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Por unos rateros pagamos todos: vecino de San Juanico

Habitantes de San Juan Ixhuatepec narran cómo ocurrió el operativo que derivó luego en un bloqueo a la carretera México-Pachuca

Escrito en METRÓPOLI el

David Rodríguez, quien poco antes de las 8 de la noche hacía compras en una tienda tipo autoservicio, en San Juan Ixhuatepec -San Juanico-, acompañado de su hija, sin saber lo que se le avecinaba. A esa misma hora policías de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina hacían un aparatoso y masivo operativo, pese a encontrarse en Tlalnepantla, Estado de México, fuera de su jurisdicción.

El operativo comenzó a escucharse y los dueños del súper cerraron las cortinas. David, al ver el peligro mandó a su hija al fondo con otra persona. Los policías forzaron las puertas y a él lo golpearon tanto, que tiene la pierna hinchada y el rostro con moretones, y su camisa de la selección albiceleste manchada de sangre.

“Me dieron con el carrito y nos dijeron ‘¡Ya valió verga’!”.

Pero además luego de que los policías de la SSP se fueron, nadie se apareció de parte de las autoridades del Estado de México y él se quedó sin atención médica. Aunque sonríe, reta al titular de la Secretaría de Seguridad capitalina, Raymundo Collins, a dar la cara. David remarca que él no agredió a nadie, ya que el funcionario capitalino ha justificado el actuar de sus policías como respuesta a agresiones recibidas.

“Yo estaba haciendo mis compras. No sé si sea una agresión. La neta estaba con mi hija”, ironiza.

Otra persona agredida fue Enrique, del centro de rehabiltación Centro San José, quien se salvó de ser baleado, aunque sí sufrió un golpe en un pómulo. Muestra un agujero en la oficina del centro, y un casquillo. Otro afectado fue Roberto, quien recuerda que estaban en una sesión de Alcóholicos Anónimos. Escucharon detonaciones y posteriormente patearon la puerta. Eran granaderos quienes sin decir nada entraron y golpearon a las personas, incluidos mujeres y niños, con toletes.

“A mí me dieron con un tolete aquí en la cabeza (mientras muestra su oreja vendada). Aproximadamente estuvieron como 25 minutos. Entraron, golpearon y revisaron bolsas y le quitaron su cigarro”, explica, y agrega que se siente impotente.

Jorge, vecino de la calle Galeana, es otro de los afectados. Muestra su auto, con los cristales rotos, y señala otro automóvil, ubicado cerca del suyo, con el parabrisas hecho añicos.

Además, los vidrios de la ventana de su casa que da a la calle también están rotos, y tanto esos como los de su coche están así a causa del operativo protagonizado por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) capitalina para presuntamente perseguir a unos rateros que se introdujeron a las estrechas y retorcidas calles de San Juanico luego de robar una gasolinera, y donde de acuerdo con vecinos, apoyados con videos grabados por ellos, cometieron abusos y golpearon a sus habitantes.

“Por unos rateros pagamos todos”, dice Jorge, con el talante serio.

PARED ENSANGRENTADA

Pero no solo los vecinos expresan lo que ahí ocurrió. También una pared, la de privada de Insurgentes esquina con Insurgentes, tiene muestras de lo que ocurrió la noche del 11 de noviembre. En el piso, se ve un pañuelo desechable ensangrentado. En la pared la pared tiene también manchas de sangre. Fue ahí donde golpearon a una pareja que de acuerdo con los vecinos lo único que hizo fue resguardarse de las decenas de granaderos, que vieron en esa actitud motivos de sospecha y los golpearon, como muestra uno de los tantos videos que circulan en las redes sociales sobre esa noche que derivó en un bloqueo sobre la autopista México Pachuca.

De acuerdo con vecinos, la irrupción de los granaderos ocurrió entre 8 y 11 de la noche, y luego de que se fueron comenzaron a sonar las campanas de la iglesia, para convocar a una asamblea del pueblo. Ahí se decidió hacer el bloqueo, que comenzó pasada la medianoche.

Fue así que miles de personas que viajan a la capital para su trabajo o su escuela se vieron afectados, ya que su camino habitual fue bloqueado con piedras, troncos y hasta vehículos carbonizados, como una patrulla y una moto.

Algunos ni siquiera sabían qué había  pasado. Lo que sí supieron es que llegaron tarde a su trabajo, como Juan, que debía entrar a su trabajo de capturista a las 7 y llegó a Indios Verdes a las 9:30 de la mañana. En su trabajo le dijeron que no había problema, pero él sabía que se lo descontarían de sus vacaciones.

Una mujer que también se le hizo tarde cuenta que hubo personas que cobraban 15 pesos el viaje en moto para aquellos que quisieran llegar lo antes posible al metro Indios Verdes.

Sobre el bloqueo, comparte que algunas de las personas que participaban en el bloqueo iban armadas y que amenazaban a quienes tomaran fotos con quitarles sus celulares.

La Silla Rota pudo hacer un recorrido gracias a la apertura de los vecinos, quienes además de quejarse de los abusos de los policías, dijeron que no pudieron llevar a sus hijos a la escuela, y criticaron que ninguna autoridad mexiquense hubiera acudido a verlos.

Durante este lunes 12 la iglesia se convirtió en el principal centro de reunión, y ahí el padre Felipe mostró su preocupación por la posibilidad de que el bloqueo fuera la puerta de entrada para el vandalismo, luego de que le llegaran noticias de que a eso de la 1 quemaron otro vehículo y de que había vandalismo en una bodega Aurrerá. Algunos vecinos se quejaron que había personas de otras colonias, que decían ser de San Juanico, pero que eran violentas.

Él mismo fue al bloqueo instalado en la autopista, a la entrada del pueblo. Trató de convencer a un joven de rojo -que lucía alcoholizado- de levantarlo, pero él se negó en tanto no se castigara a los responsables de las agresiones. A lo lejos se veía el humo de la patrulla quemada, como signo de lo que vendría después. El Aurrerá estaba cerrado, para evitar más saqueos, aunque los propios vecinos pidieron a los responsables devolver los artículos, y dijeron que nadie de San Juanico había sido.

Ese fue un punto de quiebre. Porque luego de las tres de la tarde el clima se enrareció. El Jefe Marte, Edgar Bautista, subsecretario de Seguridad, quien acudió a nombre de Raymundo Collins para tratar de intermediar en la liberación de la autopista, fue retenido.

Los medios de comunicación dejaron de ser bienvenidos en el pueblo. Y el bloqueo fue reforzado con un trailer que estaba estacionado en Periférico, al que unos hombres le sacaron combustible, lo que fue visto como algo potencialmente peligroso.

Además pidieron a medios de comunicación alejarse, y poco después les aventaron rocas. Los representantes de los medios se alejaron, hasta que minutos antes de las 7 de la noche se acercaron los granaderos de la Policía Federal, que avanzaron prudentemente, ya que fueron recibidos a pedradas, lanzadas por hombres desde el cerro. Pero en cosa de media hora los granaderos alejaron a los rijosos, y después comenzaron a quitar los troncos, las piedras y los vehículos quemados, y reabrieron el paso en ambos sentidos de la autopista, que recuperó los bocinazos cotidianos.

Además, el jefe Marte fue liberado.

SE DISCULPA AMIEVA

El jefe de gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva se reunió en la Basílica de Guadalupe con algunos representantes de San Juan Ixhuatepec. De manera escueta, les pidió una “sincera disculpa” y les ofreció “justicia”.

JGM