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Llegó la pipa de agua y el rostro se le iluminó

Se alarga falta de agua en la Venustiano Carranza; pipas tardan un día en surtir agua

Escrito en METRÓPOLI el

María Eugenia Cortes, vecina de Florines 30, en la colonia Romero Rubio, se quedó un día sin gota de agua en su casa. Fue el tiempo que tardó en llegar la pipa de la alcaldía a rellenar su cisterna.

Desde el 6 de noviembre dejó de llegar agua a su domicilio, y debido a la prolongación del megacorte del suministro, se le acabaron sus reservas un día después.

Eso la orilló a pedirle agua a sus vecinos, que de aquí y allá le dieron también de sus reservas.

Pero a las 13 horas, cuando llegó la pipa, su rostro se le iluminó y aún antes de que se bajaran los dos trabajadores de la pipa, los saludó sonriente y rápido les abrió la puerta.

La demarcación Venustiano Carranza será de las últimas en la capital en ver restablecido el servicio del agua, ya que su red depende del sistema Cutzamala y su tubería es la más alejada del flujo.

Según cálculos del jefe de mando del operativo por el megacorte y subdirector de Obras de la Alcaldía, Martín Castillo, el servicio se restablecerá hasta el sábado 10.

De acuerdo con trabajadores de Participación Ciudadana de la alcaldía, las colonias Simón Bolívar y Romero Rubio son donde más peticiones de pipas hay en la demarcación desde el pasado lunes.

En Florines 30, precisamente en la Romero Rubio, además de María Eugenia, otros vecinos de ese predio, que mezcla casas individuales como la de la primera vecina y otros que están en un edificio y que en conjunto suman 16 viviendas, aprovechan la presencia de la pipa para llevar cubetas y tambos para que los piperos los llenen con el nunca mejor dicho “vital líquido”.

El lugar se vuelve un movedero de personas y de cubetas. Una señora sale y pide no dejarle de llenar sus cubetas porque siempre la dejan al último.

Hasta el domingo habrá agua al 100%: SACMEX

El agua, además de alegrar a los vecinos, refresca el caluroso día que parece robado al verano.

Otro vecino, de otro predio, se acerca a Karina, una de las empleadas de Participación Ciudadana de la Alcaldía, quien recibe los pedidos, verifica que realmente se requiera el agua y acompaña a las pipas a los domicilios. El joven de manera amable le pide agua para su casa. Karina le pregunta si ya la había pedido a la alcaldía. El joven reconoce que no, y la empleada que iba con su chaleco amarillo distintivo de una de las pocas alcaldías perredistas que aún quedan, le explica que solo daban agua a quienes previamente la habían solicitado.

Karina dice que desde el miércoles 7 aumentó la demanda de pipas, precisamente porque luego de que se prolongó el megacorte la demarcación comenzó a quedarse sin agua.

Ese día se dedicaron a surtir a hospitales y a escuelas, así como a mercados, y también ese mismo día comenzaron a recibir peticiones de casas y unidades habitacionales. Refiere que hay gente muy amable, pero también otras que con tal de conseguir agua se ostentan como amigos del alcalde de Venustiano Carranza, Julio César Moreno, y a quien Karina le dijo que debía apuntarse en la lista y esperar, como todos. O está el caso de una señora que a pesar de que le llenaron su cisterna el martes, quería un día después que se la volvieran a llenar, que porque eran 10 departamentos.

Hay otras personas que piden agua, pero cuando la pipa llega a su casa no están, como ocurrió en el recorrido al que La Silla Rota, donde una persona no estaba en un número de la colonia Coronas, y el ganón fue Ulises, de la misma calle pero en el 204, quien como María Eugenia, no tenía agua desde ayer, y también desde el 7 había pedido agua.

Con el llenado de su cisterna, se acabó la pipa de 10 mil litros que junto con otras ayudó a apaciguar la necesidad de agua en Venustiano Carranza. Si no hubiera sido por quien no estaba en su casa, Ulises y sus vecinos se hubieran quedado sin agua.

ACUSAN QUE NO SURTEN

A ocho días del inicio del megacorte del suministro de agua, que originalmente duraría cuatro días y que se alargó a casi siete, y un día después de que se reiniciara el suministro del sistema Cutzamala, operado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), algunas demarcaciones reportaron que les comenzó a llegar el agua, como Azcapotzalco y Cuauhtémoc.

Pero LA SILLA ROTA visitó un puesto de abastecimiento en la Cuauhtémoc, en la calle Marina Rodríguez del Toro de Lazarín, casi esquina con República de Chile, en el Centro Histórico.

Aunque había colocada una manta con la leyenda Abastecimiento Emergente, no se veía ni un tinaco o una pipa cerca.

Ceci de la Cruz Morales, vecina de la zona, dijo que hoy comenzó a llegarles un chorrito de agua en sus llaves. También afirmó que en los días del megacorte nunca se apareció una pipa, y que para ellos esta semana fue difícil, porque el 7 de noviembre no tenían agua y debieron racionar sus reservas.

La versión de que nunca hubo pipas o un tinaco cerca, fue confirmada por un encargado de un estacionamiento.

mlmt