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Robaron piedras arqueólogicas de "Caño Quebrado": alcaldesa de Texcoco

"Se llevaron todo", expresó la alcaldesa al reconocer que aunque se tenga la intención de reconstruir el tramo del acueducto, no dejaron los materiales

Escrito en METRÓPOLI el

TEXCOCO.- La alcaldesa Sandra Luz Falcón Venegas, reconoció que las personas que causaron destrozo en el acueducto "Caño Quebrado" se llevaron las piedras prehispánicas, que llegaban a pesar varias toneladas, lo que hace más difícil la reconstrucción de un tramo de unos 20 metros de esta obra de ingeniería que construyó entre 1431 a 1521 DC, el rey poeta, Nezahualcóyotl.

El arqueólogo, Luis Antonio Huitrón Santoyo, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el estado de México, así como el ayuntamiento de Texcoco, informaron que se inicio la denuncia FED/MEX/EX/?0002971?/2020 en la Fiscalía General de la República (FGR) para que se investigue sobre quiénes fueron los autores del daño y saqueo de las piedras arqueológicas del acueducto "Caño Quebrado".

"Se llevaron todo", expresó la alcaldesa de Texcoco al reconocer que aunque se tenga la intención de reconstruir el tramo del acueducto, no dejaron los materiales; además, se necesita la aprobación del INAH para reconstruir ese patrimonio nacional.

ENOJO EN LOS PUEBLOS DE LA MONTAÑA

Los pueblos de la montaña de Texcoco están sumamente enojados por la destrucción de un tramo del acueducto de "Caño Quebrado" que llevaba agua a el jardín botánico del rey-poeta Nezahualcóyotl , ya que además del daño que ocasionaron a esa obra arqueológica, se robaron piedras que pesan varias toneladas, por lo que se presume un saqueo a uno de los bienes de la nación.

Los ejidatarios del pueblo de Santa Catarina del Monte, por donde pasa el acueducto, se deslindaron de ser los causantes del daño, incluso, en una reunión con el director del INAH del estado de México exigieron cárcel para los autores de la destrucción del acueducto.

Pero, por el momento, ni los campesinos de los pueblos de Santa Catarina del Monte, San Pablo Ixayoc, San Miguel Tlaixpan, Tequexquináhuac, entre otros,  saben quiénes fueron los que hicieron un trazo de camino con maquinaria pesada y camiones.

Para Everardo, campesino del pueblo de San Pablo Ixayoc, nadie se dio cuenta del robo de las piedras arqueológicas, aunque se trate de un bien nacional, aunque señaló que se debe de pedir un informe a las autoridades agrarias de Santa Catarina del Monte o con el dueño del predio por donde pasa el acueducto. 

Estableció que el INAH mantuvo en el olvido esa obra que construyó Nezahualcóyotl, ya que la última vez que llegaron a "pintar de cal" las paredes, fue hace dos años y jamás regresaron. 

"NADIE VIO LA MAQUINARIA"

Las huellas y trazos que las personas que desmontaron las piedras del acueducto prehispánico, dejan como evidencia que se hicieron con maquinaria pesada; sin embargo, los campesinos de San Pedro Ixayoc y Santa Catarina del Monte, aseguraron no haber visto nada de personal o camiones en esa lugar; asimismo, el ayuntamiento de Texcoco, también informó que nadie solicitó permiso para realizar una obra en ese sitio.

En 1970, el arqueólogo Jeffrey Parsons, registró como sitio arqueológico uno de los acueductos más grandes de Mesoamérica y  que estaba cerca del pueblo de San Pablo Ixayoc, donde los basamientos tenían una altura de 30 metros y fueron construidos con rocas de ríos, así como el diseño de un canal estocado de 300 metros de longitud. 

Su función era transportar agua desde la parte más alta de la montaña de Texcoco a Tetcotzingo, donde el rey poeta Nezahualcóyotl, tenía su jardín botánico y sus populares baños.

El agua de los manantiales de la montaña recorrían unos 12 kilómetros, atravesando por diversas colinas, sin que el vital líquido se saliera de su cauce, lo que muchos especialistas en arquitectura, destacaron como una única obra hidráulica.

EL TESTIMONIO DE BERNAL DÍAZ DE CASTILLO

Durante la conquista de México en el siglo XVI, Bernal Díaz de Castillo, uno de los acompañantes de Hernán Cortés, presenció la belleza del jardín botánico para la conservación de la flora y fauna que construyó Nezahualcóyotl. Cuando los españoles llegaron a nuestras tierras, el jardín así como su acueducto ya tenían más de 80 años de existencia.

De acuerdo con historiadores, el acueducto y el jardín botánico se construyeron entre los años 1431 a 1521 después de Cristo y era una obra dedicada a su antiguo dios Tláloc, en cuya montaña de Texcoco tenía un altar y de esa zona bajaba agua al cerro de Tetzcotzingo, donde el diseño era perfecto por que el agua, además, de servir para regar todo tipo de plantas, también se utilizaba para los llamados baños de Nezahualcóyotl, de Xóchitl, así como el de las concubinas.

En ese mismo espacio se leía poesía, se escuchaba música y era un espacio para las bellas artes.

Ahora es un sitio olvidado y la arquitectura del acueducto es fácil presa de saqueadores.

fmma