consumir 600 litros por día, en contraste con la alcaldía Iztapalapa que no llega a los 200 litros por habitante.

En la Gaceta Oficial publicada el 21 de abril de 2021 se informó que a 72 colonias en Iztapalapa se les condonará el pago de agua. La jefa de Gobierno aseguró que dicha condonación no es algo nuevo pues ya se había aplicado con anterioridad a las colonias que reciben agua una vez cada semana o cada 15 días.

En caso de Tláhuac, en marzo de 2020, a inicios de la pandemia el entonces alcalde Raymundo Martínez Vite había informado que se implementarían distintas medidas para mitigar la falta de agua que afectaba a la gran parte de la población, sin embargo, son comunes las manifestaciones por falta del líquido, como cuando en febrero de este año un grupo de habitantes cerró la calzada Tláhuac–Chalco para denunciar que continuaban con problemas de abasto de agua y exigieron a las autoridades una solución.

Ambas alcaldías están catalogadas como de “alta precariedad hídrica”, ya que diversos sectores poblacionales carecen de agua entubada, de acuerdo con lo dicho por la integrante de la organización Centro de Información del Agua, Karla Rivera.

El problema del agua que aqueja a colonias aledañas al Metro se ha mitigado en algunas zonas, donde tienen agua casi todo el día, pero está a baja presión y no siempre llega. Por eso algunos se han construido cisternas, como Judith que vive cerca de Atlalilco, en Iztapalapa.

Doña Ana, que vive en la colonia el Triángulo, en Tláhuac, tiene agua 4 días a la semana, y no las 24 horas. Cuando llega es con baja presión, pero hay días en que ni siquiera cae.

SE MURIÓ LA ZONA

Ignacio González cree que la suspensión del servicio de la Línea 12 será más duro que durante el cierre de marzo de 2014 a octubre de 2015, cuando 11 estaciones fueron cerradas para tratar de arreglar las vías, afectadas por el peso de los trenes que causaban un desgaste ondulatorio y representaba un mayor riesgo en las curvas de la parte elevada.

Pero ahora con la pandemia, tiene temor de que su negocio no se sostenga.

“Aguantamos el cierre pasado, había un poco de flujo, la afectación era aquí en el Metro y nosotros teníamos que buscar la venta en la calle. Ahora por la pandemia ni en la calle hay personas, no hay escuelas ni dónde podamos vender. Los mercados donde probablemente haya gente, va limitada, ahora sí nos afectó esta línea a los comerciantes”.

-¿Teme usted que pueda cerrar?

-Sinceramente sí, ya lo estamos platicando. Algunos vecinos ya cerraron y entregaron sus negocios. Uno que vendía tortas dijo de plano que no iba a aguantar y ya entregó. Platicando con los demás estamos sobreviviendo con la renta que esta corriendo y como decimos, se murió la zona. 


(SAB)