ATIZAPÁN.- Martha Andrade Dorantes desapareció en 2017 a la edad de 33 años luego de haber ayudado a Andrés Filemón "N", presunto feminicida serial, en tareas de limpieza dentro de las oficinas del Consejo de Participación Ciudadana del que era presidente.
De acuerdo con sus familiares, la última vez que tuvieron contacto con ella fue a través de llamadas telefónicas realizadas por su hijo de entonces 19 años.
Le contestó dos veces pero en el tercer intento para hablar con su madre, el teléfono mandó directamente a buzón.
Desde entonces sus tres hijos, esposo, hermanos y padres desconocen su paradero y ahora temen que se encuentre entre las víctimas que confesó haber asesinado el "Monstruo de Atizapán".
"Su hijo le habló por teléfono dos veces, las dos primeras ella sí contestó pero la tercera mandaba directamente a buzón. Fue algo extraño porque respondió las llamadas y la tercera mandó directamente a buzón", contaron a La Silla Rota.
A cuatro años de su extravío y sin el apoyo de las autoridades de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México para localizarla, lo único que saben de ella es que dijo que estaba en una comida en Villas de la Hacienda.
"La verdad es que ellos no nos han dicho nada a nosotros. Por medio de Facebook es como compartimos la foto y es donde pedimos que nos ayuden a compartirla para llegar a más lugares y más personas", indicaron.
Sin embargo, tras conocer el caso de Andrés Filemón "N" y por la relación laboral que mantenía con él, ahora las familiares sospechan que Martha se encuentre entre una de las víctimas del presunto asesino serial.
EL MONSTRUO DE ATIZAPÁN LE REGALABA DESPENSAS
Por varios meses, doña Martha se convirtió en una de las mujeres más cercanas al "Chino", como también era conocido en la colonia, y que hoy está recluido en un penal de Tlalnepantla en espera de ser juzgado por las autoridades del Estado de México.
En ocasiones el "Monstruo de Atizapán" le entregaba despensas a la familia de Martha, las cuales gestionaba ante el gobierno municipal de Atizapán, a manera de pagar la limpieza que realizaba en las oficinas de gestión.
Esto le valió que fuera reconocido como una "buena persona" por vecinos de su comunidad, y por la propia familia de Martha.
"Ella sí tenía contacto con el señor Andrés y es por eso que no quisimos descartar que el señor le pudo haber hecho algo. Le llegó a ayudar económicamente y por eso supimos que tenía contacto con el señor", comentaron familiares.
Hasta el momento, una de las hermanas de Martha, así como su hija de 14 años, se han realizado pruebas genéticas para determinar si los más de mil restos óseos hallados dentro de la casa de Andrés Filemón "N", podrían corresponder a su familiar.
Ama de casa y una mujer trabajadora, la señora Martha apoyaba a su esposo económicamente con pequeños trabajos que le ofrecía el señor Andrés. Ahora sus tres hijos aún esperan en casa y exigen que se haga justicia por todas las víctimas del "Monstruo de Atizapán".
(SAB)