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Las amenazas contra estudiantes de Prepas y CCH's

Alumnos de la UNAM contaron cómo los han amedrentado por el movimiento que organizaron tras las agresiones en Rectoría

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Escrito en METRÓPOLI el

Desde hace dos semanas, integrantes del movimiento estudiantil de la UNAM señalan que ha incrementado en su contra el hostigamiento, la represión selectiva y la criminalización. En ese contexto se dio la presunta agresión a una estudiante del CCH Naucalpan, el viernes pasado. 

En una rueda de prensa realizada este lunes por integrantes de la Asamblea Interuniversitaria en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) aseguraron que la estudiante sí existe, que la tienen bien identificada, pero que a petición de los padres no pueden hacer público el nombre. 

Isabel, alumna de la carrera de historia de la UNAM, explica a La Silla Rota que la criminalización y amedrentamiento se ha registrado en diferentes niveles, ya sea directa o indirectamente. Se ha detectado más en contra de los estudiantes de preparatorias y CCH. 

La joven refiere que en el CCH Sur, profesores y administrativos han llamado por teléfono a padres de familia para advertirles que sus hijos podrían recibir repercusiones académicas de seguir apoyando el movimiento. Dijo que eso también se repite en otras escuelas. 

Señaló que el hostigamiento lo observan luego de que los estudiantes de diversas escuelas y facultades comenzaran a organizarse a partir del 3 de septiembre, después de la agresión de porros en contra de manifestantes de los CCH’s Azcapotzalco y Oriente en la explanada de Rectoría. 


“Nos están metiendo miedo de varias formas. Por ejemplo, hay compañeros del CCH Sur que nunca habían tenido una vida política activa; sus padres recibieron llamadas, ya sea de profesores cercanos a la dirección o de grupos estudiantiles que funcionan como grupos de choque, que les decían que sus hijos se estaban juntando y organizando con los “delincuentes” de los cubículos. Los chicos han sido castigados y han tenido que dejar de movilizarse porque sus padres ya no los dejan”.

Isabel comentó que también el hostigamiento y amenazas las han recibido por parte de grupos de porros que, a pesar de las expulsiones y detenciones, continúan amedrentando estudiantes aunque en algunas escuelas sí disminuyó su actividad. 

“Después del ataque del 3 de septiembre compañeros recibieron amenazas porriles. Casi todos los bachilleratos estaban amenazados mientras estaban los paros. Se dieron casos de que alrededor de escuelas se escucharon petardos, o en otros que se difundían mensajes de que venían los porros y todo esto fue para meter pánico”. 

Agregó que este ambiente funciona en diferentes niveles, desde los amagos de autoridades con que habrá repercusiones académicas en contra de los estudiantes que se sigan organizando o la criminalización de los integrantes del movimiento estudiantil, hasta las amenazas o intimidación por parte de porros. 

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“Acá pasa, pero de manera indirecta. En la Facultad de Filosofía y Letras hace poco hubo un robo de unas computadoras. De la Torre de Humanidades desaparecieron unas máquinas. Desde el principio quedó claro que no fueron los compañeros paristas. En esa ocasión se dio entender por parte de la dirección que habíamos sido nosotros, después se aclaró que no. Esto generó mucha criminalización en contra de los compañeros que hacían el paro”. 

Recordó que en esa ocasión un compañero de Filosofía fue amenazado con golpearlo por parte del “estudiantado más reaccionario” de la facultad. 

Incluso en el caso de la joven del CCH Naucalpan, que la Asamblea Interuniversitaria acusa que el viernes pasado fue agredida cerca de la estación del Metro Cuatro Caminos cuando se dirigía a una reunión de la Asamblea en la Facultad de Ciencias, refirió que las autoridades universitarias ponen en entredicho esa denuncia, luego que tanto la UNAM como la dirección del CCH Naucalpan informaron que no hay algún reporte de una alumna agredida u hospitalizada por arma punzocortante. 

“En ninguna de las agencias del Ministerio Público de Naucalpan ha sido presentada denuncia alguna sobre el caso referido. En ninguno de los hospitales de la zona se tiene registro del ingreso de una persona con lesiones de arma punzocortante como las que refiere la denuncia anónima. Tampoco se tiene conocimiento de alguna queja o petición de apoyo a las autoridades del plantel por parte de amigos o familiares”, indicó el comunicado de la UNAM el pasado 14 de octubre. 

Ixchel, egresada del CCH Naucalpan y estudiante de Pedagogía en la UNAM, comentó que los jóvenes de ese plantel están atemorizados tanto por grupos de porros como por autoridades del Colegio.

“En CCH Naucalpan siempre ha habido grupos de porros para romper el movimiento estudiantil, incluso ahorita son pocos los chavos que están participando, son menores de edad, pero no tienen una organización como otras escuelas. Hemos notado que dentro de la comunidad hay una desinformación que ha sido promovida por las autoridades del plantel y también por los porros, les dicen que son “chairos” y revoltosos, por eso la mayoría de los estudiantes del CCH Naucalpan no apoyan los paros ni el movimiento”. 

Agregó que los pocos que participan en el movimiento y que promueven los paros son señalados y criminalizados. 

El 10 de octubre, los jóvenes pidieron a las autoridades del CCH Naucalpan una respuesta de su pliego petitorio, el cual entre otras demandas pendían mayor vigilancia y erradicación de los grupos porriles. De acuerdo con los jóvenes ante una negativa por parte de la dirección, intentaron tomar y cerrar la escuela. Se les impidió y acusaron que fueron reprimidos. A lo que la dirección del plantel negó. 

Son prioridad víctimas del 3 de septiembre, rector de la UNAM

“El día de hoy, aproximadamente a las 20:17 horas, un grupo de jóvenes -algunos encapuchados- intentó cerrar el plantel de manera violenta. Sin embargo, los alumnos, trabajadores de base y profesores que aún permanecían en las instalaciones impidieron que cerraran nuestra escuela. Nos pronunciamos por privilegiar el diálogo honesto congruente constructivo y libre de violencia ante cualquier diferencia entre los miembros de nuestra comunidad universitaria”, informó la dirección del CCH Naucalpan el 10 de octubre. 

Ixchel señaló que justo la estudiante del CCH Naucalpan que fue agredida, había sido comisionada para notificar en la Asamblea Interuniversitaria lo que había ocurrido el 10 de octubre en su escuela. 

Un estudiante de la Facultad de Filosofía, que pidió omitir su nombre, apuntó que dentro del movimiento se está viviendo una “represión selectiva” desde que se expandió el movimiento estudiantil, después del ataque del 3 de septiembre. 

“Están los casos de CCH Naucalpan, la FES Acatlán, donde en realidad no habían pasado agresiones tan graves como hasta ahora con el ataque a la compañera. Vemos que se incrementa con el intento de aislar a los sectores organizados, meter miedo con represalias académicas o desprestigiándolos. 

El joven refirió que últimamente ha recibido llamadas telefónicas de números desconocidos que le cuelgan o se escuchan ruidos extraños.  

ams