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Les prometieron área verde pero es un tiradero de basura

Habitantes de Chimalhuacán señalan que cuando llegaron había un hoyo profundo que ya quedó rebasado por la gran cantidad de desechos domésticos

Escrito en METRÓPOLI el

CHIMALHUACÁN.- La señora Noemi y don Gabriel además de ser vecinos de la colonia Escalerillas, comparten el mismo problema; viven a escasos 200 metros de un tiradero a cielo abierto que ha ido creciendo sin control en años recientes.

Desde que llegaron a vivir en la parte más alta de este municipio en 2011, en la zona limítrofe con Chicoloapan e Ixtapaluca, los desechos domésticos han sido parte de su vida diaria.

“Qué se le pude hacer, aquí compramos y ya no nos podemos ir, ya es normal lo de la basura”, reconoce don Gabriel.

Para decenas de familias que habitan casas irregulares construidas a la mitad de la nada, el convivir con desperdicios como plásticos, botellas, papel, y en meses recientes, hasta con restos de cubrebocas, ya es algo normal.

“Tenemos ya diez años aquí. Al principio nos dijeron que esa zona iba a ser área verde pero luego vinieron los camiones a tirar toda la basura”, recuerda Noemi, vecina de la calle Gardenias.

En esa fecha la venta de lotes a mensualidades bajas permitió que cientos de familias obtuvieran un patrimonio a pesar del difícil acceso y la carencia de servicios básicos.

Tiradero a cielo abierto, inicialmente solo era provisional 

Para llegar a esta zona desde la carretera federal México-Texcoco, sus habitantes tienen que realizar un viaje de 30 minutos en transporte público y superar pendientes hasta llegar a lo alto del cerro.

“Aquí no había nada, todo era campo y vendían en todos lados. Ahorita ya está más poblado, pero ahí va poco a poco”, comentan.

“Recuerdo que rascaron profundo porque no solo es lo que se alcanza a ver, sino hay más basura enterrada. Hicieron un hoyo profundo, pero ya está hasta arriba”, agregaron.

MANCHA URBANA DEVORA ÁREAS VERDES

En esta zona la mancha urbana ha devorado lo que antes era campo y zonas verdes. 

La mayoría de las calles apenas y cuentan con servicios de agua potable, abastecimiento de luz eléctrica, y el servicio de transporte público tiene que superar caminos de terracería.

Sin embargo, a pensar de convivir con un vertedero a cielo abierto, el servicio de recolección de desechos que presta el Ayuntamiento pasa una o dos veces a la semana.

“No pasa seguido, por lo mucho dos veces a la semana. Se nos junta la basura, ahorita pasó ayer, pero sino aquí la tuviéramos”, comentan.

Aseguran que dentro de sus viviendas han tenido que guardar los desperdicios por más de una semana por la falta de recolección lo que ha generado infecciones estomacales en varios pequeños.

“Mi hijo apenas se enfermó por lo mismo, el olor y guardar tanta basura pues digo yo que es dañino”, reconoció Noemi.

UN TIRADERO QUE LLEGÓ PARA QUEDARSE

Aunque al principio las autoridades les informaron que la zona de tiro solo sería de manera provisional, a la fecha suman más de cinco años que opera presuntamente sin las medidas de higiene.

“Eso ya tiene años, como más de cinco. Primero eran pocos los camiones que venían, pero ahora ya vienen a dejar todo aquí. Yo creo que ya no hay lugar en otro lado porque ya creció bastante a como estaba”.

A decir de los vecinos, el aumento de los desperdicios se ha generado a raíz de la pandemia por covid-19, debido a las restricciones de movilidad recomendadas por las autoridades.

“Ahorita que no salimos mucho, bueno mi esposo sí y mi hija, pero uno como ama de casa que está adentro y no sale 

De acuerdo con constructoras urbanas, el objetivo de los rellenos sanitarios es almacenar la basura en áreas o terrenos grandes pero alejados de las ciudades o zonas habitacionales para evitar problemas de salud.

Para ello se debe de disponer de capas de determinado espesor, las cuales se van cubriendo con ciertos materiales que permitan el flujo de líquidos lixiviados que se desprenden de la descomposición de los desperdicios.

QUEMA DE BASURA, LA ALTERNATIVA

La falta de atención de servicios de limpieza ha orillado a los colonos a juntar sus desperdicios y quemarlos en predios baldíos para que no se acumulen dentro de sus hogares.

“La mayoría de los vecinos cuando no pasa el camión (de la basura), la quema en donde puede en la noche. Se imagina el olor de tenerla adentro con tantísimo calor que hace, eso huele feo”, comentaron vecinos.

Afirmaron que los montones de desperdicios que hoy se cuentan por toneladas al principio apenas y rebasaban los 200 metros y no representaban un riesgo para sus familias.

“Lo vimos normal como un lugar a dónde dejar la basura pero ahorita si ya se está saliendo de control”.

A pesar de pedir una versión respecto a las medidas de higiene y la operación del vertedero, hasta el momento el Ayuntamiento no ha emitido información.



(Sharira Abundez)