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Su escuela de baile quebró, pero Francisco no deja de bailar

Su escenario es ahora la zona de Portales de Toluca donde busca el sustento para su familia

Escrito en METRÓPOLI el

TOLUCA.- La cadencia de sus piernas y la manera elegante con la que mueve las manos, al ritmo que le pongan, delatan sus ganas de salir adelante. Francisco solía tener una escuela de baile en el centro de Toluca pero la pandemia de covid-19 la llevó a la quiebra.

Para mantener a su hija y a su esposa, hace dos meses decidió que Los Portales de Toluca serían su escenario. Con una pequeña bocina portátil genera el ambiente y se escuchan danzones, salsa, cumbia. Se le oye contar antes de cada canción: “cinco, seis, siete, ocho” y arranca.

Se esperó a estar vacunado contra el SARS-CoV-2 para salir a bailar por unas monedas; a sus 68 años asegura tener aún la energía para hacerlo.

“Empecé a tomar clases de baile a los 15 años y a dar clase hace 33. Estoy aquí bailando porque se requiere tener trabajo y la gente no ha ido a la academia; por esa situación me vi obligado a bailar y sostener a la familia. Para mí esto es vida, es una fuente de vida, me hace feliz, estoy sano, no me enfermo y con esto de la pandemia no tengo miedo porque tengo defensas; me mantiene pensante, ocupado, fuera de vicios y a través del baile soy sociable, hago amigos”.

Mientras la música suena, las monedas comienzan a llegar, de 5 y 10 pesos, si tiene suerte hasta billetes de 20; así saca para completar el gasto, para tener qué comer y darle a su familia. Francisco no es rico  y aunque vive al día, se sabe luchador pues perdió 200 mil pesos durante el año pasado entre colegiaturas que no llegaron y la inversión que tenía en el estudio.

La salsa es su ritmo favorito y aunque entra en calor rápidamente no se desprende del sombrero, del suéter ni del cubrebocas. Para Francisco la esquina de Independencia y Nicolás Bravo es un escenario al que acude con el porte que merece, con todos los cuidados para no infectarse de SARS-CoV-2.

Durante el año del confinamiento vivió de sus ahorros y del apoyo de familiares, pero una vez que completó el esquema de vacunación anticovid decidió reactivarse, no en una duela frente al espejo, como en aquella academia que tuvo que cerrar en marzo del 2020; ahora incluso tuvo que luchar contra la pena y los prejuicios.

“En las mañanas la gente anda todavía muy fuera de control, no sabe qué va a ser de su vida y a través del baile les decimos que deben volver a la normalidad pero que debe hacer ejercicio. Aquí en nuestro medio no hacemos ejercicio, piensas que es caminar o correr pero no, hay que tener actividades extras y el baile es una de las más completas. Se necesitan más casas de cultura locales porque aquí en lugar de abrirlas, las cerraron”.

De acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hasta el 71 por ciento de los adultos de 60 años y más, trabajaban en la informalidad en 2019, situación que con la pandemia se exacerbó por el confinamiento al que fueron obligados.

“Con esto, además, le brindo un poquito de alegría a la gente, como que estaban muy tristes, muy estresados y me di cuenta de que la mujer es más caritativa que el hombre”.

La meta de Francisco es reabrir un estudio, regresar a enseñar a dominar los movimientos del cuerpo. No tiene prisa porque para él, la covid-19 llegó para quedarse y tendremos que aprender a vivir con la pandemia.

Al corte de abril, el Estado de México encabezaba la lista de desempleo con 8.1 por ciento; los sectores más afectados fueron los jóvenes y los adultos mayores.

Asimismo, el INEGI refiere que el Estado de México es una de las entidades que ha reflejado una disminución en su tasa de desocupación tras la reactivación de la economía.

“Decidí reactivarme, así como muchos sectores, por la edad no voy a encontrar un empleo como obrero pero mi talento, mi pasión aún puede darme de comer y mantenerme vigoroso, lo practicaré hasta que los huesos me duelan y ¿qué cree? Aún no pasa”.

En lo que va de 2021, en la entidad mexiquense se han recuperado poco más de 20 mil empleos, de acuerdo con organizaciones empresariales, por lo que se espera que para diciembre se puedan recuperar 13 mil más y comenzar el 2022 con las tasas de ocupación formal que se tenían en 2019.


(SAB)