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Narco de La Unión, presunto asesino de Yamila

El martes por la noche, Yamila Lin de nacionalidad argentina llamó a sus abogados para pedirles ayuda, se sentía amenazada por su esposo

Escrito en METRÓPOLI el

Yamila se enamoró y cayó después en una mortal espiral de violencia. De 38 años y madre de una bebé de dos, Yamila era una empresaria argentina con raíces chinas, próspera por méritos propios y estimada dentro de la comunidad coreana en la Ciudad, pues su esposo era de ese país. 

“It’s time to be strong”, decía en su Facebook a manera de presentación.

Yamila, según relató a una persona cercana a ella y quien pidió el anonimato, se enamoró de Marco Antonio González “El Toño”, presunto miembro de La Unión de la B, grupo que extorsiona justamente a los comerciantes coreanos en el Centro.

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Parecían agua y aceite. Ella administraba un negocio de ropa y, como otros, sorteaba los chantajes del grupo criminal, mientras “El Toño” había trabajado para otro personaje ligado con el hampa y el odio a las mujeres: Bryan Mauricio González “El Pozoles”, acusado de matar a la venezolana Keny Finol.

Contra todo pronóstico, con el paso del tiempo, Yamila se involucró sentimentalmente con “El Toño” y decidió separarse de su esposo, otro comerciante que creció en Argentina, pero de origen coreano, padre de su niña.

De a poco la muchacha fue testigo de cómo su vida se transformaba: el dinero que ganaba se lo quitaba “El Toño”, que además la golpeaba.

Consta en la carpeta FCIH/1/UI-C/D/00218/07-2019 que la noche del 31 de julio pasado, Yamila y “El Toño” se encontraban en el apartamento de él, en la Santa María la Ribera, cuando explotó otra discusión.

Ante lo álgido de la pelea y las amenazas de “El Toño”, Yamila marcó por teléfono a su abogado y le pidió ayuda. “¡Me va a matar, por favor, ayúdame! Rogó.

Su defensa, encabezada por Wilfrido Rafael Castillo Serrato, acudió junto con policías preventivos al departamento de la calle Nogal, donde fueron recibidos a balazos por “El Toño”.

Los uniformados contestaron y abatieron al hombre de 34 años de edad, cuyo cuerpo quedó tendido en la sala.

Sin embargo, ya había disparado contra Yamila, quien estaba totalmente desnuda en el baño, con una herida de cuchillo en el cuello y marcas de golpes.

Sobre la tapa del inodoro había un cuchillo de aproximadamente 40 centímetros, un serrucho y un par de guantes, todo, se sospecha, para desmembrar el cuerpo de la víctima.

La bebé de Yamila estaba en el sitio, pero salió ilesa y ahora está en manos de la Fiscalía del Menor, en tanto se valora con qué familiar podría ser canalizada.

Acorde con las investigaciones de la Procuraduría, la mujer tenía alrededor de cinco meses de relación con su agresor, con quien se mudó en junio pasado.

Ahora, la organización no gubernamental, Alto Al Feminicidio, intervino en las pesquisas para asegurarse de que se hagan con los protocolos necesarios y que la familia de la víctima pueda recibir apoyo institucional.

Yamila ya tenía la nacionalidad mexicana y estaba por expandir su negocio de ropa a otras zonas comerciales de la ciudad.