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Respiran pestilencia y contaminación por 15 años

10 mil familias que viven en distintas demarcaciones en el límite entre el Edomex y la Cdmx, llevan más de 15 años respirando la pestilencia

Escrito en METRÓPOLI el

NAUCALPAN.- Aproximadamente 10 mil familias que viven en distintas demarcaciones en el límite entre el Estado de México y la Ciudad de México, llevan más de 15 años respirando la pestilencia provocada por la contaminación del vaso de la Presa San Joaquín, en Tecamachalco.

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Ello a causa de la contaminación de las cuencas del Río San Joaquín y de la Barranca de Tecamachalco por donde corren aguas residuales de cientos de viviendas y departamentos de unas 12 colonias en Cuajimalpa, Huixquilucan, Miguel Hidalgo y Naucalpan que, a falta de sistemas de drenaje, desembocan en la presa San Joaquín.

Ahí las aguas residuales estancadas y convertidas en lodo seco durante el estiaje, se evaporan a cielo abierto provocando pestilencia en los alrededores, misma que según vecinos, ha ido aumentando año con año, conforme crece la urbanización que descarga aguas negras a los cauces de los ríos que desembocan ahí.

Durante una reunión para retomar la solución al problema, el presidente de la Asociación de Colonos de Tecamachalco, Meni Cohen, exigió ayer soluciones reales.

¿Por qué no se ha arreglado el asunto?, año con año huele feo 7, 8, 9 veces al año, año con año la gente se está quejando, hoy estamos unidos La Herradura y Tecamachalco, somos quizás 50 mil personas los que estamos padeciendo esto, año con año el problema es más grave, esta vez, a diferencia de año con año, esta Asociación tiene esa prioridad y vamos a hacer todo lo posible no para tener paliativos, para una solución real”, reclamó Cohen.

Ya no es una cuestión de políticos, esta Asociación quiere interactuar y no les va a dejar, los ciudadanos vamos a presionar, estamos jugando al paliativo, eso ya no se puede, es importante tomar conciencia de que ya se acabó el paliativo, vamos por soluciones”, exigió.

Ello luego de que representantes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) señalaron que han participado y dado mantenimiento a otros ríos de la zona y que año con año aplican cal y otras medidas emergentes para paliar el problema, pero, dijeron que las acciones mayores le competen a los organismos de agua del estado de México y de la Ciudad, no de Conagua.

Cohen indicó que buscarán a diputados locales y federales, y se unirán con más sociedad civil para exigir terminar con el apeste.

Jesús Alfredo Cabrera Solís, encargado de Seguimiento y Control de los temas de Tecamachalco, acusó que la problemática no está en las agendas de los organismos encargados en los 3 niveles de gobierno para rehabilitar y mantener la cueca de las presas San Joaquín y Tecamachalco.

Esa presa forma parte de los 16 vasos reguladores de aguas pluviales de la Ciudad de México, se construyó hace 50 años para regular y evitar inundaciones en la zona donde hay establecimientos importantes como el Comité Olímpico Mexicano, Centro Las Américas, Hipódromo de las Américas, la Granja Las Américas, entre otros.

La cuenca comprende 21 kilómetros y en la periferia habitan unas 144 mil personas corresponsables y afectadas a la vez por la mezcla de aguas residuales, basura y todo tipo de desperdicio, además de ausencia de limpieza de la cuenca por parte de autoridades.

Otros vecinos acusaron que la población, sobre todo niños han padecido enfermedades respiratorias, en ojos y gastrointestinales. Además de la presencia de mosquitos.

Recursos que se fueron a las aguas negras

Dependencias de gobierno involucradas en el saneamiento de la presa y las cuencas de los ríos que vierten al embalse, han invertido recursos en proyectos y soluciones a medias que no han servido para solucionar la problemática del mal olor en la presa, sólo lo han paliado temporalmente, acusan vecinos afectados.

Desde 2003 los habitantes de Tecamachalco iniciaron peticiones formales a diversas autoridades para pedir solución al problema, pero hasta 2005 inició la coordinación entre dependencias para abordar alternativas.

Una de ellas fue la aplicación de producto biodegradable por parte del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) para aminorar los malos olores, ello continua de manera semanal, aunque es insuficiente.

En los años posteriores, los gobiernos involucrados trabajaron en hacer dictámenes y proyectos ejecutivos para atacar el problema.

En 2010 se acordó una inversión de 100 millones de pesos por parte de la Comisión de Aguas del Estado de México (CAEM) y del Sacmex para edificar colectores marginales, entubamiento y planta de tratamiento.

Sacmex trabajó en la zona del vaso de la presa, y CAEM en la zona de la barranca.

El entubamiento que hizo CAEM en un tramo de la barranca en 2012, que costó más de 50 millones de pesos, colapsó poco tiempo después durante una lluvia, desde entonces, las autoridades no han dado respuesta respecto a retomar los trabajos o el plan de saneamiento.

Además, se había acordado ejecutar un proyecto ejecutivo integral por parte de las autoridades competentes recursos por mil 120 millones de pesos, de los cuales, en teoría solo se invirtieron 50, y 876 eran ara sanear el sistema de presas. La sociedad civil desconoce si ese recurso podría estar disponible. 

La próxima reunión para abordar las posibles soluciones por parte de CAEM, Conagua y Sacmex, será convocada para mediados de diciembre.