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Me quedé sin negocio, mi hijo nació en pandemia y decidí pedir trabajo

Julio Ibáñez explica que algunas personas le prometen que le darán trabajo de chofer, pero que será en cuanto los niños vuelvan a la escuela

Escrito en METRÓPOLI el

Cada mañana Julio Ibáñez se traslada de Ecatepec, Estado de México, a la calle Zacatépetl, en el Pedregal, a un costado de Perisur, en la Ciudad de México. De traje y corbata, con cubrebocas, peinado con gel, se instala en el camellón, saca una cartulina verde y la muestra a quienes pasan por ahí.

“Responsable y trabajador, ofrezco mis servicios! Mozo o chofer. Si no me puedes dar trabajo y me quieres apoyar, regálame lo que ya no te sirve. Ropa, zapatos, juguetes, etcétera”.

La vida de Julio dio un vuelco con la pandemia de la covid-19. Vendía antojitos fuera de una escuela, en Ecatepec. Pero con el cierre de establecimientos debido al coronavirus, dejó de trabajar.

PENSÓ QUE SERÍA MENOR TIEMPO

Como millones de mexicanos, pensó que las medidas para evitar una ola de contagios del virus que ha puesto de cabeza al mundo, durarían menos de lo que han durado. Se quedó en casa y con los ahorros que tenía solventó sus necesidades, las de su esposa y tres hijos más.

Pero en julio pasado llegó un hijo más y al ver que las medidas seguían y las escuelas permanecían cerradas, decidió pedir trabajo. Primero acudió a agencias de empleo, pero estaban cerradas.

“Visité distintas agencias de colocación y varias estaban cerradas y este trabajo que ofrezco es el que se adecúa a mis necesidades. Ya que todo está cerrado, pues pensé que la cartulina era una manera en que me viera la gente y si alguien necesita mis servicios, yo se los ofrezco”, dice a La Silla Rota.

El sector de desocupados, al que ahora pertenece Julio, en agosto de este año fue de 5.2 por ciento, mientras que en julio fue de 5.4 por ciento como proporción de la Población Económicamente Activa, porcentaje equivalente a 2.8 millones de personas en ambos meses, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), cuyos más recientes resultados fueron presentados este 28 de septiembre.

En cuanto a los empleados informales, sector al que Julio pertenecía, ha aumentado debido a la pandemia. La población ocupada informal en México, “que comprende a los ocupados que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, como aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo”, fue de 27.8 millones en agosto de este año. Eso significa 467 mil más que en julio de este año.

“Dicho comportamiento se debió principalmente al crecimiento de los ocupados fuera del sector informal que pasó de 13.6 millones (49.6 por ciento) en julio a 14.2 millones (51 por ciento) en agosto de 2020; es decir, ocupados en unidades económicas formales pero que laboran bajo condiciones de informalidad, sin la protección de la seguridad social”, según el comunicado del Inegi. 

HISTORIA DE UN MENSAJE

Hace unos 15 días una vecina le tomó fotos a Julio y las subió a Twitter, decidió donarle cosas y además le sugirió que también pidiera cosas donadas. Él estuvo de acuerdo con la propuesta, amplió la primera cartulina y puso el segundo mensaje.

“Me dijo ¿por qué no le aumentas a tu cartel? Que alguien te regale algo. Y funcionó y me regalan cosas. Al final me ha ayudado, no he conseguido un trabajo, pero con lo que me han dado, lo vendo en segunda mano y me permite cubrir gastos y no vernos tan apretados”.

La propia vecina le ha regalado cosas. Mientras La Silla Rota entrevistaba a Julio, llegó en su auto y le llevó una bolsa con varios pares de zapatos, que él aceptó agradecido.  

BAJOS SUELDOS

Ibáñez explica que además otras personas se detienen y le prometen que le darán trabajo de chofer, pero que será en cuanto los niños vuelvan a la escuela. De acuerdo con autoridades educativas, eso pasará hasta que se declare el  semáforo epidemiológico verde, para lo cual primero es necesario dejar el naranja actual y luego el amarillo.

Otros le ofrecen trabajo, pero a cambio de un sueldo de 4 mil 500 pesos al mes, y él, de manera franca, les responde que no le conviene un sueldo tan bajo y sin prestaciones.

“Me ofrecen algunos trabajos, pero quieren pagar muy poco, 4 mil o 5 mil pesos al mes. Les digo que no abusen de la necesidad de la gente, se molestan y se van. De este tipo de trabajos que yo ofrezco como mozo o chofer, están cerrados por la pandemia. Hay gente que se detiene, dice que están encantados con el servicio, pero hasta que pase la pandemia me lo solicitarían”.

MI FAMILIA AÚN NO CONOCE A MI HIJO

Eythan, que es el nombre de su nuevo hijo, no trajo torta bajo el brazo, pero sí fue el impulso para que Julio pidiera trabajo de esta manera tan visible con su cartulina de fondo verde.

“Prefiero hacerlo así a que me bajen a chingadazos”, responde, en alusión a los rateros que azotan a usuarios del transporte público de zonas conurbadas, pero que ya enfrentan la furia de sus víctimas.

“Preferí hacerlo así a esperar a tocar fondo. Imagínate si se enferma mi hijo”.

Recuerda que Eythan nació en la unidad materno infantil de Magdalena Contreras, la cual su esposa ya conocía, por lo que ambos decidieron que era mejor que el nuevo integrante de la familia viera la luz ahí, en lugar de algún hospital de Ecatepec, donde tenía miedo de algún caso de contagio de la covid.

“Sí teníamos miedo, por eso vinimos y sentimos más seguridad. Por la pandemia, mi familia aún no lo conoce, no hemos podido presentárselo a nadie. Mis otros hijos también ya quieren asomarse a la calle”.

LA AYUDA DE LA VECINA

Bernarda, la vecina de Pedregal que puso en Twitter la foto de Julio, recuerda a La Silla Rota que en la red social hubo personas que le desearon lo mejor a él.

“Una señora le puso en el Twitter que ojalá el arcángel San Gabriel lo guíe y le ayude a encontrar un trabajo”.

Sobre cómo decidió ayudarlo, dice que ya antes había ayudado a un señor indígena que pidió despensa para su bebé y hasta un camión le llegó.

“En la calle de Llanuras, pasan músicos los domingos pidiendo dinero y también los ayudamos”, añade, sonriente.

INFORMALIDAD

El pasado 25 de septiembre, la titular de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo, Soledad Aragón Martínez, explicó ante diputados del Congreso capitalino el impacto que tuvo la pandemia en el empleo informal.

“Obviamente si el impacto en los trabajadores formales fue fuerte, en el sector informal fue más, particularmente porque es un sector que no tiene seguridad social, pero la Secretaría ha entregado apoyos a ambos sectores como los que trabajan en los mercados y a la población indígena, a través del Programa Seguro de Desempleo”.

En dicha comparecencia, la funcionaria informó que en la capital hay 211 mil 339 personas desocupadas, que al primer trimestre de 2020 había una tasa de informalidad laboral de 47 por ciento y que además, a consecuencia de la pandemia se perdieron 218 mil 431 empleos formales.

(Sharira Abundez)