"Gordo" es un Husky siberiano de cuatro años de edad que desde el martes, tras el sismo de 7.1 grados Richter que cimbró a la Ciudad de México, estuvo listo para relevar a los binomios caninos que continúan buscando a sobrevivientes atrapados aún entre los escombros de edificios colapsados.
COBERTURA COMPLETA LA SILLA ROTA
El mejor amigo de María Isabel Martínez Abascal, una joven vecina de la colonia Lindavista, en la Delegación Gustavo A Madero, la ha acompañado durante los últimos tres días a apoyar a familiares de víctimas, mientras espera escuchar la orden que significa el inicio de la búsqueda. Está preparado, tiene todas las habilidades que se requieren para alertar sobre la presencia de un ser vivo en medio del colapso.
En entrevista con La Silla Rota, visiblemente afectada por la tragedia pero de ánimo y esperanzas firmes, Isabel asegura que “Gordo” ha recibido entrenamiento de defensa y ataque desde los tres meses, pero está facultado para apoyar a los caninos que acompañan a miembros del Ejército y la Marina y que han ingresado a estrechos espacios para localizar a más víctimas.
’Gordo’ está entrenado desde los tres meses cómo un perro de cuidado y ataque, es un perro que tiene mucho talento para escarbar y olfatear, por lo tanto los policías y militares lo consideran como recurso disponible como perro rescatista por si se necesitan relevos más adelante (...) Tiene muy buen olfato, entonces siento que por ahí podríamos encontrar al menos algo que nos indique qué hay un ser vivo atrapado"
Sin embargo, en cuanto se autorice el acceso de Gordo, debe ser la propia Isabel quien entre con él y le dicte las instrucciones en francés que es capaz de entender a la perfección, misión que también ella está dispuesta a cumplir pese al riesgo que implica.
"Si mi perro llega a entrar entre los escombros, yo también tengo que entrar con él e informarle las órdenes que se necesitan".
Le pidieron ayuda para encontrar a su marido
Desde las calles de acceso a Coquimbo 911, donde aún hay cinco personas atrapadas en el interior de un edificio de siete pisos, Isabel narra con lágrimas en los ojos el momento en que una mujer le pidió a “Gordo” rescatar a su esposo de entre los escombros.
"Una señora le pidió a mi perro que por favor encontrara a su marido entre los escombros, es una situación bastante fuerte, sobre todo en una comunidad tan pequeña donde todos nos conocemos", expresa con el rostro contaminado de tristeza.
Pero este Husky siberiano no sólo cuenta con habilidades de búsqueda, también es capaz de reconfortar a quienes están invadidos por la tristeza de no encontrar a sus familiares o de saber que han fallecido. Es por eso que en su chaleco de rescate porta la leyenda "abrázame, te hará sentir bien".
Mucha gente lo abraza y lo acaricia. Mucha gente que tiene familiares adentro se pudieron tranquilizar, se pudieron distraer aunque sea, cinco minutos de la situación que está pasando. Está muy cansado, muy agotado, muy sediento por lo mismo del polvo y porque no le puedo dar tanta agua, es peligroso para él en este momento por lo tanto necesita descanso, lleva muchas horas con gente que tiene una vibra muy pesada y que está triste porque necesita un consuelo que no sea de una persona"
“Gordo” también apoyado con traslado y entrega de medicamentos para atender a heridos del siniestros ocurrido este 19 de septiembre.