Esta historia no comenzó como consecuencia del #CoronavirusMx. Inició hace dos años y medio, tras el sismo del 19S cuando la solidaridad y apoyo entre vecinos y colonias, permitieron enfrentar de primera mano y en primera fila, los daños que aquel terremoto dejó. En aquella ocasión Alberto Corona comenzó un servicio social de mensajería gratuita por bicicleta bajo esa línea; y pasada la emergencia hizo de este un proyecto laboral que hoy da empleo a dos personas más.
Por eso, frente a la pandemia que vivimos en fase dos, y con la intención de reducir la cadena de contagio del virus, Alberto identificó de nuevo los elementos sociales que le permitieron regresar a su origen. Y así lo comunicó en redes sociales y chat de vecinos de la delegación Benito Juárez. “Painalton, bicimensajería. En apoyo a la comunidad, a todos los negocios y vecinos de Del Valle/Narvarte Unidos, todos los envíos, encargos o pedidos por tan solo 25 pesos. Consulta términos y condiciones”.
“Desde los sismos del 17 (año 2017) vimos que la ciudad se paralizó y se demostró que los autos no eran fundamentales. Lo que hicimos fue repetir el ejercicio y ofrecer a una comunidad, en específico de Benito Juárez donde hay mucha gente de la tercera edad, nuestros servicios y tratar de difundirlos para darles un mayor uso y de esta manera darles la opción de que se pudieran quedar en casa”, cuenta en entrevista con LSR.
Normalmente, Painalton brinda su servicio en bicicleta convencional o de carreras; y puede llegar lo mismo a toda la #CDMX que al área metropolitana. Pero, dada la contingencia y su promoción -que vence el día 30 de abril-, desde hace dos semanas lleva pedidos a adultos mayores y pequeños comercios que sí acatan la regla de #QuédateEnCasa.
“Dada la situación que atravesamos damos un servicio especial a muy bajo costo; tenemos un promedio diez servicios por día entre los tres, son pocos; lo mismo son encargos, que comida o medicinas. Antes de la pandemia teníamos un promedio de veinte servicios por día, pero a todos nos ha bajado el trabajo”, describe.
Sus problemas son dos; la competencia de Uber y Rappi pues la mitad de los negocios ya cuentan con este servicio; y por otro lado que hay quien piensa que el servicio que prestan, por venir de una bicicleta a diferencia de una moto, debe ser más barato.
“La competencia realiza un servicio similar, más no igual al que nosotros prestamos”, relata Alberto. “La gente prefiere contratarlos en lugar de nosotros; no obstante, fomentamos el uso de la bicicleta.
"Normalmente nuestra tarifa base es de 50 pesos y todo depende del kilometraje recorrido a partir del punto de recolección hasta el punto de entrega de los paquetes. Pero con la pandemia bajamos nuestra tarifa a la mitad dentro de un radio de seis kilómetros. Afortunadamente hemos encontrado que hay quienes sí pagan sin problema nuestro servicio, pues también requerimos apoyo en estos momentos”.
“Igual que en el 19S, hoy tenemos mayor acercamiento con la comunidad y algunos restaurantes, negocios que, si bien tampoco tienen tantos pedidos como antes porque la gente no les consume tanto, nos apoya con las entregas a domicilio, así como nosotros a ellos dando una tarifa menor. Y como les contaba, la gente de tercera edad requiere medicamentos u otro servicio y prefiere no salir; también tenemos apoyo entre pequeños emprendedores como uno de jabones artesanales.
Esperamos poder mantener nuestra oferta y hasta quizás poder ampliarla, según como nos vaya en las próximas semanas pues otro problema es que, al no haber tantos carros circulando en la ciudad, exceden el límite de velocidad y nos cuidamos mucho de que eso no nos cause un accidente”.