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Reos contradicen versión oficial de motín en Chiconautla

Tres internos aseguran que se hablaba de un posible motín de tiempo atrás por las inconformidades acumuladas y no sólo por la llegada de "El Tatos" al penal

Escrito en METRÓPOLI el

CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- El motín registrado  este lunes en el penal de Chiconautla, Estado de México, no fue causado por un ataque a "El Tato", Luis Alberto González Nieto,  ya que él estaba en una celda de segregación totalmente apartado de la población penitenciaria, coincidieron internos entrevistados por La Silla Rota. La causa, aseguraron, fue la inconformidad generalizada por una serie de cateos realizados por el comandante Jesús Antonio Ramírez quien llegó desde hace dos meses al penal y quien ha protegido a grupos que controlan el alcohol y las drogas en el centro de readaptación.

"La enfermería estaba llena de sangre de un interno al que apodan ''Rockaleta'', pero no había gasas, ni suero, ni lo indispensable para atenderlo... luego empezó la revuelta contra el comandante y por las condiciones que tenemos dentro", describió José Humbertus Pérez Espinoza, un interno en el área de indiciados que ha emprendido desde su llegada al penal, en 2015, una lucha por los derechos humanos de los reos.


El Centro Preventivo y de Readaptación Social “ Dr. Sergio García Ramírez”, mejor conocido como el penal de Chinonautla, ubicado en el municipio de Ecatepec, aloja a 4 mil 593 reos a pesar de que su capacidad es para mil, de acuerdo a datos de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) en 2016.

Según la versión de las autoridades, este lunes un grupo de reos intentó agredir a "El Tato", un interno que desde 2007 ha pasado por varios penales extorsionando y torturando a otros presos, y que había llegado al penal la semana pasada después de denuncias públicas sobre sus actividades en el penal de Nezahualcóyotl.

Pero al menos tres reos entrevistados difieren de esa versión y aseguran que se hablaba de un posible motín de tiempo atrás por las inconformidades acumuladas.

"El problema se viene desde que el actual comandante -Jesús Antonio Ramírez- comienza a realizar revisiones cada lunes; hubo una revisión violenta hacia las mujeres y varios internos tienen mujeres en el penal", aseguró. Humbertus y otros reos entrevistados, coincidieron en que un grupo que es protegido por el comandante empezó a pelear hasta herir con varias puñadas al "Rockaleta" alrededor de las 7 de la mañana,  quien subió desangrado a una enfermería vacía.


"No había doctor, no había coordinador médico; luego hieren a otro interno de un ojo, casi se lo sacan, y tampoco puede ser atendido, es cuando la población comienza a rebelarse y comienzan a bajar a la población, a agredir, a saquear tiendas, a inconformarse  y a agredir a los custodios", comentó.

"En un lado la situación se sale de control y empieza la revolución dentro... nosotros cuando subimos al área médica, en la rampa, había bastante sangre derramada, y el ''Rockaleta'' muy lastimado se queda horas ahí", complementó Cristóbal, otro interno entrevistado.

Los custodios -cerca de unos veinte-  intentaron mantener el control unos diez minutos, aseguraron los testimonios, hasta que fueron replegados y entonces se oyeron ocho detonaciones en la torre por parte de las autoridades penitenciarias.

"En la refriega hirieron a un custodio de gravedad, de apellido Blancas, es muy tranquilo él. Salió herido y todos lo sacaron por la esclusa principal. Luego fueron por "El Tato" a la zona conocida como El Cubo, que es una cárcel de segregación, lo sacan como a las 8:45 de la mañana, más de una hora después. Lo vimos pasar a él, vestido de naranja, frente a esta esclusa", dijo Humbertus.

"No tuvo que ver El Tato, la riña fue porque el comandante apoya a un grupo de custodios por las ventas ilegales; y a las mujeres les quita toallas femeninas, pinturas, artículos de limpieza, sus sartenes".

En el caos, los internos que participaron más activamente en el motín se acercaron al módulo 1, que es donde están los indiciados como Humbertus, para invadir las celdas, pero los ocupantes de esa sección se organizaron para impedir que entraran. "Decían que venían por nosotros", comenta el activista, quien en varias ocasiones ha denunciado amenazas de muerte dentro del penal. Humbertus Pérez ha emprendido desde hace más de seis años una lucha contra inmobilarias   y el alcalde de Tecámac, Aarón Urbina Bedolla, por la colusión para construcción y venta de vivienda de mala calidad, sin los servicios básicos adecuados.

Desde entonces denunció acoso por parte de las autoridades hasta su arresto en 2015, por un supuesto robo en casa habitación del que no hay testigos. En el penal, Humbertus, de profesión abogado, se dedicó a asesorar a reos que considera que como él son "falsos culpables", para interponer amparos por sus casos. Él prevé salir en libertad en unas dos semanas.

"Hay unos 120 heridos que fueron reprimidos y de los que no se ha hablado.  Todavía hasta la noche estuvieron suturando heridas provocadas por los policías que reprimieron con violencia a los internos", comentó Pérez Espinoza.



lrc