Los damnificados del sismo del pasado 19 de septiembre no se salvan de la rapiña. Su vida no ha sido nada fácil. Tienen que cuidarse de robos y sumado a la inseguridad en sus edificios, deben batallar con los trámites burocráticos, porque aún no cuenta con estudios oficiales de sus inmuebles. Desconocen el destino de sus viviendas.
Vecinos de al menos 17 zonas afectadas denuncian que continúan en la indefinición, puesto todavía no han recibido un dictamen oficial por parte del gobierno capitalino. Además rechazan la opción de los créditos para la reconstrucción de sus edificios, así como la redensificación, con la cual, acusan se pretende hacer negocios inmobiliarios.
Dolly Esmeralda Reyes de Pacífico 455, colonia Calendaria Coyoacán cuenta que el edificio, donde vivía está catalogado como alto riesgo, inhabitable y será demolido, aunque no cuenta con un dictamen oficial. En el inmueble de 26 departamentos vivían 107 personas, quienes fueron desalojadas desde el 19 de septiembre.
“El comité de emergencias de Protección Civil de la Ciudad de México lo catalogó para demolición y estamos en los trámites para ver si si se demuele o no por decisión de los propietarios. Ha habido especialistas en construcción que dicen el edificio es recuperable. Hay dimes y diretes. Nadie sabe qué va a pasar”, señala en entrevista.
Los vecinos de ese edificio analizan la posibilidad de pagar un dictamen, sin embargo el sábado pasado los visitó el comisionado para la reconstrucción de la Ciudad de México, Ricardo Becerra, junto con su equipo.
“Nos dijo que nos iba a apoyar con la demolición y el retiro de escombros. A parte se comprometió a llevarnos al Cuerpo de Bomberos para que pudiéramos recuperar nuestras pertenencias y un día después, llegaron los bomberos y desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la noche, vaciando el edificio, aunque hubo propietarios que no pudieron llegar”.
Les avisaron de un día para el otro, por lo que no toda la gente pudo llegar para recuperar sus pertenencias. Hay un campamento afuera del edificio, solo para hacer guardia ante actos de rapiña. Todos se quedan con familiares en la ciudad y fuera de ella.
“La mayoría de los vecinos son de la tercera edad. Son personas que no pueden vivir en la calle. Si hay una familia que estaba en un albergue. Aun así todos estamos sin casa. Está el campamento para hacer guardias, debido a la rapiña, puesto que ya habido robos”.
No están interesados en los créditos que propone el gobierno desde 2 millones de pesos hasta 20 para la reconstrucción o reparación del inmueble. “Lo desechamos, porque no nos parece justo ni la dinámica ni los intereses. Como edificio ya tomamos la decisión de no aceptar”.
Nos dijeron que la reparación saldrá muy cara
Alejandra Guerrero de la unidad de Los Girasoles 3 en Villa Coapa refiere que su edificio solo cuenta con la cédula de evaluación posísmica, que es una inspección ocular, que hizo personal del Instituto de Seguridad de las Construcciones de la Ciudad de México después de que los vecinos insistieran que se hiciera.
“Primero nos dijeron que no había gente suficiente para visitar todos los lugares, posteriormente fue una persona y a los ocho días nos dieron el resultado de esa evaluación, la cual determina que nuestro edificio tiene que ser desalojado, porque estaba en riesgo medio y si queríamos volver teníamos que mandar a hacer un dictamen con un Corresponsable en Seguridad Estructural”.
Comenta que a pesar de esa evaluación hay vecinos que aún no se quieren salir, porque no tienen a dónde ir. Son personas de la tercera edad y en el caso de Los Girasoles Miramontes, que son siete edificios, están en campamentos, por miedo a la rapiña, pues continúan sin sacar sus pertenencias.
“En nuestro caso que es la unidad tres, hay unas plumas y hemos contratado rondines. Además la mayor parte de la gente sacó sus pertenencias de mayor valor”.
En el dictamen que mandarán hacer será para determinar la condición de la estructura del edificio. Para saber cuántas columnas hay que reforzarlas, qué tanto daño tienen los muros y cimientos.
“Es como una radiografía, son estudios especializados para después ver cuál es el remedio. Ya se nos acercaron profesionales voluntarios de universidades y nos dijeron que la reparación saldrá muy cara, primero pagar el estudio. El estimado es desde 150 hasta 300 mil, solo del estudio”.
Alejandra expresa que fue un topógrafo de una compañía para analizar si los departamentos tienen desplome. “Nos dicen que el edificio está sentido y que sigue habiendo movimientos, inclusive pusimos testigos que nos indican que las grietas se siguen abriendo”.
Agrega que el inmueble donde vivía antes del sismo tiene otra particularidad y es que está atrás de un Home Depot y de Súper Plaza Miramontes, la cual tiene estacionamiento subterráneo.
En menos de una hora, DRO dijo que el edificio era verde
Héctor de la Cueva de Vertiz 1233 en la Letrán Valle, delegación Benito Juárez señala como los demás damnificados, su edificio no tiene un dictamen oficial, solo una evaluación ocular. Son 14 departamentos y un comercio.
“Han ido varios especialistas, incluyendo protección civil y un DRO de la delegación para hacer un examen visual. Determinaron que el edificio sufre daños severos, está calificado de alto riesgo e inhabitable. Estamos fuera desde el primer día. Falta un dictamen oficial y un estudio estructural”.
Indica que el inmueble está catalogado en amarillo, a pesar de que un DRO de la delegación estableció que estaba en verde y era habitable.
“Nos lo dijo de la manera más irresponsable, en menos de una hora. Pero ya checamos que en el registro de Seduvi seguimos en amarillo, catalogado en alto riesgo e inhabitable”.
Los vecinos de Vertiz 1233 también están en contra de la propuesta de créditos y de la redensificación.
“Estamos en contra de esas medidas, desde luego, estamos buscando todas las opciones posibles, pero en general hay un consenso de que aceptar los créditos no es viable. La mayoría no está en condiciones de pagar la mensualidad ni de acuerdo con volver a pagar su propio departamento que ya habían pagado”.
En la manzana, entre Matías Romero y Vertiz, donde está ese edificio cruzan tres grietas. Ahora lo saben, luego que se difundió el Atlas de Riesgo de la CDMX.
Debido a que no han sacado sus cosas, vigilan el edificio por el temor de que alguien entre a los departamentos a robar. “Se calculó en contratar a personal de seguridad, el problema es que sale muy caro, y no tenemos apoyo de la delegación”.