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Quería ser piloto, pero no existía la carrera para mujeres: Teniente Sara

La Teniente Veliz Arévalo en la Secretaria de Marina encontró lugar donde las mujeres podían estudiar mecánica de aviación

Escrito en METRÓPOLI el

Sara Leticia Veliz Arévalo tenía el sueño desde que era niña, de trabajar en algo relacionado con los aviones. Cumplió su sueño al ingresar a la Escuela Mecánica de Aviación de la Secretaría de Marina, y actualmente es Teniente de Navío en el Centro de Mantenimiento Aeronaval del Golfo.

Oriunda de Chalco, Estado de México, de 37 años, para cumplir su sueño de estar en algo relacionado con los aviones, debió ir a la mencionada escuela, ubicada en Veracruz, en el 2000.

“Éramos muy poquitas mujeres entonces. A mí siempre me gustó la aviación y buscaba algo cercano a eso. Mi papá buscó una carrera, la encontró en la Semar y me dijo ‘vamos, hacemos los exámenes’ y aprobé y me quedé en la Escuela de Mecánica. La idea era ser piloto, pero no existía la carrera como tal para mujeres, pero en la escuela sí había lugar para que mujeres estudiaran mecánica de aviación. Pensé ‘qué mejor que conocer todo el avión completamente’. La aviación era el sueño en general que me llamaba la atención”, dice en entrevista virtual.

Ahí, fue una pionera, pues formó parte de la quinta generación donde ya se podía tener presencia de mujeres, aunque fue hasta la tercera que comenzaron a registrarse.

“Soy de la quinta generación, había cuatro generaciones arriba, en la tercera hubo 3, en la cuarta una y en la quinta éramos 9, y un total de 54 estudiantes, ya con los hombres”, dice.

Su aspiración es ser Capitán de Corbeta para el 2022. Con tres hijos, una de 14, otro 12 y una beba de 3 años, dice que la primera anhela seguir sus pasos y convertirse en piloto e ingresar a la Escuela Mecánica de Aviación que ahora está en La Paz, Baja California.

Comparte que su hija menor, cuando ve pasar un avión dice ‘ahí va mamá”.

-¿Qué siente ser pionera?

-Mucha emoción y motivación más que nada para seguir adelante. Afortunadamente tenemos oportunidad de estar en puertos donde tenemos responsabilidades y esa es mi aspiración para capacitarme y contribuir a que mis compañeros operen aeronaves confiables y seguras.

SIEMPRE HA HABIDO RESPETO

Actualmente 12 mil mujeres forman parte de la Secretaría de la Marina, lo que equivale a aproximadamente un 20 por ciento del personal de la dependencia, según datos de la propia Semar. Una de ellas es la Teniente Veliz Arévalo.

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, se le pregunta si por ser mujer ha recibido un trato diferente, y responde que en la Marina ha encontrado un trato respetuoso y de igualdad. Menciona que hay un programa donde involucran conferencias sobre la igualdad de género, incluso hay una dirección que pertenece a la dirección de Protección de Derechos Humanos.

Asegura que con los hombres integran un equipo.

“Todo el tiempo estamos recibiendo cursos y capacitaciones. Sin duda fue un cambio, pero no de mal modo, integramos un equipo. Ellos por sus condiciones físicas podían hacer cosas pesadas, pero nosotras por esa virtud que tenemos, poder hacer cosas más delicadas. Por ejemplo si hay que bajar un motor ellos lo hacen, pero si hay que ajustar una bomba de combustible, donde los ajustes son muy precisos, entonces esas características nuestras las empleamos”.

-¿Han sido capacitadas para hacer lo mismo?

-Exactamente, tenemos las mismas oportunidades para obtener grados, puestos, y recibir condecoraciones -responde, orgullosa.

FORMA PARTE DE LA TRIPULACIÓN

Entre las funciones de la teniente Veliz Arévalo, está la de formar parte de la tripulación de vuelos, tanto en aviones como en helicópteros. Explica que en los primeros, una tripulación está integrada por piloto, copiloto y mecánica a bordo. En el caso de los segundos se compone por el piloto, copiloto, un ingeniero de vuelo, el mecánico e incluso un artillero, según sea la operación.

“En las aeronaves de ala fija fungimos como mecánico a bordo, esto es en la preparación o asesoramiento de la lectura de parámetros durante el vuelo y posteriormente el chequeo postvuelo, y cualquier falla que salga en campo durante operación, la solventamos o si es de un componente mayor o falla más crítica se pide apoyo con la refacción o con personal del Centro Especializado de Mantenimiento, pero estamos capacitados para solventarlo en campo”.

En cambio, en el helicóptero el ingeniero de vuelo va en medio de los pilotos y forma parte de los procedimientos, antes, durante y después del vuelo, leyendo parámetros, diciendo a los pilotos que lleva tal temperatura, tanta presión y el mecánico atrás va revisando cualquier falla o comportamiento del helicóptero, describe.

-¿En qué momento son llamados para volar?

-Cuando lo requiera la nación, siempre estamos disponibles, tenemos las aeronaves por procedimiento en primera situación y a menos que estén en fallas, el personal operativo está listo para el Plan Marina, para dar apoyo a la población civil, repartir despensas o lo que se requiera. No hay programación como tal, es cuando lo requiere la nación -reitera.

-¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

-Los aviones, me gusta trabajar y conocer los trabajos para hacer operativos. Me gusta volar, la mecánica, podríamos pensar que en aviación es un trabajo rudo, pero es muy delicado y requiere dedicación, conocimientos y seguir preparándose. La aviación es como la medicina, todos los días hay algo nuevo y aquí nos capacitan en ese sentido. Llevo 650 horas de vuelo.

-¿Le sigue emocionando?

-Sí claro. Todos los vuelos que he hecho son diferentes, a veces no vamos con la misma tripulación, la misión es distinta y siempre hay algo que aprender. Las fallas que se me han presentado en vuelo con la tripulación se han solventado y en tierra todo ha sido controlado, no ha habido algo crítico

-¿Algo que no le gusta, quizá no estar con su familia?

-Todos los sueños tienen un sacrificio, aquí tenemos muchas oportunidades. Sí es sacrificio el tiempo que le dedicamos a servir a México, pero la recompensa es mayor en el orgullo que puede tener mi familia de mi trabajo, es el pago de cualquier sacrificio, que tengan esa imagen y quieran seguir mis pasos. Eso no lo hace complicado ni difícil. Estamos para servir a México. Esa es nuestra vocación.