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Pandemia dejará deserción y rezago en educación, prevén especialistas

La población mexicana estudiantil no está suficientemente equipada ni tiene conectividad para esta educación de emergencia, apuntan

Escrito en METRÓPOLI el

Cristina ingresó con ilusión al primer semestre de la preparatoria a fines de septiembre pasado. Pero en la nueva normalidad causada por la pandemia de lacovid-19, donde las clases son a distancia y por medio de dispositivos electrónicos, ella no tenía una computadora sino hasta un día antes de comenzar sus clases.

Su tía le regaló una laptop usada que configuró para que su sobrina la reestrenara. Pero al tercer día de clases, la máquina se pasmó y entonces Cristina debió sacar de emergencia su celular para volverse a conectar.

Así se la ha llevado desde entonces, porque la máquina a veces funciona, otras se alenta y si no, para eso está su celular, que tiene de reserva pero con una pantalla más pequeña e incómoda.

EDUCACIÓN DE EMERGENCIA

Las clases a distancia son parte de una educación de emergencia, dice la experta en gestión escolar y política educativa, Alejandra Brito Rodríguez.

“En este momento les están dando clases o temarios sin tener elementos ya previamente diseñados y es una respuesta de emergencia que se está haciendo”.

A ello se suma el hándicap tecnológico.

Aunque de acuerdo con el Anuario Estadístico 2019 del Instituto Federal de Telecomunicaciones en la Ciudad de México, 63 por ciento de los hogares tiene equipo de cómputo pero resulta que generalmente en cada hogar son varios los niños y jóvenes que la mayor parte de las veces no coinciden en los niveles escolares, por lo que muchos niños no podrán conectarse para tomar clases. Y la televisión no educa, de acuerdo con el experto en educación y académico de El Colegio de México, Manuel Gil Antón. 

De acuerdo con una encuesta, en los Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos y preparatorias estatales apenas el 17 por ciento de los alumnos tiene computadora propia y 40 por ciento es compartida con otros integrantes familiares.

LA DESERCIÓN QUE VIENE

A nivel primaria hay procesos educativos básicos como aprender a leer y a escribir, los cuales se complicarán, y a nivel medio superior habrá más deserciones de las normales, previó Brito Rodríguez.

“Hay una gran deserción en educación media superior, es un nivel educativo donde la deserción tiene grandes proporciones, es un problema de política pública y a nivel de la educación a distancia”.

A ello se suma que se está viendo que hay menos niños inscritos en los primeros grados de primaria. Un problema es el acceso a la conectividad, menor de lo que se observa en el nivel medio superior. Además, los niños más pequeños necesitan mucho más apoyo de los papás todavía, sobre todo de primero a tercero y difícilmente pueden hacer un trabajo autónomo.

“Es muy preocupante que justo en esos grados se desarrolla la escritura y la lectura. Imagínate cómo se puede enseñar a distancia a un niño a escribir. No hay manera si no tiene el apoyo de la familia y en muchos casos no lo hay”, explicó la ex directora de Planeación y Evaluación de Políticas Educativas de la Secretaría de Educación Pública.

Por su parte, Manuel Gil Antón apunta que la ciudad parece tener mucha conectividad, muy moderna, pero la desigualdad al interior es enorme. La dotación de aparatos de cómputo de la ciudad es muy desigual entre las clases sociales, en zonas donde hay marginación, de pobreza urbana, la población está teniendo dificultades para ir a la escuela porque la conectividad como factibilidad puede ser mayor pero la capacidad para aprovecharla es variable, según sus condiciones sociales.

Como hay gente con mucha pobreza, también hay un ejército enorme de niños en mercado informal, y aunque haya conectividad, están trabajando”, explicó a La Silla Rota.

SUBEN DE PRECIO COMPUTADORAS

El panorama se hace más complejo porque a raíz del regreso a clases el precio de las computadoras se elevó. Aunque en internet aparecen algunas anunciadas con precios de 11 mil pesos, la realidad en las tiendas es otra: además de que hay pocos modelos, las computadoras de escritorio están arriba de 15 mil pesos, y las laptops superan los 18 mil.

Los vendedores dicen que se debe a que hay “escasez” de aparatos por el regreso a clases y la pandemia.

Sin embargo, las computadoras serán básicas para la educación mientras no se regrese a las aulas y a las clases presenciales, lo que no ocurrirá este año.

Según la encuesta de la consultora Valora realizada en mayo entre 3 mil 484 estudiantes de bachillerato a nivel nacional, mientras a nivel de educación privada 73 por ciento de los alumnos tienen computadora propia y 49 por ciento debe compartirla, a nivel bachillerato universitario (como la UNAM)  44 por ciento de los estudiantes tiene computadora propia, y el porcentaje de quienes deben compartirla es de 63 por ciento.

Como se mencionó líneas arriba, en los Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos y preparatorias estatales apenas el 17 por ciento de los alumnos tiene computadora propia y 40 por ciento es compartida con otros integrantes familiares.

MÁS DESIGUALDAD

Gil Antón consideró que, si con las clases presenciales ya había desigualdades entre los alumnos, estás se ahondarán con el uso de la tecnología, a la cual no todos accederán.  

“Los que tienen más pobreza, que viven en zonas marginadas tienen menos acceso a los sistemas electrónicos que les permitirían teóricamente tener un vínculo pedagógico”.

Cuestionado sobre si las clases por televisión servirán para acortar esta brecha, respondió que no.

“La televisión, sin la mediación de los profesores y profesoras no enseña, sólo muestra”.

También cuestionó que no se ha ahondado en que al no haber clases presenciales, las capacidades autodidactas están distribuidas de manera desigual, ya que si el alumno vive en un hogar con libros, computadoras, con padres que trabajan, hay más posibilidades de autoaprendizaje, pero la situación cambia en una situación de marginación y pobreza.

“Vamos a tener más malos resultados asociados a la pobreza y con menos personas que regresen a la escuela”, previó.

LA IMPORTANCIA DE LOS PROFESORES

La educación a distancia muestra la importancia de los profesores, pues conforme son más pequeños los estudiantes retener les resulta más complicado y ahí es donde los docentes les ayudan, y para los que aún no entran a primaria es igual.

“Es muy difícil que aun con tecnología puedas reproducir las condiciones de preescolar, no hay posibilidad de socialización”, resaltó.

El académico de El Colmex advirtió que la marginación en la ciudad puede ser más complicada, porque por lo menos en otros estados en algunas comunidades los alumnos pueden interactuar con maestros, mientras cumplan con irse a espacios abiertos y mantener su sana distancia, pero eso no se puede hacer en la mayor parte de la capital.

“¿Qué haces en Iztapalapa, en Tláhuac? Entonces a la Ciudad de México le pega en la medida de su desigualdad, porque la conectividad no es qué tantas zonas tienen coberturas, sino qué tantas personas pueden aprovechar la cobertura y es donde puedes tener conectividad universal y personas con distintas oportunidades para aprovecharla. Pero entre más pobres, menos va a ocurrir”.

EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR

En el Instituto de Educación Media Superior, administrado por la Secretaría Educación, Ciencia y tecnología del gobierno de la Ciudad de México, en la generación 2015-2017 entraron 10 mil 642 alumnos, pero en 2018 sólo egresaron mil 380, lo que dio una eficiencia terminal de 13 por ciento.

Se le preguntó a Brito Rodríguez sobre si la eficiencia terminal podría ser menor ahora que las clases son a distancia.

“Habrá más deserción en sistemas que tradicionalmente han sido presenciales, los de distancia ya están acostumbrados”, respondió.

“La falta de acceso a computadora y la falta de conectividad son un hándicap y limitaciones de las escuelas. Es cierto que el equipamiento de educación media superior está generalmente deteriorado, pero en este momento no es el punto. El problema es que no tienen infraestructura, en su casa para seguir las clases, tanto los maestros como los alumnos están viendo como le hacen, con estas herramientas whatsapp, Facebook o copias. No se puede esperar que los alumnos y maestros sigan el programa, entonces se debe hacer la selección de contenidos que se pueden trabajar a distancia y no se puede medir el aprendizaje y los jóvenes saldrán con competencias diferentes”, concluyó.

fmma