Autoridades gubernamentales calculan que al menos de un millón de ciudadanos se han organizado para actuar ante la tragedia causada por el sismo de 7.1 grados en la Ciudad de México.
Además, las fuentes citadas por Reforma estiman que otras 200 mil personas prestaron servicios como voluntarios en Morelos y Puebla.
Aquí sigue la cobertura completa del sismo de 7.1 grados.
Los capitalinos realizaron actividades como remoción de escombros, coordinación para la entrega de víveres, brindar apoyo en albergues e incluso dirigir el tránsito en los sitios donde no había autoridad.
A su vez, el gobierno federal desplegó a poco más de 4 mil militares en las zonas de desastre para implementar el Plan DNIII, quienes se coordinan con la ciudadanía.
Asimismo, estuvieron brindando apoyo elementos de la Marina y del Gobierno de la CDMX, así como dos mil elementos de la PF, 700 de ellos en la capital del país.
La solidaridad también fue visible en el corredor Roma-Condesa, donde los restaurantes se convirtieron en centros de acopio, en tanto los colegios de Narvarte y Del Valle abrieron sus puertas como albergues.
Entre Nuevo León y Aguascalientes, en la Condesa, se encuentran cerca de 500 personas preparando comida, separando víveres y organizando las herramientas para los rescates.
La calle de Nuevo León se encuentra parcialmente cerrada porque se ha usado como zona de descarga de víveres.
Ante la caída de dos edificios, la ayuda en la colonia del Valle se concentró entre la calles de Gabriel Mancera y Escocia.
Cerca de mil personas hicieron filas de dos cuadras para ir sacando escombros, cada hora eran relevadas por otros voluntarios.
La Asociación de Scouts de México informó que 4 mil jóvenes fueron parte de acciones de rescate, como son el acopio de víveres y en albergues.
Otro gran grupo de 30 mil voluntarios se concentró en la entrada del Bosque de Chapultepec, a un costado de la Estela de Luz.
Al igual se recibieron víveres y materiales de rescate en instituciones educativas como la UNAM, el Tec de Monterrey y la Universidad Anáhuac, entre otras.
También ingenieros civiles y arquitectos urbanos se sumaron a las labores de inspección de daños en inmuebles, pues hay decenas de edificios que podrían colapsar en las próximas horas.
“Lo que estamos haciendo es evaluar la seguridad de los edificios”, comentó la ingeniera Pamela Hernández, de 28 años, en un campamento ubicado en la colonia del Valle.
lrc