La preocupación por la inseguridad en la Ciudad de México es una constante entre los habitantes de la capital mexicana. Sin embargo, precauciones como evitar cargar con distintos objetos de valor o altos montos de dinero en efectivo, caminar alerta o no usar el celular en el transporte público podrían no ser suficientes por lo que los capitalinos en algunas ocasiones invierten más para cuidar su integridad.
Ángel tiene 14 años y ya está en la preparatoria. De lunes a viernes se traslada desde Santa Isabel Tola, en la delegación Gustavo A. Madero hasta su escuela ubicada en Aragón.
Para trasladarse utiliza todos los días dos autobuses de ida y dos de regreso, lo que significa un gasto de 24 pesos, pero ante el temor de ser asaltado por los llamados "taloneros" del transporte público su gasto es mucho mayor.
"Hay días que me gasto poco más de 100 pesos entre lo que les compro a los dulceros y lo que pago del camión, pero prefiero eso a que me asalten y resulte peor. Un día, incluso tuve que caminar más de una hora porque me acabé el dinero y ya no me alcanzó para mi segundo camión de regreso a mi casa."
Mariana, de 25 años, trabaja en una oficina localizada en Paseo de la Reforma y vive en Balderas, muy cerca del Centro Histórico, por lo que para trasladarse de su casa al trabajo no es obligatorio trasladarse en algún tipo de transporte público ya que con caminar 25 minutos, llega a su casa y evita el gasto.
“Cuando me cambié de trabajo, estaba muy feliz por poder evitar el transporte público y trasladarme a pie, pues me gusta caminar”, relata.
“Sin embargo, usualmente salgo tarde de la oficina y como tengo que caminar 10 minutos para tomar transporte público, he tenido que pasar por acoso sexual en mi trayecto y personas que te hostigan para que les compres un chicle. Por eso, he optado por tomar Uber y hasta ahora me he sentido más segura así, y puedo llegar bien a mi casa aunque gaste 45 pesos en vez de cero.”
Felipe, estudiante universitario de 23 años, vive en Coacalco y estudia al poniente de la Ciudad de México. Sin embargo, la ruta más rápida para llegar a su destino no fue la opción más acertada para su seguridad.
“Cuando recién entré a la universidad, inicialmente tomaba un camión con rumbo al Metro Rosario, el cual atravesaba Barrientos y el centro de Tlalnepantla, famoso por ser proclive a robos y asaltos, por lo que al ser una víctima constante de ellos decidí cambiar de ruta y trasladarme hacia metro Indios Verdes, lugar que no cambia de fama pero que gracias al servicio 'directo' que ofrecen las combis se elimina el temor de ser asaltado en el camino, aunque implique gastar 25 pesos más”.
fmma