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Permite gobierno aglomeraciones por San Judas Tadeo

Ni San Judas Tadeo logró que miles de fieles respetaran la sana distancia

Escrito en METRÓPOLI el

Miles de devotos acudieron al templo de San Hipólito, en avenida Hidalgo, en el Centro Histórico, a celebrar el día de San Judas Tadeo, pese a las recomendaciones de no hacerlo para evitar la posibilidad de contagios de la covid-19.

Aunque inicialmente se invitó a los devotos a celebrar al "santo de los imposibles" en sus casas, desde ayer 27 de octubre comenzaron a llegar fieles, acompañados de figuras de barro, de yeso, de fibra de vidrio o impresas del apóstol, de todos tamaños.

Este 28 de octubre los fieles también llegaron desde temprano. Entraban en grupos de  20 personas cada 5 minutos, con cubrebocas obligatorio, gel y sana distancia, para evitar contagios de coronavirus, y en el exterior del templo había una larga fila que empezaba desde la calle Héroes, esquina con Hidalgo.

 

SIN SANA DISTANCIA

Ahí, la imagen era diferente. No todos llevaban cubrebocas, y la sana distancia no estaba presente. En dicha calle la fila serpenteaba y se doblaba en San Fernando, donde también se hacía doble, y regresaba a Héroes, pegada a la pared del templo. Avanzaba entonces hasta regresar a la esquina con Hidalgo, donde se estrechaba, y quienes llegaban ahí debían pasar una aduana con vallas, mientras que personal de Participación Ciudadana del Gobierno de la Ciudad de México vigilaba que nadie entrara sin cubrebocas. La Silla Rota observó que una joven intentó hacerlo y una mujer la regañó.

Pero, aunque les pedían sana distancia, ni siquiera San Judas hizo el milagro de que les hicieran caso.

Luego, los devotos caminaban a la entrada del templo, cercada por vallas y esperaban la autorización para entrar. Pese a la orden de no entrar sin cubrebocas y a que eran revisados en donde empezaba el envallado, algunos persistían en su conducta de bajarse el adminículo, por lo que eran reconvenidos.

BENDICIÓN APRESURADA

En el templo, los devotos recorrían el pasillo principal, y al estar cerca del altar un padre bendecía, apresurado, las imágenes. Sólo se detenía cuando alguna persona adulta mayor o algún niño vestido como San Judas se acercaba, y lanzaba el agua bendita con mayor delicadeza.  El rector de San Hipólito, Mario González, los bendecía y agradecía a los fieles su presencia. También los acompañaba al momento de persignarse, además de que les pedía que guardaran su sana distancia y avanzaran para que salieran pronto.

“La importancia de San Judas es que los devotos lo ven como a un amigo”.

A las 16 horas el templo fue cerrado. De acuerdo con la Secretaría de Gobierno, acudieron hasta esa hora 4 mil 300 feligreses. Afuera quedaron otros 2 mil.

NO TODOS SON RESPONSABLES

El rector comentó a La Silla Rota que habitualmente en años anteriores llegaban 100 mil, pero que este año debido a las medidas sanitarias por la pandemia esperaban 5 mil. Aseguró que se les tomó  la temperatura a todos los que entraron, se le dio gel antibacterial y se les pidió mantener la sana distancia.

“Sabemos que no todas las personas son responsables, por eso estamos en el recinto donde los recibimos, les damos la bendición, cada uno que rece lo que lleva en su corazón, acción de gracias, peticiones, una veladora, los invitamos a que una vez que reciban la bendición puedan ir saliendo de manera ágil. No pueden estar más de 3 minutos”.

De acuerdo con personal del gobierno capitalino que resguardaba el área, hubo dos casos de personas que al tomarles la temperatura rebasaron los 37.5 grados centígrados y se les impidió el paso.

Afuera las escenas eran contrastantes. La gran mayoría llevaba puesto su cubrebocas, algunos hasta arriba de la nariz, otros sin taparla y unos más de agarrapapada. Incluso había vendedoras de cubrebocas, que pese a llevar el escudo contra el coronavirus, decían que habían vendido poco. 

Tras arribar al lugar, las personas tardaban entre 30 a 40 minutos para entrar.

SAN JUDAS VA CON CUBREBOCAS

Una de las historias es la de Carlos Jesús Martínez, quien es devoto de San Judas, y este miércoles acudió a San Hipólito con una figura del Santo, que tenía su propio cubrebocas. Empleado de la cocina del Hospital ABC de Observatorio, sabe que el coronavirus existe y que puede ser mortal con quien resulta contagiado.

“Sé lo que es la pandemia, está muy difícil. Ha habido muchos decesos, mucha gente cree que no, pero es cierto”.

Vecino de Observatorio, dijo que suma 22 años de acudir los 28 de octubre al templo y que él mismo y su santo tiene puesto el cubrebocas con la idea de evitar contagios.

“Llegando a casa lo limpio y tenemos las mismas medidas de sanidad, y por eso decidí ponerle su cubrebocas”, explicó.

Cuestionado sobre la falta de sana distancia mientras está formado en la larga fila, confía en que con el uso del cubrebocas se prevenga de adquirir el virus.

QUE NOS CUIDE SAN JUDAS

Otro caso es el de Juan Carlos. Vecino de la Nueva Atzacoalco, en la Gustavo A. Madero, quien recordó que es devoto de San Judas porque le ayudó a salir de la drogadicción y gracias a él lleva cuatro años limpio.

Su figura, que le regaló su mamá, es más grande que la de Carlos y pesa 10 kilogramos, aunque es fácil de cargar, ya que es de fibra de vidrio. De todos modos, mientras la lleva, las miradas de los demás asistentes se posan en la figura.

No está de acuerdo con las restricciones sanitarias, ya que impide la entrada al templo de mucha gente.

“Antes estaba más rápido el acceso, ahora te tienes que formar”.

Sobre el cubrebocas, prefiere no usarlo. “Yo digo que ya que nos toque nos va a tocar. Mientras nos cuide el patrón, hasta ahorita prefiero no usarlo”.

-¿Crees que el patrón te puede ayudar si te da coronavirus?

-Yo creo que sí, es el patrón de los casos difíciles.

LE DA MIEDO COVID, PERO DEBE CUMPLIR MANDA

Leonardo es otro devoto de San Judas. Él no está formado. Está cerca de la acera no ocupada de la calle Héroes. Llevó una caja con 200 panes que comenzó a repartir, apoyado por otra persona. Pero a quienes se formaron sólo se los entregó si aceptaban ponerse gel antibacterial.

Explica que la donación es parte de una manda que hizo al Santo y prefiere no decir la causa. Oriundo de la Nueva Atzacoalco, llevó guantes y cubrebocas y mantuvo sana distancia de los beneficiarios de sus panes. Reconoció que el coronavirus sí le da miedo.

“Me da miedo, pero estoy cumpliendo lo que prometí”.

LOS DEVOTOS FUERON LLEVADOS POR SU DEVOCIÓN: ARQUIDIÓCESIS

La Arquidiócesis de México, a través del Vicario General, el obispo auxiliar Salvador González Morales, explicó mediante un boletín que desde hace varias semanas se contempló un plan para evitar que, durante la fiesta litúrgica de san Judas Tadeo, hubiera una concentración de fieles.

Añadió que la estrategia integró una serie de acciones litúrgicas y devocionales transmitidas por diferentes plataformas digitales, así como una campaña de concientización para celebrar la fiesta patronal desde casa.

“Sin embargo, hubo muchas personas que, llevadas por su devoción al santo apóstol y haciendo pleno uso de su libertad, decidieron acudir a la rectoría de San Hipólito y San Casiano para venerarlo, arriesgando con ello no sólo su salud, sino también la de sus seres queridos”.

González Morales justificó que ante dicha situación, la Arquidiócesis de México, los misioneros claretianos a cargo de San Hipólito y las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México, tuvieron que implementar las medidas contempladas en caso de que esto ocurriera, como permitir, por algunas horas, “que los fieles pudieran entrar al templo para venerar la imagen de San Judas Tadeo y, de esta manera, evitar la concentración de personas al exterior”.

Dijo que, aunque la Iglesia es respetuosa de la religiosidad del pueblo, “pues responde a los grandes interrogantes de la existencia humana”, estas expresiones deben recordar el mandamiento de amar al prójimo.

“La responsabilidad y la prudencia son signos de ese amor a Dios y al prójimo”.

ALISTAN CAMPAÑA PARA PEREGRINOS GUADALUPANOS

Por su parte la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum aclaró que el clero dijo que no se iban a cerrar las puertas, sino iba a haber la suspensión de cultos y lo que implicara más de 5 minutos en su tránsito de un lado a otro.

Informó que se destinaron 70 elementos de tránsito, 27 policías auxiliares, 25 de la policía bancaria e industrial y 20 servidores públicos de la alcaldía Cuauhtémoc y 7 de la Dirección General de Ordenamiento de la Vía Pública del Centro Histórico y 2 elementos de concertación política, en coordinación con el rector de la parroquia de San Hipólito.

Sobre si la aglomeración que se vio este 28 de octubre es un preludio de lo que podría verse el 12 de diciembre en la Basílica, por la fiesta de la Virgen de Guadalupe, el secretario de Gobierno, José Alfonso Suárez del Real, adelantó que se pondrá en marcha la campaña Peregrino quédate en casa.

Agregó que los jerarcas católicos ya trabajan en invitar a la gente a que desde su casa sigan todas las actividades que se televisarán, como ocurrió con la misa de San Judas.

Dicha ceremonia se transmitió a las 12 del día, fue transmitida por Capital 21 y fue grabada con antelación.


(Sharira Abundez)