Pasaban las cuatro de la tarde de este miércoles 4 de diciembre cuando se rompió la calma de la calle Río Lerma casi esquina Río Marne, en la colonia Cuauhtémoc: cuatro asaltantes, a bordo de tres motocicletas, asaltaron a un hombre que momentos antes había retirado una fuerte cantidad de dinero del banco.
Testigos de los hechos narran que la víctima, a bordo de una bicicleta, rodaba sobre Río Lerma cuando fue interceptado por dos sujetos a bordo de una moto. El ladrón que viajaba en la parte de atrás le pegó con la cacha de una pistola escuadra en el rostro para derribarlo. y otros dos, en motos diferentes, le servían como escolta.
Ya en el suelo, la víctima solo sintió el jalón de su mochila, color café, donde llevaba el dinero que minutos antes había retirado. No hubo resistencia en el asalto. Las motos huyeron con en rutas contrarias, dos (luna de ellas la que se llevó el botín) hacia Calzada Manuel Villalongín, mientras que su cómplice hacia Río Amazonas, donde tendría opciones de huir por Reforma o Circuito Interior. El asalto duró 20 segundos.
El asalto ocurrió en plena hora de la comida, es decir, entre comensales repartidos en diversos locales comerciales, quienes solo intervinieron cuando los asaltantes ya no estaban, ante el temor de resultar heridos por el arma de fuego.
Algunos auxiliaron a la víctima, a quien ya le escurría un hilo de sangre del rostro, manchándole su camisa blanca, otros hablaron a la policía y unos solo miraban.
El hombre asaltado narró que fue totalmente sorprendido, que no se dio cuenta que era seguido y que, efectivamente, acababa de sacar una fuerte cantidad de dinero, sin especificar cuánto.
La policía tardó más de 10 minutos en llegar al lugar. De los ladrones ni sus luces. El testigo más fiel de los hechos fue una cámara de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que se ubica en la esquina de Río Lerma y Plaza Carlos J. Finlay, justo donde está el Registro Público de la Propiedad y de Comercio de la Ciudad de México.
Y fue hasta media hora después que al lugar arribó también una ambulancia para atender a la víctima, quien para entonces ya tenía el rostro totalmente manchado de sangre.
Algunos testigos sospechan que empleados del banco fueron los que “pusieron” a la víctima a merced de los hampones, toda vez que nadie se explica cómo pudieron enterarse que en esa mochila café había miles de pesos que recién se habían retirado del banco.