Luego de que en junio terminara la ‘temporada de ozono’ en el Valle de México, se prevé que ahora comiencen los problemas por partículas suspendidas PM10.
De acuerdo con el Programa de Contingencias Ambientales Atmosféricas, publicado el pasado 1 de julio, las alertas por PM10 serán regionales y se aplicarán medidas restrictivas solo en la zona que registre niveles altos de estas partículas, mientras que el resto de la ciudad continuarán sus actividades normalmente.
Asimismo, si las condiciones de la calidad del aire son desfavorables en dos o más de las cinco zonas del Valle de México, la contingencia será generalizada.
Dicho programa señala que al presentarse una contingencia regional, los autos estarán exentos de las medidas de restricción que se tienen por alerta de ozono, pero en caso de que problema se generalice, todos deberán ajustarse al Hoy No Circula.
Tanto el gobierno de la Ciudad de México, como las jefaturas delegacionales, tendrán la responsabilidad en las tareas de reducción de emisión de partículas, por lo que deberán suspenderse las actividades de construcción, demolición y movimiento de tierras, así como el movimiento de materiales generadores de partículas como arena, grava y arcilla.
También se restringirá el barrido y corte de pasto en la zona en la que se declare la contingencia regional o en toda la ciudad si obtiene carácter general.
A pesar de que las concentraciones de PM10 en la atmósfera se elevarán hasta los últimos meses del año ante el descenso de la temperatura y la estabilidad en los vientos, el protocolo ante escenarios de contaminación por partículas será diferente al que se toma por altos niveles de ozono.
Las partículas suspendidas PM10 pueden ser aspiradas fácilmente, alojarse en los pulmones y causar problemas a quienes tienen enfermedades preexistentes o desarrollar otras en organismos susceptibles.
Con información de Excélsior.
jdme