Una ex empleada de una dependencia gubernamental del entonces Distrito Federal (DF) fue acosada sexualmente en su trabajo y al denunciar fue revictimizada por las autoridades.
Hace tres años, Silvia trabajaba en el gobierno sin descanso: no le permitían ir al baño, le duplicaban las cargas de trabajo y no respetaban sus días de descanso o vacaciones, informó el diario Reforma.
Su situación se complicó más cuando uno de sus jefes comenzó a acosarla sexualmente.
Sus compañeros, incluso mujeres, le decían que las insinuaciones eran parta de la convivencia y lo más cercano a una broma, por lo que Silvia minimizó los comentarios de su jefe.
Sin embargo, las insinuaciones pasaron de los dichos a los hechos cuando el hombre le exigió tener relaciones sexuales, trató de tocarla, besarla y pegar sus genitales a ella sin su consentimiento. Silvia levantó una denuncia en la Dirección Interna.
Ella esperó que le brindaran apoyo o asesoría, lo que nunca sucedió. Luego de tener que orinar en una cubeta colocada en su cubículo, por la presión que sufría, se acercó a la Procuraduría General de Justicia (PGJ).
No investigaban, ni ahora tampoco y nada más dicen 'que si las mujeres nos portamos mal, pues que agradezcamos que no nos pasó nada más".
Hace unos meses terminó el proceso: el hombre no recibió castigo y ella fue despedida cuando su jefe, el agresor, se enteró de la denuncia.
Me denigraron, me ignoraron (...) me hacían dar vueltas y vueltas, era muy desesperante porque hasta me pidieron dinero para atenderme y como no tenía y no les di, nunca me ayudaron", afirmó.
cmo