El penal de Altamira, en Tamaulipas, fue el lugar donde se orquestó la privación de la libertad de 14 médicos en hoteles de la alcaldía Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México, de donde elementos de la Policía de Investigación (PDI) los rescataron.
Así lo asegura la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), quien además detalló que más que un secuestro, se trató de una serie de extorsiones telefónicas.
Las autoridades capitalinas detallan que los extorsionadores, a través de llamadas telefónicas, utilizaron a algunas de las víctimas para dar instrucciones a los demás médicos.
Los extorsionadores ejercían presión sobre los médicos con el argumento de que serían detenidos, pues los acusaron de tener en sus habitaciones droga y armas.
La #FGJCDMXInforma que los hechos ocurridos en hoteles de la @AlcaldiaMHmx, en que se vieron afectadas 14 personas, quienes fueron puestas a salvo por agentes de la @PDI_FGJCDMX al mando de @AlmazanBarocio, se trataron de extorsiones telefónicas https://t.co/DBmoutKIn8 pic.twitter.com/QYNCSCkNul
— Fiscalía CDMX (@FiscaliaCDMX) May 20, 2020
Entonces, debían seguir sus indicaciones, entre ellas entregarles dinero para no hacerles daño.
Las sospechas de que dicho crimen se orquestó desde el penal de Altamira se da luego que la Fiscalía ubicara los teléfonos desde los cuales se realizaron las llamadas tanto a las víctimas como a los familiares.
“Como resultado del trabajo de inteligencia de la Policía de Investigación fue posible ubicar en el penal de Altamira, Tamaulipas, el número telefónico utilizado por los probables extorsionadores, quienes realizaron llamadas tanto a las víctimas, como a sus familiares, para darles instrucciones y exigirles una cantidad de dinero a cambio de no hacerles daño”.
Cabe mencionar que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) detalló que el personal de salud son de la Oficina de Representación de la institución en Nuevo León, quienes forman parte del equipo de apoyo que llegan a la Ciudad de México para reforzar la lucha contra el covid-19.
El Centro de Ejecución de Sanciones de Altamira, es uno de los cinco penales estatales de Tamaulipas.
Es, de forma contradictoria, el mejor evaluado del estado por el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Su calificación, sin embargo, es apenas aprobatoria, de 6.16 sobre 10. Además, Tamaulipas tiene el peor sistema penitenciario del país, según la misma Comisión.
La Comisión acusa una insuficiencia de personal de seguridad y custodia, lo que provoca condiciones de autogobierno y por lo tanto la presencia de actividades ilícitas y cobros, como extorsión y sobornos, dentro del penal.
La CNDH advierte que el penal de Altamira carece de eficiente separación entre hombres y mujeres, servicio de salud y programas para la prevención y atención de incidentes violentos dentro de las instalaciones.
Además, las condiciones de higiene en dicha cárcel, así como de alimentación, son insuficientes o inexistentes, acusa la CNDH.