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La rutinaria inclinación por los pactos de civilidad

Los pactos de civilidad forman parte de una vieja práctica del PRI, cuando este partido dominaba “vertical y autoritariamente” al país, afirma especialista

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Escrito en METRÓPOLI el

Ciudad de México (La Silla Rota).- A ocho días de las agresiones en dos eventos de la precandidata a la jefatura de gobierno, Claudia Sheinbaum en Coyoacán, Morena, PES y PT no asistieron a la firma del pacto de civilidad que suscribieron siete partidos en la Ciudad de México para garantizar que las campañas en la capital de país se desarrollen sin violencia. 

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Este pacto, suscrito por representantes del PRD, PAN, PRI, Movimiento Ciudadano, PVEM, Nueva Alianza y Partido Humanista plantea cómo garantizar la seguridad y el uso del espacio público en lo que resta del proceso electoral. Como parte de este acuerdo, los firmantes y el gobierno de la CDMX exhortaron a los 16 jefes delegacionales a sumarse el próximo lunes. 

Serán dos acuerdos de civilidad, uno, que fue el suscrito este lunes en las instalaciones de la jefatura de gobierno y que refiere a las acciones gubernamentales de la administración local y delegacionales para que se realicen con tranquilidad los actos de campaña, así como brindar seguridad, en caso de que los partidos lo soliciten. 

Con este pacto, el suscrito este lunes, los gobiernos tomarán las previsiones para que no haya error en cuanto al uso de los espacios públicos en las campañas, también para garantizar la libertad de manifestación, expresión e información. En tanto, los partidos se comprometen a contribuir con esas acciones. 


El otro acuerdo se firmará el próximo jueves en las instalaciones del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) donde se establecerán los detalles concernientes a las reglas electorales, mismas que el Código Electoral de la CDMX ya las contempla. La diferencia es que los partidos se comprometerán a cumplirlas, de manera pública.

El acuerdo de civilidad fue propuesto primero por el Instituto Electoral el pasado 20 de diciembre, a cinco días que un grupo de personas agredieran a militantes y reporteros durante el arranque de precampaña de Claudia Sheinbaum en el centro de Coyoacán, y el viernes pasado, después de los actos violentos en Villa Quietud y colonia Ajusco también en esa delegación, Miguel Ángel Mancera convocó a otro pacto. 

Las razones de Morena para no firmar el pacto

Después de que el jefe de gobierno hiciera el llamado para suscribir el acuerdo este 8 de enero, Sheinbaum Pardo declaró que para cumplir con la ley no se necesitan pactos. 

Morena ha actuado en el marco de la ley y de forma pacífica. Con civismo. Pedimos justicia frente a la agresión de la que fuimos objeto en Coyoacán y que se garantice la libertad política en el marco de la Ley”, publicó en su cuenta de Twitter.

Luego del acto de precampaña en Cuajimalpa el pasado domingo, donde el mitin fue irrumpido por un grupo de personas que presuntamente protestaban en contra de Morena, descartó que su partido acudiría al llamado del jefe de gobierno. 

No queremos pactos para cumplir con la ley, aquí el asunto es que se cumpla la ley electoral, se cumpla la libertad política a la que todos tenemos derecho en esta ciudad. ¿Para qué hacer un pacto?, si para hacer un pacto de civilidad, solo hay que actuar con civismo”.

Morena ha señalado que en cinco de las seis delegaciones que gobierna el PRD han sido hostigados desde el 2015, año en que ese partido compitió y obtuvo cinco demarcaciones, sin embargo, desde que inició el proceso electoral esta situación se ha agravado. 

En algunos actos de precampaña en Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Iztacalco, Venustiano Carranza y Coyoacán han tenido problema por ocupar plazas públicas, por lo que han cambiado los lugares de reunión a espacios cerrados. En otros momentos se han presentado personas, que vecinos no reconocen que sean de la zona, a manifestarse. 

En el caso de las agresiones en Coyoacán, Morena identificó como responsables a un grupo de choque vinculado a la demarcación y al diputado local, Mauricio Toledo, así como a funcionarios delegacionales. 

Esta es la segunda ocasión en que Morena no firma un pacto de civilidad promovido por el gobierno de Miguel Ángel Mancera. La primera vez fue en 2015, durante las campañas para jefes delegacionales, donde en Cuajimalpa se registraron actos violentos por un grupo de choque denominado “Los Claudios”.  

Pactos de civilidad, vieja práctica del PRI

Los pactos de civilidad no son nuevos, de acuerdo con el especialista en temas políticos y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Telésforo Nava forman parte de una vieja práctica del PRI, cuando este partido dominaba “vertical y autoritariamente” al país. 

Sin embargo, comentó que ahora el PRD y el gobierno de Miguel Ángel Mancera, utilizan la misma práctica. 

(El PRI) cometía una serie de tropelías en los procesos electorales o previos. La oposición batallaba y protestaba, entonces con el mayor cinismo el PRI llamaba a firmar un pacto de civilidad, que obviamente este partido usaba para difundirlo en los medios de comunicación y jamás cumplía. Eso es una práctica típica que ha desarrollado el PRI, pero ahora el PRD y el gobierno de Mancera, están haciendo lo mismo”.

Consideró que, así como los actos violentos que ocurrieron en Coyoacán presuntamente promovidos por el gobierno delegacional y Mauricio Toledo para reventar los eventos de precampaña de Claudia Sheinbaum, también era una forma de actuar del PRI. 

Lo que vimos en Coyoacán es execrable (…), que mejor que dirimir las posiciones políticas, en el campo democrático, del debate político y de la campaña, y no a través de golpeadores profesionales como es la práctica, ya de buena parte del PRD”.

El experto señaló que, con este pacto, el gobierno pretende simular que se preocupa por el desarrollo de las campañas. “Lo que hacía el PRI era protegerse de sus mismas prácticas porriles”. 

Por eso, agregó, que es congruente la exigencia de Morena en relación con que antes de firmar el pacto de civilidad, primero se aplique y respete la ley. 

“En efecto, si el jefe de gobierno quiere demostrar que la gente le creo que va a proteger el derecho de manifestación, que empiece a aplicar la ley a quienes fueron a reventar un acto político”.