ATIZAPÁN.- Integrantes de la Comisión de Cuenca Presa Madín, ubicada entre los municipios de Atizapán y Naucalpan, urgieron a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a clausurar las 17 descargas ilegales que se mantienen alrededor de la cuenca o, de lo contario, este año se prevé que la reaparición y propagación del lirio acuático pueda darse en un tiempo menor, lo que pone en riesgo la vida de decenas de especies acuáticas y de aves migratorias, así como la salud de la población que se abastece de este cauce.
El gerente operativo de la Comisión de Cuenca Presa Madín, Eduardo Espinosa Medel, aseveró que, a tan solo dos meses de que se concluyera la limpieza de la presa, luego de ocho meses de labores continuas para retirar más de 240 toneladas de lirio acuático, la plaga ha comenzado a escurrir nuevamente de la represa de lodos hacia el embalse por la época de lluvias, lo que genera condiciones para su reproducción y contaminación.
"Este año existen condiciones similares o peores a las de 2019 para la propagación del lirio; costó mucho dinero y trabajo retirarlo y no podemos permitir que nuevamente ocupe el vaso de la presa porque siguen bajando los contaminantes por las descargas ilegales, aún no funcionan las plantas de tratamiento y se mantiene la plaga en el área de los lodos desde donde está escurriendo", detalló.
Temen regreso del lirio
Espinosa Medel alertó que, a diferencia del año pasado cuando la plaga se propagó por toda la superficie de la presa en un periodo de aproximadamente tres meses, en esta ocasión, el riesgo es mayor, ya que existe un mayor número de contaminantes fecales en la presa y quedaron algunas partículas y raíces muertas en el agua, las cuales podrían convertirse en nutrientes para el desarrollo de esta planta.
El especialista recordó que el lirio acuático impide que entre la luz al agua captada en la presa y esto provoca que el líquido no se oxigene, ocasionando la muerte de las especies que ahí habitan, así como un mal olor en el recurso hídrico que se potabiliza y se distribuye a cerca de 155 mil habitantes del Valle de México, especialmente, de los municipios de Atizapán, Naucalpan y Tlalnepantla.
"Durante el periodo de confinamiento, la mayoría de la gente ha estado en sus casas ubicadas en los fraccionamientos de la parte alta de la cuenca, como Chiluca y Zona Esmeralda, así como del pueblo Nuevo Madín y las comunidades de Jilotzingo; entonces, esto ha ocasionado que se incrementen las descargas de desechos orgánicos a la presa a través de los desagües ilegales, éstos son nutrientes para el lirio", apuntó.
Lucharán por la vía jurídica
De acuerdo con los integrantes de la Comisión de Cuenca, el esfuerzo que llevaron a cabo los tres niveles de gobierno para limpiar el cauce fue insuficiente, a pesar de que se gastaron 10 millones de pesos, pues no se combatió el crecimiento del lirio acuático desde su origen, toda vez que la fuente de alimentación de la plaga persiste, a pesar de los compromisos de la Conagua de clausurar las descargas ilegales al concluir la fase 3 de la contingencia sanitaria de covid-19.
Aunado a ello, señaló que las autoridades municipales y federales tampoco han realizado la supervisión de las plantas de tratamiento de aguas residuales de los fraccionamientos residenciales que se encuentran en las inmediaciones de la presa y que descargan ahí, para ver si están funcionando correctamente o no, de las cuales se tiene conocimiento que al menos dos no operan correctamente, como la de Chiluca y Lomas Verdes VI Sección y la que falta de construir en Nuevo Madín.
Ante ello, señalaron que acudirán en los próximos días a ratificar las cinco denuncias que se abrieron por este tema, cuatro de ellas, ante la Conagua y una más en la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Ambientales y en Leyes Especiales, interpuestas a principios de 2019 y las cuales no han sido concluidas, con la intención de que se atienda esta problemática regional que daña al microecosistema existente en la zona, así como la salud de la población y de la fauna.
Siguen funcionando descargas ilegales
En junio de este año y en entrevista con La Silla Rota, el director del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM), Víctor Javier Bourguett Ortiz, se comprometio a que, una vez que terminara la contingencia sanitaria del covid-19, la Dirección de Administración del Agua, la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) y los ayuntamientos de Atizapán, Jilotzingo y Naucalpan, realizarían las diligencias necesarias para cancelar las 17 descargas ilegales, lo cual no ha ocurrido.
“La CAEM y los municipios tendrían que invitar a los responsables de estas descargas para que las regularicen; sin embargo, por la contingencia del covid-19 no consideramos viable hacerlo para no arriesgar a las comunidades y ponerlas en una situación delicada, pero tampoco lo hemos hecho en un afán de negociar con ellos y buscar la mejor manera de darle una solución a este problema”, manifestó en ese momento.
El funcionario federal agregó que a esto se sumaría la asignación de cuatro millones de pesos adicionales que permitirían realizar la limpieza en la represa de los lodos, para evitar que, con la llegada de la temporada de lluvias, nuevamente el lirio acuático invadiera el vaso de agua y se propagara por toda la superficie, como ocurrió en septiembre de 2019.
La Presa Madín tiene una capacidad de 29 mil 700 metros cúbicos de agua que es potabilizada todos los días para abastecer a las poblaciones de las partes altas de Atizapán, Naucalpan y Tlalnepantla, de los cuales se estima que, actualmente, solo dos por ciento cuenta con lirio acuático.
fmma