Main logo

Temascaltepec, puerta al sur... y del terror en Edomex

Este miércoles, cerca de 150 personas armadas golpearon y quitaron las armas a 25 policías estatales que cumplían con el operativo "Tractor Móvil"

Escrito en METRÓPOLI el

El municipio de Temascaltepec es considerado la puerta al sur del Estado de México, pero también la puerta de entrada al terror, al escenario de lucha entre dos grupos criminales que disputan los negocios de la extorsión, de los laboratorios en los que se elaboran las drogas y de la sierra en la que se cultiva marihuana.

Todas las personas o vehículos desconocidos que entran por esta puerta del sur mexiquense, son vigilados por grupos de “halcones” que se desplazan en motocicletas y se dan aviso sobre sus movimientos.

Así, integrantes de la Familia Michoacana (FM) tienen el control de toda la zona sur del Estado de México, desde Temascaltepec hasta Tlatlaya, y nada se mueve, nada se habla, nada pasa si no lo autorizan los “patrones” o líderes de la FM.

En esta parte del Estado de México, a diario hay muertos, algunos de ellos llevados al forense de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), otros quedan enterrados en barrancas o entre los bosques, cuyos cuerpos nunca se localizan.

  

En la última semana, de acuerdo a reportes de prensa, se registraron nueve ejecuciones, entre ellas de cuatro mujeres, algunos de ellos sicarios o informantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), organización criminal que se quiere adueñar de esa parte del Estado de México.

Pero también son ejecutadas personas ajenas al CJNG, como ocurrió hace dos días, con Gonzalo, de 40 años, un custodio de los centros penitenciarios del Edomex, que fue traslado del penal de Nezahualcóyotl al de Temascaltepec, para prestar su servicio.

Un grupo de sicarios, presumiblemente de la FM, interceptaron el vehículo en el que viajaba el custodio y le dejaron ir más de 100 balazos con armas de diferentes calibres.

El custodio circulaba con su auto Honda Accord a la altura del kilómetro 45 de la carretera Toluca-Temascaltepec-Altamirano, donde ocurren constantes ejecuciones y “levantones”.

En esa misma carretera, a la altura del pueblo de San Mateo Almololoa, del mismo municipio de Temascaltepec, fue interceptado la tarde del 2 de junio, un convoy de 25 policías estatales que circulaba en sus camionetas, armados y que cumplían con el operativo “Tractor Móvil”.

Este convoy se dirigía al municipio de Valle de Bravo donde taxistas irregulares y legales bloqueaban los accesos en protesta por la captura de Juan Luis, “El Chamorro”, líder del sindicato Libertad, ligado a la extorsión en esa zona del sur mexiquense, y parte fundamental de la FM.

La FGJEM difundió su captura como “uno de los principales objetivos”, pero también provocó la furia de “los patrones” de la FM que ordenaron a sus agremiados a bloquear las entradas de ese centro turístico.

Mientras que la fiscalía estatal difundía la captura  de “El Chamorro” por los presuntos delitos de extorsión, los lideres de la FM exigían a través de las redes sociales y con llamadas telefónicas a que se bloquearan con taxis y todo tipo de transporte adheridos al Sindicato Libertad, las entradas de Valle de Bravo.

En medio de este caos provocado por la Familia Michoacana, en San Francisco Oxtotilpan, pueblo originario que vive de la tala de árboles, sus habitantes observaron que bajaba un convoy policíaco y de inmediato, lo interceptaron.

Temían que el convoy de policías detendrían a las personas que en ese momento talaban árboles, así que atravesaron 30 camionetas y con armas de todo tipo -de fuego, palos, piedras, machetes- impidieron que las camionetas oficiales pasaran.

Pero en vez de dialogar, los líderes del poblado de San Francisco Oxtotilpan ordenaron desarmar a los policías, golpearlos y llevarlos al centro de poblado para “quemarlos vivos” por abusivos.

De acuerdo al reporte oficial de la Secretaría de Seguridad Estatal, los hechos ocurrieron la tarde-noche de ayer mientras los uniformados circulaban sobre la carretera Toluca–Temascaltepec, en el poblado de San Francisco Oxtotilpan, cuando un grupo de aproximadamente 150 personas armadas y que viajaban en 30 vehículos cerraron el paso de los oficiales estatales.

Las personas agredieron al personal de esa institución con piedras y machetes despojándoles de 9 armas de cargo; uno de los probables agresores se acercó al comandante Arturo Delpino Balenciano, jefe de servicios del GIP V de la Policía Estatal, quien se encontraba a bordo de su unidad y realizó dos detonaciones de arma de fuego, hiriendo al elemento.

Tras los hechos los efectivos de la Secretaría de Seguridad, lograron salir del ataque trasladándose de inmediato al hospital municipal José María Morelos y Pavón ubicado en la comunidad de Carboneras en donde se daría atención médica a todos los elementos heridos. Sin embargo, lamentablemente al arribar al lugar el jefe de servicios ya no contaba con signos vitales.

De acuerdo a la versión de los pobladores, uno de los líderes de los agresivos sujetos, se acercó al comandante Arturo Delpino, ya que lo reconoció como el que encabezaba los operativos contra la tala ilegal y le disparó en dos ocasiones.

Sin más, el comandante cayó herido, y esto de alguna manera, bajo la tensión entre los agitadores, que regresaron las llaves de dos de las patrullas estatales, para permitir que los policías golpeados se retirarán del lugar.

Los oficiales que tomaron el mando al ver caer a su comandante, en las patrullas se dirigieron a una clínica del poblado de La Carbonera, donde llegaron con nueve policías lesionados y su jefe muerto.

La Secretaria de Seguridad estatal tardó en aceptar los hechos y la muerte de su comandante, la titular de esta dependencia, Maribel Cervantes Guerrero, aseguró que “no se escatimarán recursos para dar con el paradero de los agresores y se reitera que no se permitirá bajo ninguna circunstancia que estos lamentables hechos queden impunes”. 

Sin embargo, las palabras de la jefa de la policía estatal no tiene ningún peso en el sur del Estado de México, donde los mismos “patrones” de la FM pueden intervenir y ajustar cuentas con los talamontes de San Francisco Oxtotilpan, y entregar al que mató al comandante de la estatal, para evitar que se realicen más operativos en esa zona con el derramamiento de sangre.

Aunque también la FGJEM inició una investigación por el asesinato del comandante, pero los resultados pueden tardar.

En San Francisco Oxtotilpan hay temor de que después de la golpiza a los policías, el robo de sus armas y el asesinato del jefe policiaco, pueda entrar la Guardia Nacional con el ejército para tomar el control del poblado.

cmo / fmma