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"Soy cantante, desempleada y ya me gasté mis ahorros de 2 años"

Son al menos 6 mil artistas, músicos, meseros e integrantes de staffs que participan en eventos sociales en salones de fiestas, bares y restaurantes en Edomex

Escrito en METRÓPOLI el

NAUCALPAN.- Con 12 años en la música y dedicada a trabajar en bares y restaurantes, Cintia Monter nunca había enfrentado algo igual y es que la joven de 33 años se quedó sin trabajo hace casi cuatro meses, cuando el covid-19 obligó a los dueños de los lugares donde trabajaba a cerrar sus puertas, llevándose consigo su futuro y el de sus compañeros.

Yo soy cantante y dejamos de percibir ingresos desde la primera quincena de marzo, aunque nosotros ya veníamos con una mala racha desde los meses de enero y febrero que para nosotros son malos porque venimos de los gastos de diciembre; sin embargo, ésta se prolongó mucho por la pandemia. Estábamos conscientes de que íbamos a dejar de trabajar, pero jamás nos imaginamos que iba a ser por mucho tiempo", asegura.

Como Cintia, se estima que, al menos 6 mil artistas, músicos, meseros e integrantes de los staffs que organizan y participan en eventos sociales en salones de fiestas, bares y restaurantes del Estado de México, han tenido que sobrevivir sin su fuente de ingresos por casi cuatro meses, debido a que estos establecimientos fueron los primeros que tuvieron que cerrar sus puertas ante la contingencia del covid-19.

Aunque la cantante no ha enfrentado los retos que el covid-19 le ha puesto a algunos compañeros músicos, como el que tuvieran que ser echados de su hogar por no poder pagar la renta o el no tener dinero para comer, asegura que tuvo que sacrificar su propia salud para no tener que padecerlo.

Y es que, cuando se le acabaron los ahorros de dos años de trabajo, la joven tuvo que idear cómo generar un ingreso inmediato que le permitiera pagar su renta y los gastos diarios que dejó la cuarentena.

"Yo vivo en Ciudad Satélite (Naucalpan), donde la mayoría de los vecinos del fraccionamiento son personas adultas mayores que no saben usar las aplicaciones móviles o que tenían miedo de ir al super (mercado), por lo que hablé con ellos y les hacía los servicios que ellos requerían, como ir al banco o hacer pagos, hice de todo, a cambio de un pago.

"Por fortuna, siempre iba sacando lo que necesitaba. Había días en que no tenía para el agua y, al final, me caía algo, pero sí fueron cuatro meses complicados hasta la semana pasada que regresé a laborar como hostess en el bar donde trabajaba para poder tener nuevamente un salario", narra.

El mundo del entretenimiento

Ellos, solo forman parte de un pequeño grupo de personas que se han quedado sin empleo a partir de la pandemia; sin embargo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que, de marzo a junio, 1.1 millones de personas perdieron su trabajo formal por el covid-19 en México, de las cuales 58 mil 805 pertenecen al Estado de México.

Aunque, estimaciones hechas por el Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (Concaem) apuntan a más de 150 mil empleos perdidos durante la contingencia sanitaria, si se considera al sector informal del que forman parte Cintia y sus compañeros.

Para Angélica Ramírez, presidenta del movimiento Escena, fundado durante el periodo de confinamiento, quienes se dedican a los eventos sociales en México, forman parte del sector de la población que más pérdidas ha tenido durante la pandemia, pues han sido cuatro meses en los que se quedaron sin trabajo o algún apoyo social que les permita salir adelante tanto a ellos y a sus familias.

"Desde el 21 de marzo, los lugares donde trabajamos tuvieron que cerrar sus puertas por el coronavirus y, desde entonces, no hemos podido generar dinero para mantenernos. Todos los que nos dedicamos a esto, nos encontramos dentro de la informalidad y no contamos con ningún tipo de seguridad social o ayuda que aminore las pérdidas que tuvimos", asegura.

Y es que, dentro de los afectados por la pandemia y que dependían de su participación en estos eventos recreativos y sociales, se cuentan historias dramáticas de quienes han tenido que deshacerse de su equipo profesional o de su propio medicamento, para poder sobrevivir.

"Hay músicos de la tercera edad que no pueden hacer algo más por el riesgo que implica salir a trabajar. Hay mamás que han cambiado su ropa de trabajo por comida y hay quien no ha podido continuar con su tratamiento permanente porque no tiene dinero para comprarlo o, incluso, quien ha tenido que venderlo, para poder alimentarse", subraya.

Lo pierden todo

La falta de ingreso diario ha llevado a otros integrantes de este sector a deshacerse de sus instrumentos musicales, para poder contar con dinero para sobrevivir, aunque ello implique rematarlos y renunciar a su pasado.

"Son inversiones de hasta 30 mil pesos que se tuvieron que empeñar y que cuando vienen los refrendos no pudieron pagarse más o, simplemente se remataron, y que difícilmente se recuperarán porque para hacerlo se tendrá que trabajar en otra cosa, mientras los lugares donde trabajamos no abran sus puertas, lo cual tampoco tenemos certeza de cuándo va a suceder", destaca Angélica Ramírez.

Esta condición ha llevado a muchos integrantes del medio del espectáculo a recurrir a autoemplearse de otras formas, a través de la venta de productos por catálogo o vendiendo antojitos en la calle, para asegurar un ingreso que les permita atender sus necesidades básicas.

El desempleo es incuantificable

Entre abril y mayo, cifras del IMSS e INEGI señalan que hubo alrededor de 20.14 millones de desempleados, producto del covid-19, y en este periodo, se generaron 7.96 millones de empleos de medio tiempo, por lo que estadísticas dadas a conocer por el subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, apuntan que habría cerca de 12.18 millones de empleos perdidos en este periodo; cifras dadas a conocer por La Silla Rota.

Ante ello, la presidenta del Consejo Coordinador Empresarial del Estado de México, Laura González Hernandez, expresó su preocupación por el incremento en el número de empleos que se han perdido por el impacto directo en la actividad económica de la pandemia, por lo que insistió en que los tres niveles de gobierno, empresarios y ciudadanos deben trabajar unidos para reducir el impacto en la economía y en el empleo.

Consideró que no se prevé que la pérdida de empleos a causa de la pandemia sea de corto plazo, ya que los efectos se pudieran sentir hasta por dos años antes de normalizar los niveles de crecimiento económico que se tenían hasta el primer bimestre de 2020.

Mientras tanto, para aminorar esta condición, los meseros e integrantes de estos eventos han comenzado a organizarse para salir a las calles y pedirle a las autoridades federales su incorporación a los programas del Bienestar de la Secretaría federal del mismo nombre, a fin de que puedan obtener microcréditos a la palabra o ser adheridos a las Tandas para el Bienestar, para contar con un ingreso adicional que les posibilite poner un negocio temporal para afrontar los meses que siguen de la contingencia sanitaria.

En estos movimientos, han participado desempleados de los municipios de Chimalhuacán, Coacalco, Ecatepec, Huehuetoca, Naucalpan, Nezahualcoyotl, Tlalnepantla, Toluca, Tultepec y Tultitlán, entre otros, con la intención de que sean tomados en cuenta e incorporados a los programas sociales hasta en tanto, no reciban un seguro de desempleo y/o se normalice la actividad económica.

(Sharira Abundez)