Main logo

Profes de zonas rurales imprimen “Aprende en Casa” y lo llevan en bici a alumnos

A un año de enseñar a distancia así se las han ingeniado para educar a alumnos de distintos niveles educativos

Escrito en METRÓPOLI el

Los casi 14 meses en que han estado cerradas las escuelas en el Estado de México por la pandemia del nuevo coronavirus, ha sido complicado para los profesores impartir clases por línea, pues para algunos es importante el contacto directo con los alumnos, como son los de Kinder, a quienes hay que enseñarles desde cómo tomar un lápiz, para otros ha sido el dinero para comprarse una computadora y pagar la señal de Internet para trabajar desde casa. 

En el caso de la profesora Brisa Garduño, quien da clases vía Internet a niños de Kinder en la delegación de Santa Ana Tlapaltitlán, ubicada en Toluca, ha sido complicado trabajar a distancia, pues con los pequeños es esencial la interacción.



“Sí, necesitamos la interacción con ellos, yo que tengo a los niños más pequeños que son en Kinder uno es difícil trabajar con las mamás, explicarles cómo es el método ya que los niños necesitan de juegos, de actividades que tengan pintura y a las mamás se les dificulta trabajar con ellos, hay que enseñarles hasta la manera de agarrar el lápiz y en casa los niños actúan de diferente manera y los papás no tienen la paciencia para trabajar con sus hijos”, expresó.

La maestra Brisa consideró preocupante la deserción escolar que ha registrado en estos meses de pandemia, pues antes de que surgiera esta enfermedad tenía 10 pequeños y actualmente solo le quedan cinco. 

“Ahorita ya son cinco, es grave, muchísimo. Creo que como maestros se nos dificulto aprender nuevas aplicaciones, el estar todo el día en el teléfono ha sido frustrante porque es estar 24 por 24 para atender situaciones”, manifestó.

Al conversar con el maestro Rafael López García, quien da clases por Internet a alumnos de Toluca y Almoloya de Juárez, la falta de dinero para pagar este servicio y hacerse de su equipo de cómputo, ha sido un factor importante, no obstante, no le ha fallado a sus estudiantes de secundaria.

“He trabajado en diferentes modalidades, la principal en línea, haciendo también trabajos en módulos o cuadernillos, se los hacemos llegar a los alumnos en puntos de distribución, mediante la tecnología, por What principalmente, llamadas telefónicas y mensajes de texto, pero sí se me ha complicado bastante, bastante, el acceso a la tecnología, sobre todo por el costo, es muy grande, lamentablemente el recurso económico ha sido un papel muy importante, tanto para los papás de los niños como en los profesores”, dijo.

EN ZONAS RURALES

El programa “Aprende en Casa”, impreso en cuadernillos, ha sido una herramienta clave para que en el Estado de México ningún niño de zona rural se quede sin estudiar en estos tiempos de covid-19, a lo que se suma la ayuda de profesores rurales que llegan a las comunidades más lejanas a pie, en aventón, en bicicleta y en el mejor de los casos en su motocicleta, sin importar el sol, el frío o la lluvia, así es el caso de una pequeña comunidad ubicada en el punto más apartado de la sierra de Nanchititla, sobre la región de Tejupilco.

Berenice Olmos Sánchez, coordinadora territorial del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) en el Estado de México, explicó que todo el material de este programa federal que se transmite por radio, televisión e Internet, se puso en un cuadernillo.

“Se lo llevamos a cada niño a su comunidad para que puedan continuar sus estudios, CONAFE llega a donde nadie más se atreve a llegar, a los rincones más alejados del territorio mexiquense y de todo el país, por lo tanto, nuestros maestros comunitarios rurales son los encargados de brindar educación en esas comunidades rurales, son comunidades donde caminamos más de seis horas, en donde se tienen que trasladar en moto, pedir aventón, porque hay lugares que están tan alejados que solamente el transporte es en ciertas horas y de manera específica, y si ya no llegan a ese transporte ya los dejó y tienen que caminar hasta seis horas para poder llegar a la comunidad. Sin embargo, los maestros comunitarios son jóvenes comprometidos que llegan a pesar de todas las dificultades que tenemos, incluyendo la pandemia, a brindar educación a todos nuestros niños”, acentuó la maestra.

Ante el problema epidemiológico de la pandemia, los padres de familia han tomado un papel importante en la educación de sus pequeños, pues por lo complicado que resulta a los maestros ir y salir de las comunidades mexiquenses más alejadas, les otorgan, dentro de sus posibilidades alojamiento y comida. 

“Los papás nos ayudan mucho porque nos brindan el espacio para que el maestro pueda vivir ahí y nos brindan alimentación”, afirmó la profesora.

PUNTOS

Esto se da principalmente en la zona sur y norte del Estado  de México, como en los municipios de Atlacomulco y Jilotepec, “en todos lados, porque también tenemos maestros que vienen de la Ciudad de México, se trasladan, quieren la aventura, se van al sur, se van a Valle de Bravo, a Villa Guerrero, Villa Victoria y los chicos tienen que pernoctar en los espacios porque es muy complicado entrar y salir el mismo día o llegar dos veces a la misma comunidad, entonces, se tienen que quedar ahí dos tres días a la semana para dar asesoría”, ahondó Berenice Olmos Sánchez, coordinadora territorial del Consejo Nacional de Fomento Educativo en el Estado de México.

Se recordará que el año pasado, cuando en dos ocasiones el Estado de México estuvo en color rojo de su semáforo epidemiológico por el alto riesgo de contagio, municipios del sur mexiquense como Luvianos, Tlatlaya, Tejupilco, Amatepec y San Simón de Guerrero, por ejemplo, cerraron sus accesos para evitar infecciones, por ello, con anticipación se desplegó a la zona material de cuadernillos para que los pequeños no se quedaran sin estudiar en sus comunidades.

“Ahí los cuadernillos los llevamos con antelación, es decir, nosotros llevamos un cuadernillo que llevó un mes o mes y medio de actividades académicas, entonces, los niños no se quedaron al descubierto, sin embargo, nosotros hemos tenido tanta comunicación que con las instancias que hemos pedido permiso de acceso porque llevamos educación, nos dejan caminar, pusieron cercos sanitarios, nos inspeccionaron todo lo que llevamos para cerciorarse que el material fuera meramente educativo y nosotros tenemos el acceso, porque nosotros llevamos educación a las comunidades. 

Eso también lo entiende la inseguridad, por eso todas nuestras figuras educativas llevan una playera de CONAFE, un distintivo de CONAFE, una gorra y no tenemos ningún tema de inseguridad, tenemos los menos, nos cuidan, en la zona sur que es más complejo el acceso porque son las comunidades más alejadas”, refirió la especialista en educación rural.

Contrario a lo que ha sucedido en ciudades de esta entidad federativa, la deserción de pequeños estudiantes en puntos rurales no existió, pues de acuerdo a  Olmos Sánchez, la matrícula aumentó poco más de 11 por ciento.

“El Estado de México es el primero a nivel república que tenemos un incremento de matrícula, más del 11 por ciento de matrícula, es decir, ninguna estancia estatal o federal o algún órgano descentralizado ha generado un incremento en matrícula, sin embargo, por el trabajo que hacen los chicos, la preparación que tienen los maestros, la atención, el seguimiento, la presencia nos ha generado mucha confianza de los papás y eso ha generado que muchos niños se inscriban con CONAFE. 

Hemos mejorado mucho las condiciones educativas y el sistema educativo del CONAFE, nunca hemos dejado de tener presencia en las comunidades, desde que inició la pandemia no hemos podido cerrar porque al final nuestros niños nos necesitan, no hay radio, no hay televisión, no hay computadoras, no hay internet, no hay absolutamente nada y si hay luz no hay los medios para que los niños puedan tener transmisión, por lo tanto, es difícil que nosotros nos alejemos de las comunidades, prácticamente es imposible, salvo que la pandemia de verdad diga que 15 días no podamos presentarnos, pero sí queremos regresar de manera presencial, ya los papás lo anhelan, es una mejora en la educación, nuestras comunidades nos necesitan”, manifestó Olmos Sánchez.

Por último, los profesores rurales imparten clases de preescolar, primaria, secundaria y educación inicial y tan solo en nivel primaria, se lleva educación a 13 mil pequeños con mil 200 maestros distribuidos en todo el territorio mexiquense y en educación inicial se cubre la demanda de 44 mil infantes.

na