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¿Por qué se inunda la Ciudad de México?

El sistema de drenaje de la CDMX ya no es efectivo por varias razones: no se han construido sistemas de colectores en nuevas áreas, explicaron especialistas

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Escrito en METRÓPOLI el

La falta de mantenimiento y el rezago en inversiones sostenidas para la rehabilitación de la red de drenaje, el hundimiento diferenciado del suelo, la basura y el desaprovechamiento del agua de lluvia son algunos de los factores del por qué se inunda la Ciudad de México, explicaron especialistas. 

Cada vez en la capital del país hay menos áreas verdes, zonas de recarga, aglomeración urbana, crecimiento de pavimentos y concretos. Ante la falta de vegetación, el agua escurre y busca el drenaje, el cual resulta insuficiente o si van varios días de lluvia, los colectores van comprometidos y esto puede ocasionar el desborde de ríos como ocurrió la semana pasada en el sur de la ciudad. 

En la ciudad se hacen esfuerzos ingentes por mantener en funcionamiento las estructuras hidráulicas, se detiene el agua con vasos reguladores en las montañas y se realiza todo tipo de manejos para que no se anegue. En el momento en que desaparezca la ciudad, que será en cientos de años, ésta regresará a ser una cuenca lacustre, pronosticó Elda Luyando López, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM.

 

Falta de mantenimiento al sistema de drenaje

El sistema de drenaje de la Ciudad de México ya no es efectivo por varias razones: no se han construido sistemas de colectores en nuevas áreas de urbanización y los que están no se les da mantenimiento, indicó en entrevista Agustín Brena Puyol, investigador en ingeniería hidrológica de la Universidad Autónoma Metropolitana campus Iztapalapa (UAM). 

“El sistema de drenaje se está colapsando. Los principales colectores periódicamente tienen fallas. Una gran porción del sistema ya no funciona por gravedad. Se supone que todos los colectores deberían funcionar por gravedad, sin embargo ahora se tienen que desalojar los escurrimientos por sistemas de bombeo”.

La ciudad y zona conurbada se han urbanizado sobre el fondo de lo que fueron cinco lagos y que ahora conforman la Cuenca del Valle de México. Ha crecido en forma desordenada, “en forma anárquica” que no hay un plan integral del manejo del agua. 

“No hay un plan integral para abastecimiento ni para el drenaje ni para el saneamiento. Estamos sufriendo las consecuencias. No hay un plan que realmente integre a la zona metropolitana. El agua se mueve en el subsuelo de toda la zona metropolitana. Ese es otro de los problemas, no hay un sistema que abarque a la zona conurbada. Los gobiernos se tienen que poner de acuerdo.

En temporada de lluvias se implementa el Plan Tormenta, en el cual, el sistema de drenaje se maneja de manera integral, sólo en esta época. Municipios del Estado de México y delegaciones están coordinados. La vinculación debe ser permanente. 

Daniel Salazar Núñez, presidente del Consejo Ciudadano para el Desarrollo Sustentable (CCDS) agregó que cada vez hay menos inversión para infraestructura de drenaje por parte de los gobiernos federal, local y delegacionales.

“En materia de agua potable tanto las delegaciones como el gobierno de la ciudad desde 1997 tiene un programa anual de sustitución de red de agua potable. Ya tiene casi 13 mil kilómetros y se han cambiado un poco más de dos mil 500 kilómetros. Va lento pero sabemos que se está dando la sustitución de agua potable. Sin embargo no es el caso del drenaje”.

Coincidió en que no hay un programa consistente en mantenimiento de los sistemas. Por ejemplo, agregó, en la red secundaria son muy pocos los tramos que tienen proyectado las delegaciones para sustituir. En la red primaria, el gobierno de la CDMX solo interviene cuando algún colector está a punto de colapsarse. 

“También tenemos el riesgo de los socavones, ya que puede haber tramos de colectores o interceptores del drenaje profundo con fisuras que provoquen el reblandecimiento del suelo. El diagnóstico ya lo tienen. Si se da un colapso, tendremos una inundación más severa que la que se dio en 2010 cuando se inundaron los arenales”, advirtió

Hundimientos diferenciales del suelo

Brena Puyol recordó que una gran porción de la CDMX y municipios mexiquenses están urbanizados sobre el fondo de cinco lagos, lo que conforman la Cuenca del Valle de México. Las zonas donde estaban los lagos es donde se inunda con mayor frecuencia como es el oriente, en específico, Venustiano Carranza.

El también ex diputado, Salazar Núñez, puntualizó que otro factor de las inundaciones es que el hundimiento en la ciudad cada vez es más fuerte. En el siglo XX la capital se hundió 10 metros y en estos últimos años, en zonas donde estuvo el lecho del lago de Texcoco y lago de la Ciudad de México, alcanza los 40 centímetros.

¿Qué pasa cuando hay hundimiento en las zonas donde hay drenaje? Los drenajes se invierten. Eso provoca que en lugar de que un drenaje saque agua, al contrario la regresa.

Explicó que el drenaje de la red primaria y red secundaria trabajan por gravedad y la orientación es de sur a norte. La salida del grueso del volumen de agua combinada está hacia el norte. “Cuando hay un hundimiento diferencial, la tendencia se invierte y eso provoca que en lugar de que un drenaje saque agua, al contrario la regresa”.

La basura también causa inundaciones

De acuerdo con el gobierno de la CDMX, la basura que está en la calle y se acumula en las alcantarillas cuando llueve es la causa del 50 por ciento de las inundaciones.

Sin embargo, el director del CCDS explicó que “La basura no taponea a los accesorios, sino que es arrastrada por el drenaje a las plantas de bombeo. Cuando se descarga el agua de las presas y laguna reguladoras o cuando se pasa el agua de la red secundaria a la red primaria y a la red metropolitana, en las plantas de bombeo se atora la basura.

La ciudad está dentro de una cuenca cerrada, es decir endorreíca. Tiene drenaje secundario y la red primaria, que son tubos que van desde los 60 centímetros hasta el 1.10  metros, y el drenaje metropolitano: el gran Canal, Río Churubusco, Río de la compañía. Este drenaje opera con bombos que se hacen desde la ciudad.

“Es ahí al hacerse lento el trasfase de una red a la otra, donde se generan los problemas, porque pierde la capacidad de bombeo y es donde se incrementan los riesgos de las inundaciones”.

Este es un factor.

¿Y el agua de lluvia?

En la Ciudad de México llueve en promedio al año 682 mil 800 metros cúbicos, de los cuales el 72 por ciento se evapora, un 4 por ciento se recupera en aguas superficiales, el 14 se escurre y 11 por ciento se infiltra para recarga de acuíferos.

Antes de la llegada de los españoles, el Sistema Lacustre estaba integrado por los lagos de Chalco, Xochimilco, México, Texcoco, Xaltocan y Zumpango. Cuando llovía se formaba un cuerpo de agua. Después de la conquista se desecaron y en su lugar se urbanizó.

La CDMX tiene cuatro salidas artificiales para drenar el agua: Tajo de Nochistongo (1789); Gan Canal (1900, 1954); Drenaje Profundo (1974) y TEO (en construcción).

El presidente de la Comisión de Cuenca Ríos Amecameca y la Compañía, Oscar Monroy señaló que el agua de lluvia estaba predestinada para rellenar los acuíferos en la Cuenca del Valle de México, ahora el gobierno de la ciudad la desperdicia y tira al drenaje.

Para aprovechar la lluvia, el especialista consideró que los proyectos del gobierno capitalino se tienen que orientar a captar e infiltrar el agua pluvial que cae tanto en las montañas del Valle como en la urbe. “Eso ayudaría a que se inunde menos”.

“Lo que hizo el gobierno en otros años fue sin tener conciencia de esto, ahora ya se sabe que esa agua no la podemos seguir metiendo al drenaje, la tenemos que infiltrar. Nunca van a tener capacidad los drenajes para poder evacuar toda el agua que se genera por la lluvia y extracción que se hace del acuífero y de lo que se trae del Cutzamala”.

El también investigador de la UAM, señaló que la solución es desviar el agua pluvial del drenaje y buscar como infiltrarla, solo es cuestión de que se empiecen a hacer obras para aprovechar mejor el agua pluvial.

Aseguró que captar el agua e infiltrarla sería más barato que reparar y construir más drenajes. “El costo sería como la décima parte” en comparación con la construcción de los emisores.

“Con eso, se tendría la certeza de que el agua se retiene para el uso. Es paradójico que tenemos tanta agua y toda se quiere sacar, y al mismo tiempo se está trayendo de otros lados. Tenemos la tecnología para romper esa paradoja. Se puede retener la tercera parte del agua que entra a los drenajes y que viene de las montañas, incluso el agua de los volcanes que llega a la ciudad. Hay que captar esa agua para que no entre al drenaje”.

Monroy sugiere ubicar los pozos de infiltración, limitar la cantidad de agua residual que entra al drenaje, y rehusar el agua a través de plantas de tratamiento.

Lo que no ha hecho el gobierno y tendrá que hacer

El especialista Brena Puyol recomendó que el Sistema de Aguas debería de atacar los puntos de riesgo por inundaciones que ya tiene detectados. 

“Una posible solución sería atenuar o reducir los riesgos de inundación. Tiene que darle prioridad a esos puntos donde nos estamos hundiendo con mayor velocidad. Si ellos ya conocen esto no entiendo porque no hacen un plan que abarque aquellas zonas donde se tienen las inundaciones con mayor frecuencia”.

Salazar Núñez indicó que en la actualidad el gobierno de la CDMX se enfrenta al rezago que hay en inversiones sostenidas a lo largo de los últimos 20 años en materia de drenaje. Sin embargo 

“El gobierno local no ha hecho las inversiones necesarias, con el argumento de que para estas obras se requieren recursos federales, y por su parte la federación se ha desentendido del tema. El año pasado recortaron las aportaciones federales de 2 mil millones a 900 millones. Y del año pasado a este, de 900 millones a 300 millones”.

El gobierno de Miguel Ángel Manera lanzó hace unas semanas la alerta de que la ciudad necesita 10 mil millones pesos para invertir en drenaje.

“Por un lado está bien que haga el reclamo del recurso a la federación, por el otro, no es una buena lectura de que al finalizar su quinto año de gobierno, Miguel Ángel Mancera esté haciendo este llamado de emergencia cuando el diagnóstico del sistema de drenaje está desde el sexenio pasado”, dijo Salazar Núñez.

¿Por qué se inunda el Metro?

El director del Sistema de Transporte Colectivo (STC), Jorge Gaviño explicó que cerca del 65 por ciento de las instalaciones del Metro son subterráneas. Esto implica que cuando se tapan los drenajes y sube el agua en la superficie, el STC es el principal afectado.

“Se nos empieza a meter el agua en grandes cantidades en las rejillas de ventilación. Solucionándose el problema (del drenaje) ya no se inundaría el Metro. Lo que si tiene que resolver el STC son las filtraciones en los túneles”.