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PRD dobla a Morena en la ALDF

Comisiones impugnadas, recursos legales improcedentes, falta de trabajo en órganos de gobierno dieron pie a una trifulca el pasado 7 de noviembre

Escrito en METRÓPOLI el

Sin que aparentemente haya mecanismos claros para la defensa de los grupos parlamentarios frente a las decisiones de los órganos de gobierno, a Morena le ha tocado apechugar las decisiones que ha tomado la alianza que ha permitido al PRD mantener el control de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Aunque ha intentado inconformarse ante diversas instancias legales, sus recursos no han fructificado.

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El agandalle

Donde sí de plano barrió la aplanadora fue en la distribución de las presidencias de las comisiones ordinarias de trabajo que se realizó al inicio de esta VII Legislatura. Morena pedía ser titular en 10 de ellas, las más importantes, por ser “primera mayoría”. Hizo su solicitud mediante un oficio, lo que en el PRD fue considerado como un intento de “imposición pues no estaban dispuestos a negociar”, nos dijo Leonel Luna, quien ocupa la presidencia de la Comisión de Gobierno.

Según informó el perredista, Morena no aceptó participar en la Mesa de Acuerdos, y el coordinador de la fracción morenista, César Cravioto asegura que no fue convocado. De hecho, es uno de los aspectos que impugnó Morena en los recursos interpuestos ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en los cuales denunciaba además que el número de presidencias que le habían asignado (sólo tres y no precisamente las más importantes) no era consistente con la fuerza política que representaba.

Aunque el diputado Cravioto aseguró a esta reportera que la Ley Orgánica establece que las presidencias de las comisiones deben ser asignadas de manera proporcional al número de diputados de cada fracción, una doble revisión de la Ley Orgánica y del Reglamento para el Gobierno Interior de la ALDF no permitió identificar un mecanismo para su cálculo y definición. Y ya sea porque los otros partidos no estaban dispuestos a ceder espacios, o porque los integrantes de Morena determinaron como estrategia la victimización, no hubo negociación.

El hecho es que en sesión del 22 de octubre de 2015 se sometió a votación y se aprobó el acuerdo para integrar 38 comisiones ordinarias, 14 especiales y 10 comités del órgano legislativo. De acuerdo con el comunicado oficial, a Morena le asignaban tres de las ordinarias (la de Asuntos Indígenas, de la Diversidad y la de Población y Desarrollo). Eso sí, de las comisiones especiales, que no son las sustantivas, le daban ocho, y siete comités, entre ellos, el de asuntos interinstitucionales y el de la biblioteca Francisco Zarco.

“Eso fue un robo vil, un agandalle. La mafia PRD-PAN-PRI acordó algo que es ilegal y no corresponde a lo que los habitantes de la ciudad votaron en 2015”, nos dijo Cravioto.

Sin mecanismos de defensa

Los morenistas han intentado combatir esas decisiones. Lo hicieron ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y ante un juzgado de distrito en materia administrativa y no han encontrado un mecanismo de defensa ante las decisiones de la alianza que se ha erigido como mayoría en la Asamblea.

En el primer caso, el recurso fue declarado improcedente el 4 de noviembre de 2015, al argumentar el Tribunal que se trataba de un asunto relativo al derecho parlamentario y no correspondía a la defensa de los derechos político-electorales de los ciudadanos.

En un caso similar, interpuesto por el entonces partido Convergencia, el sentido de la sentencia fue el mismo pero el magistrado Manuel González Oropeza expresó un voto particular en señalando sí procedía esta vía para dirimir esas inconformidades.

En el juzgado de distrito se determinó que se desechaba la solicitud de amparo porque “la parte amparista promovió el presente juicio de constitucionalidad en su carácter de Diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, esto es, como persona moral pública, siendo así que no se acredita que el acto legislativo cuya inconstitucionalidad reclama, les irrogue el agravio personal y directo en su faceta de autoridad legislativa, puesto que por sí mismo, no genera daños o perjuicios sobre el patrimonio del mandato legislativo que tienen encomendado atento a que el acto que reclama atiende a la integración de las comisiones y comités de trabajo de la Asamblea Legislativa,  sin que ello constituya un menoscabo patrimonial a la representación Estatal que asiste a los peticionarios….”

Como acto de “resistencia”, Morena determinó que sus diputados no participarían en ninguna comisión, lo que ya entra en los terrenos de las obligaciones no cumplidas de los legisladores.

Obligación de los diputados, participar en comisiones

El artículo 18 de la Ley Orgánica señala que son deberes de los diputados, entre otras, “formar parte de todas aquellas Comisiones especiales que le sean asignadas por la Comisión de Gobierno, de hasta ocho Comisiones ordinarias y de hasta tres Comités de la Asamblea”. También establece que deben “cumplir con diligencia los trabajos que les sean encomendados por el Pleno, La Diputación Permanente, la Comisión de Gobierno, las comisiones y los comités”.

Cuando La Silla Rota comentó al diputado Cravioto que los diputados de Morena tenían la responsabilidad de representar a sus votantes en esos espacios y que no lo estaban haciendo, respondió que Morena representa mejor que nadie a la ciudadanía al oponerse a una diversidad de temas como el predialazo, las fotomultas ilegales, el corredor de Chapultepec, la rueda de la fortuna, la termovalorizadora de 100 mil millones de pesos, la privatización del agua, los desarrollos inmobiliarios gigantescos. “Somos los únicos que representamos a la sociedad  y la gente lo sabe”.

Otro tema que ha sido motivo de polémica en la Asamblea es las largas ausencias del coordinador de Morena en los trabajos de la institución. Durante la campaña electoral de Coahuila, Cesar Cravioto fue asignado por su partido para apoyar los trabajos de su candidato a la gubernatura y no participó en por lo menos seis sesiones del último periodo extraordinario de la ALDF, en el que se discutieron la ley electoral y las relativas al sistema anticorrupción.

Aunque en un principio él argumentaba que sí había justificado sus faltas, a La Silla Rota le confirmó su trabajo en Coahuila y aseguró que no iba a participar en un periodo extraordinario que era ilegal toda vez que la normatividad no establecía la posibilidad de periodos extraordinarios, sólo sesiones extraordinarias, y la convocatoria debía establecer claramente los temas a tratar y las fechas de inicio y fin de los trabajos.

Mitad verdad. El artículo 27 de la Ley Orgánica sí establece la posibilidad de realizar periodos de sesiones extraordinarias. Y, como señala el coordinador de Morena, también establece los requisitos que mencionó y que no fueron incluidos en la convocatoria.

Efectivamente la legalidad de ese periodo extraordinario ha sido cuestionada no sólo por los morenistas sino también por quien hoy ocupa la presidencia de la Mesa Directiva, el diputado Fernando Zárate. Él aseguró en su momento que en virtud de no cumplir con los requisitos de ley, todas las decisiones tomadas podrían ser impugnadas por ilegales.

Una autoridad de la Asamblea que no cumple la ley y Morena que lo aprovecha.

El escándalo

Así llegamos al 7 de noviembre pasado cuando ocurrió una de las mayores trifulcas en la ALDF.

Con una morenista como presidenta de la Mesa Directiva se discutía el uso de remanentes federales para costear una planta de termovalorización para el tratamiento de desechos.

Morena buscó suspender la discusión mediante una moción suspensiva, la cual debe presentarse por escrito y no queda claro si eso ocurrió. Leonel Luna dice que no hay acuse de recibo y fuentes de la Asamblea aseguran que nunca se expiden. Aunque el tema fue aprobado, la sesión se salió totalmente de control toda vez que la propia Morena le tomó la tribuna a su presidenta, la cual determinó dar por concluidos los trabajos y cerrar la sesión.

A decir del posteriormente nombrado presidente de la Mesa Directiva, Fernando Zárate, y de los no morenistas, no se actualizaban las causales para que la diputada Flor Ivonne Morales diera por terminada la sesión,  por lo que procedieron a reabrir la sesión con la vicepresidenta de la Mesa, la cual recibió una moción para destituir a la presidenta morenista y nombrar a una nueva mesa directiva. Así se hizo.

Y ahí vinieron los golpes, las mordidas y los empujones. Y en sesiones posteriores, las coronas funerarias y los megafonazos para alterar la sesión. Morena decidió que seguía operando la mesa directiva encabezada por su diputada y se realizaban sesiones simultáneas.

En opinión del senador Alejandro Encinas, la diputada Morales sí estaba en capacidad de cerrar la sesión y no se cumplieron los requisitos de ley para elegir a una nueva mesa directiva, lo cual provoca que todos los actos que se deriven de los trabajos encabezados por Zárate carezcan de legalidad.

Morena se inconformó ante el poder judicial por la destitución de su compañera pero ya les fue rechazado el amparo.

Cuando se le pregunta a Cravioto si cree que haya remedio para la situación que vive la Asamblea, contesta que la solución llegará en 2018 cuando Morena gane las elecciones. Para Leonel Luna, presidente de la Comisión de Gobierno, las actitudes de Morena son “una estrategia político-electoral, no es un tema que tenga que ver con la ilegalidad. Han asumido la estrategia de la victimización y la usan como una dinámica”.