Carmen Francisco asistió a 52 sesiones de “conversión sexual”, una especie de ritual o exorcismo, sin éxito alguno: al salir seguía sintiendo atracción por las mujeres.
Tenía 24 años cuando sus amistades con creencias cristianas la invitaron a una terapia de conversión, las cuales tienen lugar en el Centro Evangelístico Emmanuel en la calle Alfredo Chavero 212, de la colonia Tránsito, en la Ciudad de México; pues se estaba “jugando su eternidad”.
Señor, apresura los pasos del varón para Carmen. Señor, apresura sus pasos…”, repetía una mujer sin descanso, frente a Carmen que se encontraba frente a ella, intentando liberarla un “espíritu maligno” que la había orillado a enamorarse de su mejor amiga.
Mientras tanto Carmen oraba, lloraba y sufría.
Ellos lo llaman ‘liberación’, que es que entras como en trance, que están orando por ti, orando, orando y pidiendo que salga ese espíritu que está dentro de ti. En algún momento tienen manifestaciones de que ya salió el espíritu y vomitas, gritas o hablas en otras lenguas”, asegura la mujer de 31 años, que es profesora de primaria y entrenadora de futbol, en entrevista para el diario Milenio.
Se trata de la organización Exodus Latinoamérica, que se deriva de la estructura Exodus Global, la cual tiene su origen en Estados Unidos cuando en el año 1973 Frank Worthen comenzó un ministerio para homosexuales.
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Luego de dos años de estar en la organización, a Carmen le dijeron: “Tú ya estás dada de alta, puedes ir y buscar a tu varón y crear a tu familia”. Pero, Carmen seguía sintiéndose atraída por las personas de su mismo sexo.
Fue cuando descubrió una terapia de aceptación y así descubrió su bisexualidad; también dejó de ir a la iglesia.
Llevaba una doble vida, era como una tortura que no me hacía sentir bien. Ahora en todos los ámbitos de mi vida, en todos, me siento libre y me siento que soy yo: genuinamente soy Carmen”.
El pasado 4 de octubre, legisladoras de Morena, Movimiento Ciudadano y Partido Verde presentaron una iniciativa con el objetivo de prohibir las terapias que busquen “corregir” la orientación sexual de las personas.
En 2015, el grupo de expertos en derechos humanos de la ONU declaró que esas supuestas terapias son carentes de ética, sin bases científicas e ineficaces, además de poder llegar a la tortura”, señala la exposición de motivos de la iniciativa que se turnó a las comisiones unidas de Justicia y Estudios Legislativos.
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cmo