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“Los Pescaditos”, asaltantes y parranderos, el azote de Tlalpan

Jóvenes de entre 12 y 17 años de edad participan en atracos a cuentahabiente, a conductor, a transeúnte, violaciones, golpizas; amenazas y balaceras, su repertorio de delitos

Escrito en METRÓPOLI el

De fiesta en fiesta, patrocinadas por lo que obtienen de los robos, “Los Pescaditos” se hicieron de una fama tal en la alcaldía de Tlalpan que mucha gente cree que son un mito, pero no lo son.

Las autoridades capitalinas les han seguido el paso desde hace décadas y en sus oficinas se acumulan expedientes donde se denuncian todos sus atracos.

LA SILLA ROTA tuvo acceso a una serie de informes elaborados por la Subsecretaría de Operación Policial, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) donde inclusive se adjuntaron cartas a diferentes funcionarios delegaciones para que hicieran algo.

Atracos a cuentahabiente, a conductor, a transeúnte, violaciones, golpizas; amenazas y balaceras forman parte del repertorio de delitos de “Los Pescaditos”, que entre sus filas cuentan con un presunto elemento de la Marina.

Tienen su base en la colonia Pueblo Quieto, cerca de Periférico y Calzada de Tlalpan donde se ubica uno de los centros médicos y hospitalarios privados más exclusivos de la capital del país, pero operan en una decena de colonias circunvecinas, la zona de hospitales y en Periférico Sur.

En 2012 se volvieron un problema de seguridad pública para la alcaldía, ya que las denuncias eran tantas que se llevaron a cabo diferentes operativos paras desarticularla.

Sin embargo, como refiere el informe “Banda de Los Pescados”, poseen una estructura familiar muy sólida, que se ha ido heredando al paso de las generaciones.

Cuando “El Pescado” fue detenido

La fiesta parecía interminable. Desde la noche anterior, vecinos de la colonia Pueblo Quieto aguantaron música a todo volumen, risotadas y hasta balazos al aire.

Nadie podía decir nada porque quienes se entregaban a la verbena eran “Los Pescados”, banda delictiva que transformó a Pueblo Quieto en todo menos una zona de quietud.

A las 9:30 horas, acorde con la averiguación FTL/TLP-3/T2/03001/12-12, policías preventivos llegaron al cruce de Vicente Guerrero y Moctezuma.

Fueron recibidos a pedradas, jaloneos, gritos y hasta tiros. Familiares de “Los Pescados” buscaban a toda costa evitar el arresto de Jorge O. “El Pescado”, presunto cabecilla de la organización delincuencial.

“Los Pescados” habían sostenido una riña con otros individuos y ahora hacían lo mismo con una veintena de uniformados.

Patrullas con los vidrios rotos, policías con golpes y hasta un amago de bloquear Periférico Sur fue el saldo de, finalmente, la captura de “El Pescado” y dos de sus supuestos cómplices.

Por él pesaban al menos cinco denuncias por robo, violación, robo de vehículo y de transeúnte, por lo cual fue encarcelado.

En los informes no se detalla cómo fue que, posteriormente, obtuvo su libertad.

Lo que sí se advierte es que su hermano, Mario, era hasta en ese entonces elemento activo de La Marina destacamento en Veracruz, pero que se presume era miembro activo de la banda delictiva.

El verdadero jefe de “Los Pescados” es Ignacio O, detenido tras la trifulca con policías preventivos.

Usan a adolescentes

La táctica que utiliza la banda para contar con un buen número de integrantes es el reclutamiento de adolescentes.

Al ser menores, los delitos que puedan cometer no los mantienen en el Tutelar más de un par de años, además de que resulta fácil convencerlos a través del dinero fácil y las parrandas.

Acorde con los informes de la SSC, nutrido del análisis de redes sociales, “Los Pescaditos” son la carne de cañón del grupo.

Jóvenes de entre 12 y 17 años de edad son invitados a participar en asaltos y a gastarse el dinero obtenido en drogas que “Los Pescados” les facilitan.

En sus fotografías aparecen en festejos callejeros, rodeados de chicas y posando con armas de fuego.

Incluso, Mario “El Marino” presume su uniforme y placa de La Marina, lo mismo junto a amigos bebiendo cerveza que frente al alteres de la Santa Muerte o San Judas Tadeo.

Hasta ahora se ignora si “El Marino” sigue en la dependencia pero con base en las investigaciones, es él quien se encarga de capacitar en el uso de armas y de manera “express” a los adolescentes.

Habitantes de pueblo Quieto han entregado información de manera anónima a autoridades delegaciones y se han unido para denunciar a “Los Pescados”, pero la organización no ha sido desmantelada.

“Hacemos un llamado al delegado de Tlalpan para atender nuestra petición, debido a que cada vez empeora la delincuencia en la colonia Cantera, Puente de Piedra y Pueblo Quieto, esto por una nadada apodada ‘Los Pescados’ que asaltan y amedrentan a los vecinos”, se lee en una carta que hicieron circular en redes sociales.

Estimaciones de la SSC revelan que “Los Pescados” cuentan con unos 50 menores entre sus filas, organizados a manera de pandilla y con lazos culturales como la fe en San Judas Tadeo.

AJ