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Locatarios de Central de Abasto reclaman mantenimiento y seguridad

Los propietarios de comercios establecidos en la Central de Abasto pagan cuotas mensuales de 3 mil y 5 mil hasta 7 mil pesos, en promedio

Escrito en METRÓPOLI el

CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- Pese a las aportaciones mensuales que hacen locatarios y bodegueros, la Central de Abasto no recibe mantenimiento y cada vez hay más inseguridad, denunciaron comerciantes del Fideicomiso administrado por el Gobierno capitalino.

Los propietarios de comercios establecidos en la Central de Abasto pagan cuotas mensuales de 3 mil y 5 mil hasta 7 mil pesos, en promedio, para que la Administración ejecute labores de mantenimiento permanente en las instalaciones e infraestructura de esa zona comercial.

"Para eso dicen que son nuestras cuotas mensuales, pero la realidad es otra porque no vemos que haya jornadas de limpieza, ni que se realicen trabajos de mejoras en las bodegas e instalaciones en general.

"También se supone que pagamos por seguridad y que hay videovigilancia, pero ahora hay más asaltos que nunca. Al menos nos enteramos de uno diario", comentó Rolando, propietario de una bodega de fruta.

 

En recorridos, se constató que los andenes, locales, bodegas, zonas de estacionamiento, pisos, paredes, cortinas metálicas e instalaciones en general, están sucios, en mal estado y con grafitis.

Además se observaron pasillos obstruidos por ambulantes, giros no autorizados, proveedores estacionados en lugares prohibidos, franeleros y áreas con baches al interior y exterior de las naves comerciales.

Las instalaciones de la Ceda, ubicada en Iztapalapa, también se ven afectadas por fallas en servicios públicos, como el desabasto de agua en sanitarios y bodegas y el retraso en la recolección de basura.

 

Al recorrer el mercado más grande de Latinoamérica, lo mismo empleados, que propietarios de negocios denunciaron las irregularidades operativas y la falta de seguridad.

Giovanni, vendedor de fruta, compartió que a finales del año pasado su esposa fue baleada y herida en el estómago y un pie, durante un intento de asalto en una de las zonas de maniobra de carga y descarga cercana al pasillo 1.

 

"Además de los asaltos, cada vez hay más problemas de acoso a las clientas y a nosotras las que trabajamos en la Central, y aunque hay policías, son insuficientes", mencionó Monserrat, empleada de una tienda de insumos para cafeterías.

En algunos negocios hay minicasinos, pese a que lo prohíbe la norma federal.

 

Tampoco las medidas de Protección Civil se respetan, pues afuera de los comercios hay una línea amarilla para delimitar el espacio para no obstruir pasillos y andenes, pero pocos lo respetan.

"En general la inconformidad de los compañeros es porque las cuotas de mantenimiento no se ven reflejadas, al contrario, cada vez se nota más descuido y deterioro en la Central", expresó Bernardo, propietario de un establecimiento de abarrotes en el pasillo 2.

 

lrc