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"Se quieren comprar algo, pero arriesgan la vida sólo por un pantalón"

Conductor de servicio de transporte privado critica que en la reapertura vaya mucha gente al Centro Histórico por las ofertas

Escrito en METRÓPOLI el

“Yo no sé cómo tanta gente sale a la calle nada más porque está más barata la ropa y se quieren comprar algo, arriesgan la vida sólo por un pantalón”, cuestiona Reynaldo, un conductor de Uber mientras avanzamos por las calles del Centro Histórico. 

Comenta que desde que reabrió el corazón de la Ciudad de México tras haber permanecido cerrado por la pandemia de covid-19, le ha tocado llevar a muchas personas a esta zona porque quieren ir de compras. 

“A lo mejor ya están muy cansados de estar en casa, pero es de no creerse que salgan sólo para comprar ropa, mejor que la pidan por internet”, señala el conductor, a quien le parece extraño ver que las personas hasta hagan fila en algunas tiendas sólo para comprar una prenda a un precio menor. 

Como cada fin de temporada, llegó el  momento que muchas mujeres esperan, y también algunos hombres, las rebajas en las tiendas de ropa, pero en esta ocasión se dan en medio de una pandemia y de una fuerte crisis económica. 

Sin embargo, la escena de las filas que relata Reynaldo sólo se ve en el Centro Histórico, aunque es muy probable que se replique en las diferentes plazas comerciales el próximo miércoles, cuando ya puedan reabrir. 

Rebajas atípicas por covid 

Desde finales de junio comenzaron a llegar las alertas al celular, las rebajas estaban ya a través de internet, ya que la mayoría de las tiendas permanecen cerradas por la emergencia sanitaria por el coronavirus. 

En un recorrido por la plaza Forum Buenavista, la mayoría de las tiendas de ropa permanecen cerradas todavía, pero en los escaparates se aprecian las grande mantas que anuncian las rebajas. 

En su interior, la ropa continúa puesta en los maniquís y colgada, ahí, a la vista de todos, pero más lejana que antes. Blusas, abrigos, pantalones, zapatos, lentes de sol y hasta aretes tienen pegada la esperada etiqueta roja que muestra que su precio es menor al que tenían, pero a diferencia de otros años, ahora no se ven escenas de dos personas arrebatándose la última falda que queda en el aparador y que es el objeto de deseo de muchas. 

En la transición de primavera-verano a otoño-invierno, las tiendas de ropa siempre bajan sus precios para que se vendan las prendas que quedaron de esa temporada, muchas compradoras y compradores incluso esperan con ansias este momento para adquirir esa prenda que tanto querían desde hace tiempo, pero que no pudieron llevarse en el momento. 

¿Covid se robó el glamour?

Con los cambios sociales que se han vivido en 2020, surgen varias preguntas, la primera es si la industria de la moda será capaz de reinventarse para volver a repuntar tras el embate económico generado por covid-19. A final de cuentas, la icónica Coco Chanel decía que “para ser insustituible, uno siempre debe ser diferente”. 

La otra cuestión es si la pandemia de covid-19 se llevó también todo el glamour. Yo, por lo menos, Durante la cuarentena me convertí en lo que siempre juré destruir, fui la mujer que pasó los últimos tres meses en pants y tenis, por comodidad y porque pensé que encerrada nadie me veía y tampoco me parecía muy importante arreglarme para salir a la tienda o a la panadería. 

Pero no fui la única, por lo menos por la zona donde vivo era común ver a los vecinos salir a la calle hasta en chanclas y pijama, bajo el argumento de la pandemia y la cuarentena, para muchos incluso peinarse y bañarse se volvió opcional. 

Sin embargo, con la “nueva normalidad” volvieron las blusas, faldas y pantalones formales, así como los flats, las botas y los zapatos de tacón, así que aunque la pandemia no se ha superado, parece que hay áreas de oportunidad para la industria de la moda.