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¿Por qué hay sismos con epicentro en la CDMX?

Los movimientos con origen en la Ciudad de México no son algo fuera de la común y ocurren todo el tiempo, te contamos qué los causa

Escrito en METRÓPOLI el

En la madrugada de este lunes se registraron dos sismos de intensidad leve con epicentro en la delegación Coyoacán, informó el Servicio Sismológico Nacional en su cuenta de Twitter.

El primer movimiento ocurrió a la 1:04 am y su magnitud fue de 2.3 grados en Escala de Richter, el segundo se registró a la 1:05 am y fue de 2.1 grados. Ambos fueron imperceptibles para los habitantes por su baja densidad. 

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Este sismo con epicentro en zonas de la Ciudad de México no ha sido el primero. Otro más  se registró el 25 de septiembre, en el cual el epicentro fue el Ajusco, también su magnitud fue de 2.5 grados. 

La mayoría de los sismos de gran magnitud se registran en estados como Guerrero, Chiapas y Oaxaca, pero en algunos casos los epicentros resultan ser zonas del Valle de México. Estos, son más comunes de lo que podría pensarse. 

En La Silla Rota te explicamos por qué ocurren sismos donde el origen del movimiento es la Ciudad de México. 

La zona capitalina tiene registro amplio de sismicidad, aunque la actividad sísmica no es tan cotidiana como en las costas. 

Los sismos que ocurren en la Ciudad de México son intraplaca o corticales y tienen ese nombre porque ocurren en la corteza superior y están dentro de otra placa que es la de Norteamérica. 

De acuerdo con la aplicación Sky Alert, la sismicidad de la CDMX puede atribuirse “a tensiones en la superficie acumulada por décadas o siglos”. En algunos casos tiene relación con la sobreexplotación de mantos acuíferos, como en la delegación Tláhuac, Xochimilco, Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero. Si hay ausencia de agua, provoca que el subsuelo colapse y se hunda, generando pequeños movimientos en el suelo (sismos). 

Otra razón para la generación de sismos  son las fallas geológicas, que son fracturas en la corteza terrestre que producen movimientos rocosos. En la CDMX hay varias de ellas, principalmente al poniente de la capital. 

“Se ha observado que sismos fuertes (cercanos y lejanos) pueden ayudar a liberar la tensión acumulada en las fallas y fracturas del suelo de la Ciudad de México”, señaló SkyAlert. 

Es decir, cuando ocurre un sismo de gran magnitud con epicentro en lugares que se encuentran alrededor de la capital, sus efectos liberan tensión que origina movimientos futuros, aunque de menor magnitud. 

Despúes del sismo del 7 de septiembre de magnitud de 8.2 grados originado en las costas de Chiapas y Oaxaca,  se registró un sismo en la delegación Tlalpan.

De igual forma, con el terremoto del 19 de septiembre, se reportaron dos de menor magnitud en la delegación Coyoacán.

“Es poco probable que se produzcan sismos con magnitud mayor a 4 debido a que la magnitud se limita con el tamaño de la zona fracturada. Sin embargo, por la alta densidad poblacional y poca profundidad de los sismos, pueden representar un riesgo para los habitantes en Ciudad de México”, explica la plataforma de detección de sismos.