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Sulem, la maestra que habla sobre trabas para postularse

A sus 34 años, la maestra de tercer grado de secundaria aspira a la candidatura del distrito 32 de Coyoacán por la vía independiente

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Escrito en METRÓPOLI el

A sus 34 años, Sulem Estrada está harta de que políticos tradicionales decidan lo que los capitalinos necesitan y que ya en el cargo solo gobierne en pro de sus intereses. Sus quejas y activismo en contra del sistema la motivaron para darle voz a las minorías, a aquellos que pocas veces son escuchados como los trabajadores, maestros, jóvenes y mujeres. 

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Es maestra de tercer grado de secundaria y aspira a la candidatura del distrito 32 local de Coyoacán por la vía independiente. No es la primera vez que participa en un proceso electoral sin partido. En 2016 fue compañera de fórmula de Sergio Moissen para la Asamblea Constituyente. Ambos lograron las firmas, aparecieron en las boletas y obtuvieron 12 mil votos, los cuales no fueron suficientes para la diputación.

Los trabajadores, mujeres y jóvenes de este país luchamos desde distintos espacios desde hace mucho tiempo pero no tenemos una voz, una representación propia y yo creo que es importante que hayan personas que defiendan nuestras demandas y reivindicaciones en todos los lugares posibles. Ese es el motor que nos impulsa en lanzar una candidatura independiente y utilizar estos espacios que siempre han estado restringidos para nosotros”, indica.

Con esa primera experiencia decidió participar de nuevo por la vía independiente. Hasta las 00:00 horas de este miércoles rebasó el número de firmas admitidas por el Instituto Nacional Electoral (INE). Al cierre del plazo para la recopilación de apoyo ciudadano logró 3 mil 631 rúbricas, de las cuales le admitieron 3 mil 74, el resto continua en revisión. 

Para el distrito local que aspira, el requisito del INE es de 2 mil 400 firmas. Sulem y su compañera de fórmula, Miriam Hernández, trabajadora de la Biblioteca Central de la UNAM, obtuvieron más rúbricas porque, a decir de la aspirante, no confían en el criterio del órgano electoral y quisieron darle un margen. 

A pesar de sus ojeras y el cansancio por los desvelos durante un mes y medio que duró el proceso de recolección de apoyo ciudadano, Sulem está contenta por rebasar el número de firmas que el INE requirió, y confía en que del 21 al 28 de marzo, período en que el Instituto Electoral de la ciudad validará el registro, logre la candidatura independiente y participe en la contienda con los demás aspirantes con partido. 

Sulem estudió Ciencia Política en la UNAM hasta séptimo semestre cuando decidió que no era su vocación. A los dos años aplicó para la Escuela Normal Superior de México y se quedó. Hace tres se recibió como profesora y desde entonces imparte clases de secundaria en la delegación Álvaro Obregón. 

Su vocación política la llevó a involucrarse en el movimiento magisterial y a manifestarse en contra de la Reforma Educativa, así como de la Laboral. En el mismo año que se recibió como maestra normalista ocurrió la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Eso la marcó y al igual que otros compañeros, participó en las protestas y en la exigencia de rescatarlos con vida. 

La odisea para ser independiente

La profesora relata a La Silla Rota que como aspirante sin partido le pusieron “múltiples trabas”, situación que para un trabajador o ciudadano “común y corriente” le resultaría imposible. 

Son muchas trabas, nosotras nos enfrentamos a un sistema antidemocrático, aunque en realidad aparentemente todos tenemos el derecho a votar y ser votados, en los hechos no es así, la mayoría de los trabajadores no tenemos esos espacios”.

Comenta que desde el principio se enfrentaron a trámites costosos y engorrosos como registrar ante notario público una asociación civil cuyo precio es mayor al sueldo de Sulem y Miriam en un mes de trabajo. 

Después les pidieron obtener cuentas bancarias en un plazo irrisorio. Esto, incluso, fue denunciado por otros aspirantes a la vía independiente. 

Una vez que lograron estos requisitos, pasaron a la labor titánica de conseguir las firmas de apoyo ciudadano mediante una aplicación, que resultó complicar el proceso, en lugar de facilitarlo. 

Fue complejo conseguir las 2 mil 400 firmas que nos pedían, porque además fue a través de una aplicación de celular que requiere ciertas características. Primero conseguimos los aparatos telefónicos con amigos y compañeros que tuvieran teléfonos que pudieran aguantar la aplicación. Como pudimos fuimos avanzando”.

Indica que ellas se acercaron con trabajadores y personas de la tercera edad, que les costaba trabajo firmar en una pantalla de tres centímetros. 

Fue muy difícil y a pesar de que rebasamos el número de firmas, en el INE nos anularon bastantes apoyos ciudadanos porque las firmas no coincidían. Nos decían que no se parecían y las descartaban sin tener acceso a una revisión. La verdad esto del apoyo ciudadano fue de las trabas más complicadas de superar, aunque nosotras lo logramos y con creces”.