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Pese a que policías encubiertos en marchas documentan delitos, implicados quedan libres

El área de inteligencia de la policía ha documentado actos de tres presuntos anarquistas de “alta peligrosidad”; sin embargo, fueron beneficiados por la Ley de Amnistía en la CDMX

Escrito en METRÓPOLI el

El trabajo de Inteligencia policial en torno a los generadores de violencia en marchas, como la que se espera mañana, es tan extenso que identifica por nombre, sigue y clasifica a los sospechosos en una base de datos que se robustece desde 2009, pero a la hora de actuar contra ellos, autoridades capitalinas no han mostrado mano dura.

Es el área de Inteligencia de la Policía la que, con oficiales encubierto y las cámaras del C5, ha elaborado un álbum de imágenes de muchos de los autodenominados anarquistas, a manera de línea de tiempo de sus actos vandálicos, donde inclusive se les ve en el momento en que los cometen.

Sin embargo, esto no ha sido suficiente para que algunos de los sospechosos más violentos no repitan sus acciones en protestas posteriores, ya que inclusive cuando son apresados han obtenido su libertad y no hay una ley que les prohíba participar en otra marcha.

La Silla Rota tuvo acceso a los seguimientos que la Policía hizo de tres supuestos anarquistas catalogados como de alta peligrosidad: uno de ellos, cuyo nombre es reservado, ha participado en disturbios por el 2 de octubre desde 2015.

Suele ir con el rostro totalmente cubierto, pero los agentes de Inteligencia lograron obtener fotografías de su cara tras darle seguimiento hasta un parque donde patinaba.

De acuerdo con los reportes que se hicieron de él, pasó de solamente participar en la marcha del 1 de mayo de 2015 a realizar pintas y arrojar cohetones en Paseo de la Reforma, el 26 de septiembre de ese año.

El 2 de octubre de 2015 ya arrojó bombas molotov a policías federales por lo que tuvo que bajar su perfil en las protestas del 26 de septiembre de 2016; para el 2 de octubre del año pasado volvió a causar destrozos a negocios y a atacar a elementos de la Policía y periodistas.

Como él han desfilado otros como Jesse Alejandro M. o José Luis “El Chómpiras”, los cuales han pisado la cárcel varias ocasiones pero posteriormente queda en libertad.

La base de datos del área de Inteligencia de la SSC se ha nutrido de 129 marchas y clasificó a 23 personas como “objetivos” de investigación que son recurrentes en desmanes o que su función es el adoctrinamiento de nuevos adeptos.

De acuerdo con los reportes de la propia SSC, desde 2009 se han realizado cerca de 500 detenciones de individuos que presuntamente cometieron algún acto vandálico o delito durante las protestas, aunque no precisa cuántos de ellos fueron procesados penalmente y sentenciados.

El diputado local por Morena, Temístocles Villanueva presentó una iniciativa para reforma el código penal para eliminar los delitos de ataques a la paz pública y ultrajes a la autoridad, pues consideró que se usaron como pretexto para hacer arrestos a diestra y siniestra, sin que se pudieran sustentar ante un juez.

Empero, desde 2016, la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional el Artículo 362 del Código Penal capitalino donde está previsto el delito de ataques a la paz pública.

De ahí que los actos vandálicos y agresiones a policías deban ser indagados con base en otros delitos, como lesiones, robo o daño en propiedad privada, entre otros.

Los trabajos del área de Inteligencia de la Policía enumeran las protestas en las que participaron los 23 sospechosos y algunos tienen un largo historial, como Monik S., presunta integrante de Cruz Negra Anarquista, quien es ubicada en 13 marchas donde hubo violencia, aunque aparece más bien como un líder moral.

No es el caso de Luis Fernando B., detenido el 13 de diciembre de 2013 y liberado hasta junio de 2018, ya que quemó un árbol de Navidad instalado sobre Paseo de la Reforma y fue captado en video por agentes encubiertos y personal del C5.

Sin embargo, Luis Fernando es uno de los numerosos casos de generadores de violencia que fueron beneficiados por la Ley de Amnistía, aprobada el 23 de abril de 2018 por la Asamblea Legislativa de Ciudad de México.

Para este 2 de octubre, el gobierno local implementará los denominados “Cinturones de Paz”, que consisten en acompañamiento civil, vallas, cortes a la circulación, bajo la instrucción de evitar hechos de violencia.

“Si hay actuaciones violentas tendrá que haber detenidos pero insisto que el enfoque es evitar que se den estas situaciones; hay varias tácticas para hacerlo y eso es para lo que nos estamos preparando mañana. Tengo la instrucción prioritaria de evitar abusos policiales, pedimos a la Comisión de Derechos Humanos que nos acompañe”, explicó Jesús Orta, titular de la SSC.

Añadió que los comercios y edificios de Gobierno serán resguardados con vallas metálicas, al tiempo que serían poco más de mil 500 elementos policiacos los asignados para proteger a los que marcharán en conmemoración de la matanza de Tlatelolco.

MJP